El Conquense sale goleado de Cáceres tras empezar ganando (3-1)

Los blanquinegros hicieron una primera parte soberbia pero perdieron el control en el tramo inicial de la segunda

La Unión Balompédica Conquense ha salido goleada este domingo de Cáceres (3-1) en un partido en el que empezó ganando, pero en el que acabó noqueada y desaparecida. Y es que hubo un encuentro, pero dos partes muy bien diferenciadas, tanto en juego como en marcador. Cielo e infierno, o casi.

Los visitantes comenzaron el encuentro muy metidos en su función y supieron desde los primeros compases adaptar el ritmo a sus intereses, defendiendo con solvencia y trenzando contras llenas de peligro. Había igualdad tanto en el dominio del balón como en las alternativas, pero la sensación que transmitían los de Rober Gutiérrez era de control. Y, a veces, en el fútbol el control en todo. Así que no tardó en llegar la recompensa. En el minuto 19, Sergio Rodríguez lanzó un gran centro, la pelota se quedó muerta dentro del área y Yuya Yoshimura la reventó contra la red. 0-1 y derecho a soñar con la Copa del Rey y el playoff, todo en una.

El gol permitió al Conquense reforzar su estrategia, a pesar de que se tuvo que retirar lesionado Bema Sina, al que sustituyó Marcos Recuenco. El Cacereño lo intentó reiteradamente y provocó unos cuantos córners, pero esa percepción de seguridad no se escapó en ningún momento e incluso se encadenaron varias ocasiones que hacían ilusionarse con aumentar la renta.

No llegó ese segundo gol y el descanso fue más que un punto de inflexión. Los locales saltaron al Estadio Príncipe Felipe mucho más enchufados, totalmente conscientes de lo que se jugaban (si no puntuaban el Guadalajara subía ya matemáticamente a Primera División) y anularon a su rival. A los cuatro minutos empató el Cacereño por mediación de Pau Palacín.

Los locales se hicieron dueños y señores de la posesión y también del terreno de juego. Así que las tablas no duraron demasiado. En el 58, y tras alguna ocasión previa muy clara, se pusieron por delante con un gol de Jaime Sancho. Fue el mismo jugador el que, apenas seis minutos después, se emborrachó otra vez de gol y puso el 3-1 que terminó por ser definitivo.

El Conquense estaba noqueado y apenas pudo salir de ese estado de shock. Lo intentó Rober Guitiérrez moviendo la alineación y la plantilla e incluso logró tocar más balón y recuperar posiciones en el campo. Pero no fue suficiente, faltó siempre un pase final, una carrera más veloz, un mejor entendimiento. Apenas hubo ocasiones de tal nombre y el Conquense se viene de Cáceres con honra, pero sin las ambiciones rotas.