El Conquense ahonda su crisis y recibe una goleada del Cacereño (1-4)

Los minutos iniciales de la segunda mitad, con un deslumbrante Christian en la delantera extremeña, fueron determinante para la suerte del partido

La Unión Balompédica Conquense ahonda su crisis. El equipo blanquinegro ha encadenado su cuarta derrota consecutiva tras caer este domingo ante el Cacereño por 1-4 en La Fuensanta en un partido que estuvo marcado por el inicio de la segunda mitad, cuando los extremeños marcaron dos tantos en poco más de diez minutos mientras que los castellanos se quedaban en inferioridad por una roja para Recuenco.

Los visitantes avisaron desde bien temprano: en el minuto 3 Inglés estuvo rápido al corte para desbaratar una clara ocasión, con Christian quedándose solo delante del portero Álvaro Hormiga. Después de ese susto hubo una sucesión de ocasiones en ambas áreas, aunque ninguna con excesivo peligro. El Conquense tuvo un par en las botas de Pablo Olviares y Caba, pero no fructificaron. Lo mismo vino a suceder con un cabezazo de Sancho por parte del Cacereño. La igualdad fue la tónica dominantes en prácticamente en el primer tiempo y así quedo reflejado en el 0-0 con el que se llegó a descanso.

Otra cosa muy distinta fue la segunda mitad. Apenas cuatro minutos después de la reanudación Christian Martínez inauguraba el marcador. El delantero fue con toda claridad el jugador más determinante del partido por su clase y velocidad, dos talentos a los que añade una actitud competitiva de las que caracterizan a los grandes jugadores.

A punto estuvo de empatar de inmediato el Conquense, con una falta lateral de Caba que se envenenó y tuvo que despejar el guardameta visitante.

Pero no sólo hubo empate sino que fue otra vez Christian, y apenas cinco minutos después de su primer gol, mientras iba rapidísimo camino de la portería, el que provocó un penalti y la expulsión de Marcos Recuenco. Fue el propio Christian que se encargó de transformar el penalti y poner el 2-0.

Costaba remar a la contra, en inferioridad numérica. El Conquense no se descompuso, aunque los nervios inevitables se dejaban notar, y se lanzó a intentar acortar distancias. Lo intentó Monterde, aunque se tiró se fue demasiado alto. Y en el minuto 68 llegó la recompensa: Jairo, de penalti, ponía el 2-1 que amarraba a los balompédicos a la esperanza.

Hubo algún acercamiento más a los los lados del campo hasta que un gol de Marcos Carrillo en el 82 sentenciaba el partido. Todavía hubo tiempo para que en el añadido los extremeños aumentasen su renta con otro gol de Álvaro Clausí. Había tenido alguna ocasión inmediatamente antes e incluso de le anuló un gol. Un 1-4 que fue un castigo excesivo y un tramposo resumen numérico de lo visto en el campo, pero fue lo que fue. Los de Cáceres supieron leer mejor el partido y demostraron más oficio y temple. Y tenían a Christian en la alineación, claro.

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