Otra vez una victoria y dos puntos esfumados en los últimos instantes del partido. La Unión Balompédica Conquense ha vivido este miércoles en Ciudad Real una historia no calcada, pero sí muy parecida a la que ya sufrió el domingo en Illescas. Con 0-1 en el marcador ya en el tiempo de descuento, el Manchego ha conseguido empatar el encuentro en el minuto 93 con un gol de Edmilson en un centro al área. Jarro de agua fría reincidente y helador para un conjunto al que no le vale demasiado sumar de uno en uno en vez de tres en tres.
El partido, que estaba pendiente tras el aplazamiento por un brote de coronavirus en el cuadro local, había comenzado muy bien para los intereses de los blanquinegros. En un arranque espídico concatenando varias ocasiones, el Conquense logró adelantarse en el minuto 4. Fran Oller transformaba en gol el centro que desde la banda, tras una intensa carrera, Mubarak le había regalado.
¡Así se ha visto el tanto de @Fran10Oller en @CMM_Play !
— UB Conquense (@UBConquense) January 26, 2022
¡Vamos Conquense! pic.twitter.com/6lxCgSesKh
El tanto tuvo un lógico efecto de movilización para los mancheguistas, que tras el titubeante comienzo se lanzaron hacia el área rival y sumaron varias jugadas para poner en apuros a la zaga visitante. Providencial estuvo Manzano en el 40 para desviar al córner un centro al área.
El Conquense sabía por experiencias pasadas lo que sucede cuando se confía la suerte a una ventaja mínima y por eso se lanzó tras la reanudación a por más. A punto estuvo de repetir Fran Oller en el 47 con un libre directo que una decisiva mano de Xisco impidió que se convirtiera en el 2-0.
Conforme pasaban los minutos, la ofensiva local iba en aumento mientras el Conquense tiraba de dos virtudes que no son menores en el fútbol: pundonor y resistencia. Casi renunció, o el cansancio y el rival hicieron que renunciara, al balón, salvo algunos destellos intermitentes. Y así, con esos ingredientes, divisó la orilla del partido, pero casi para morir en ella. Los seis minutos que añadió el árbitro, Rubén Suárez, no fueron un buen presagio. En la mitad de ese tiempo extra llegaron las tablas. Un punto a domicilio, sí, pero que por el desarrollo de los acontecimientos amarga casi como las derrotas.