El futbolista de 28 años, Jorge Fernández, afronta la fase de ascenso a Segunda División con su actual equipo, el CD Castellón.
El pasado jueves, se conocían los cruces de este playoff en los que la UD Logroñés se convirtió en el último escollo para este equipo en su camino a la gloria. Las otras posibilidades eran el Cartagena y el Atlético Baleares aunque Jorge considera que entre los equipos que quedan primeros de grupo «no hay rival malo».
La eliminatoria será a partido único y en caso de empate se disputaría una prórroga e incluso penaltis para decidir quién es el equipo que asciende de categoría. El que gane subirá y el perdedor irá a repesca en la que deberá superar dos eliminatorias que se disputarán del 18 al 26 de julio en Málaga, Marbella y Algeciras.
El partido se jugará el próximo 18 de Julio en el Estadio de La Rosaleda de Málaga, un enclave que aunque Jorge considera «muy bonito», previsiblemente tendrá unas condiciones climatológicas complejas por el calor de las tierras andaluzas: «Se podría haber hecho el partido y los playoff en otra sede del norte por ejemplo, pero bueno, la Federación lo ha decidido así y toca aclimatarse para intentar ajustarse a las temperaturas».
Hay que decir que el Castellón ha acabado como primer clasificado en el Grupo III de Segunda División B, en parte debido a la suspensión de la temporada regular por la pandemia de la Covid-19. A pesar de todo, Jorge considera que su clasificación es completamente justa aunque no niega que han salido beneficiados: «Es una situación atípica que nunca habíamos vivido pero por suerte nos han venido bien. También es cierto que hemos jugado 28 jornadas y hasta ese momento se han tenido buenos resultados y eso se demuestra en la clasificación» comenta.
El coronavirus ha tenido una incidencia grande para la competición, pero también para la rutina y el desempeño del equipo. El confinamiento hizo que la preparación se limitara al mantenimiento físico en casa y el ritmo se vio completamente parado durante el estado de alarma. «Con el parón todo ha sido muy raro y, después de tanto tiempo, volver a los entrenamientos es muy diferente. El equipo se ha sacrificado y durante esta cuarentena hemos estado haciendo los ejercicios que nos mandaba el preparador físico para no perder la forma» cuenta Jorge.
Jorge volvió a los entrenamientos junto con el resto de sus compañeros el 21 de mayo, pero todo fue muy diferente en los primeros compases. En las primeras sesiones, los ejercicios eran individuales, con regulares tomas de temperatura y con uso obligatorio de guantes y mascarilla. Ha sido bastante molesto entrenar en esas condiciones, pero a medida que hemos ido pasando de fases, hemos podido entrenar más colectivamente. El fútbol es un deporte de equipo y si no trabajas todos juntos es complicado estar bien preparado».
A pesar de todo, Jorge considera que es difícil afrontar un partido tan importante como este a 90 minutos y después de llevar más de cuatro meses sin competir. Sin embargo, afirma que el equipo «está en buenas condiciones» para afrontar la eliminatoria y para jugar el que considera hasta la fecha «el partido más importante de su carrera».
Hasta ahora no había jugado ninguna fase de ascenso a Segunda División aunque sí que había disputado algún playoff para subir a Segunda B con el equipo de su ciudad y en el que jugó la pasada temporada, la UB Conquense.
El fútbol como la vida, cambia radicalmente en muy poco tiempo. El pasado año, Jorge descendía a Tercera División con la Balompédica y el Castellón se salvaba en las últimas jornadas: «Las cosas cambian muy rápido. Sales de un momento negativo y nunca sabes cuando se le va a dar la vuelta a la tortilla, pero por suerte el Castellón confió en mí y ahora estamos aquí».
Pero Jorge siempre tiene el recuerdo de Cuenca allá donde vaya y toda su trayectoria tiene como zona 0 la ciudad de las Casas Colgadas: «Cuenca me ha criado desde pequeño en el ámbito del fútbol y no puedo estar más agradecido a todas las categorías inferiores por las que he pasado como la Escuela Municipal, el San José Obrero y el Conquense» recuerda. En estos momentos importantes, tiene presente ese recorrido de años atrás que ha llevado «a llegar a este partido tan importante».
Un partido, en el que por desgracia su familia de Cuenca no podrá estar tan cerca como siempre aunque los sentirá como nunca: » Mi familia por medidas de seguridad no creo que pueda acercarse a la zona del estadio pero supongo que lo verán por la tele y yo sabré que me están apoyando» cuenta el futbolista.
Seguro que su familia desea lo mismo que sus compañeros de equipo llevan semanas diciéndole, que será él quien marque el gol que certifique el ascenso: «Mis compañeros, como no he marcado todavía en liga, me dicen que ese gol tan importante y lo voy a meter yo, así que lo firmo ya» comenta entre risas. Las claves para poder ganar son según el extremo conquense «minimizar errores y tener esa pizca de suerte necesaria en los momentos importantes».
Como si de la filosofía cholista se tratase, Jorge no habla del futuro y solo tiene la mira en el partido del 18 de julio: «Lo primero es el partido y luego yo tengo contrato aquí y ojalá se pueda cumplir en Segunda División».
De momento, al jugador conquense solo le separa el histórico equipo riojano de cumplir un sueño y llevar el nombre de Cuenca al fútbol profesional, aunque sea a título individual.