Así llega el fútbol castellano-manchego a la fase decisiva en Tercera

La espadas en los tres grupos están por todo lo alto. La noticia positiva para el fútbol regional es que asegura tres equipos en la futura Segunda Federación

La Segunda División B vive sus últimos meses de vida. La reestructuración de la competición que ha previsto la Real Federación Española de Fútbol cambia por completo el formato actual y en estas fechas se disputan partidos decisivos para muchos clubes de las categorías inferiores del fútbol español. Ganar o perder un partido puede implicar una diferencia de hasta dos categorías, lo que aumenta el interés de los aficionados, que acceden a esta página para buscar la mejor información sobre casas de apuestas y pronósticos. Porque la Tercera División española genera cada vez más tráfico de audiencia. 

La fase regular en el grupo de Castilla-La Mancha ha dejado a varios históricos fuera de la pelea por el ascenso a la Segunda Federación, que será la cuarta categoría nacional. El CD Toledo ha podido meterse entre los seis candidatos al ascenso y compite con Marchamalo, Albacete B, Calvo Sotelo, Quintanar del Rey y Torrijos. El salto es importante, ya que esta nueva categoría es muy superior a la actual Tercera y se convertirá el paso previo al fútbol profesional. Esta nueva liga de seis equipos, en la que se disputan seis jornadas, está muy igualada y el resultado sobre quien logra ascender no se conocerá hasta la última jornada. Sería un logro histórico para algunos de estos clubes, que hasta hace poco competían en el fútbol regional. El Toledo, junto al filial del Albacete, son los máximos favoritos al ascenso. 

El Conquense quiere evitar el descenso

La cruz está en la fase por evitar el descenso, donde han caído varios históricos del fútbol castellano-manchego. El Almansa, que hace unos años disputaba playoff por ascender a Segunda B, vive momentos complicados y pelea ahora por evitar caer a las categorías provinciales. Su objetivo es mantenerse en la llamada como Tercera Federación, que será el quinto nivel en el estamento del fútbol español. También pelea en una situación similar el Conquense, que hace tan solo dos temporadas competía en el grupo III de Segunda B. No lograr el ascenso el pasado año ha pasado factura, ya que la adaptación al nuevo formato ha sido muy difícil para el club de La Fuensanta. Al igual que el Almansa, el equipo de Cuenca busca asegurar la categoría y construir un proyecto de futuro que pueda pelear por dar el salto a la escala profesional durante los próximos años. 

El tramo intermedio de esta segunda fase incluye a otros clubes importantes de la Federación de Castilla La Mancha. La Roda, que llegó a enfrentarse al Albacete en Segunda B, Guadalajara o Tarancón buscan sus opciones de encontrar una ventana para poder ascender a Segunda Federación. El mal menor sería quedarse en una categoria que, pese a estar en un nivel inferior a la actual, se mantendrían en una competición de carácter nacional. 

Todavía en Segunda B 

La espadas en los tres grupos están por todo lo alto. La noticia positiva para el fútbol regional es que asegura tres equipos en la futura Segunda Federación. En un nivel superior, el Talavera pelea por el ascenso a Segunda, mientras que Villarrobledo, Socuéllamos y Villarrubia compiten por mantenerse en la Segunda Federación, de manera que la presencia de un buen número de representantes manchegos en esta categoría está garantizado.