El Vivo Cuenca de fútbol sala ofreció este miércoles un partidazo en la Copa del Rey ante el Mengíbar, un rival que juega dos categorías por encima. El equipo conquense dio la cara en todo momento, circunstancia que fue reconocida por el numeroso público que se dio cita en El Sargal, con las gradas como en muchos partidos de balonmano.
El cuadro local fue capaz de remontar en el tiempo reglamentario el 0-2 con el que los jienenses consiguieron, tras arduos esfuerzos, ponerse por delante. De hecho, la mayor parte del tiempo imperó el 0-0 en el marcador hasta que los visitantes consiguieron ponerse por delante en el marcador mediada la segunda parte. Sin embargo, la reacción del Vivo Cuenca hizo posible llegar con 2-2 al final del partido y forzar la prórroga. Cuando faltaba poco menos de un minuto para llegar a los penaltis llegó el gol definitivo del Mengíbar que decidía la eliminatoria. El Vivo Cuenca fue despedido con una sonora y prolongada ovación que fue correspondida por los jugadores y cuerpo técnico desde el terreno de juego.
El propio conjunto jienense reconocía en su perfil oficial de redes sociales la «sufrida victoria en la prórroga por 2-3 frete a FS Vivo Cuenca que luchó con uñas y dientes».
