Lo que hace justo un año era un sueño que apenas se susurraba en la capital conquense, en este final de 2024 es una realidad incontestable: el Conquense se ha asentado en el fútbol profesional. Después de cinco largos años en los que los problemas económicos llegaron a poner en peligro la existencia del club, este 2024 ha sido un año cargado de buenas noticias para la UB Conquense. Repasamos los tres hitos del año y la única sombra que sigue preocupando en La Fuensanta.
Un ascenso histórico
Fue el 27 de abril. Después de un año impecable en la Tercera Federación, dominando el grupo autonómico prácticamente desde el inicio, los blanquinegros se jugaban ante el Tarancón el título de campeón del Grupo XVIII y, lo que es lo mismo, el ascenso automático a Segunda Federación y su vuelta al fútbol profesional. Lo que dos o tres años antes hubiera parecido una quimera se presentaba apenas a 90 minutos de distancia. Con más de tres mil aficionados en las gradas, muchos más de los que suelen acudir a La Fuensanta, el equipo capitaneado por Robert Gutiérrez no falló. Se mostró solvente, eficaz y decidido a no dejar pasar la oportunidad.
El primer gol llegó en el minuto 20, obra de Jairo tras un pase desde la banda de Antonio Fernández, quien al poco de iniciar la segunda parte aprovechó una cesión de Pablo Olivares para marcar el 2-0. El delirio se trasladó a las gradas, que ya saboreaban el ascenso. La alegría fue completa cuando, en el minuto 82, llegó el 3-0, otra vez de las botas de Jairo.
La ciudad celebró el ascenso de su equipo y el fin de un lustro para olvidar.
El premio de la Copa
El ascenso a Segunda Federación trajo consigo la oportunidad de participar en la Copa del Rey, la competición del caos, que, además de visibilidad, emergía como un posible salvavidas económico para la entidad. Sin embargo, para competir con equipos de primerísimo nivel, el Conquense tuvo que superar, en primera ronda, al UD Ibiza, de Primera Federación, y lo hizo gracias a un gol de Raúl Caballero.
La gran oportunidad llegó en la segunda ronda. Al Conquense le tocó enfrentarse a uno de los grandes: la Real Sociedad. El partido se celebró el 5 de diciembre en una abarrotada Fuensanta que vibró como nunca. Decenas de periodistas acreditados, más cámaras de televisión que nunca, medidas de seguridad inauditas… y todo un partidazo.
Los de Robert Gutiérrez hicieron de la necesidad virtud y, con una férrea defensa, lograron detener las embestidas del cuadro guipuzcoano durante los 90 minutos reglamentarios. Sin embargo, un gol de Brais Méndez en la prórroga rompió el encanto. A pesar de la derrota, ninguno de los seis mil aficionados que llenaron el estadio olvidará nunca aquella noche en que su Conquense le plantó cara a todo un equipo de primera división como la Real Sociedad.
La consolidación
El tercer hito de este año histórico para el Conquense tiene menos brillo que los anteriores, pero es mucho más trascendental. Poco a poco, el Conquense se ha ido asentando en la clasificación en su primer año en Segunda Federación. Tanto es así que acaba el año en séptima posición en el grupo 5. O lo que es lo mismo, los blanquinegros han cerrado la primera vuelta a seis puntos de los puestos que dan acceso al playoff de ascenso a Primera Federación y, lo que es más importante, a cinco puntos del descenso.
El auténtico objetivo del club es mantenerse en Segunda, consolidar el proyecto y afianzar al equipo en el fútbol profesional. Las dos últimas jornadas del año han sido la clave para conseguir llegar al parón navideño con cierta tranquilidad. Por un lado, con la victoria en Valdebebas ante el Real Madrid C por 0-1 y, finalmente, con la victoria en casa el pasado 22 de diciembre ante el Unión Sur Yaiza. Un doblete de Joan Monterde y los goles de Jairo Cárcaba y Sergio Rodríguez pusieron el broche de oro en La Fuensanta a un año inolvidable.
Y una sombra: los números no cuadran
El único pero de este 2024 para el Conquense sigue siendo la situación financiera. Aunque los ingresos provenientes del partido frente a la Real Sociedad han supuesto un alivio para la entidad, lo cierto es que el club sigue sin ser sostenible. Su presidente, Alberto Asensi, ha confirmado que, en las actuales circunstancias, resulta fundamental la entrada de nuevos patrocinadores e ingresos.
El club acumula un déficit cercano a los 100.000 euros. Entre las posibles salidas que se están barajando se encuentra la cesión del estadio de La Fuensanta por parte del Ayuntamiento. Desde la directiva del club se muestran optimistas ante esta opción tras las últimas reuniones que han mantenido.