El fútbol femenino en Cuenca: un deporte en alza

Con el paso del tiempo, esta especialidad tiene más oportunidades para las chicas y más visibilidad en la sociedad.

El futbol femenino está empezando a conseguir una importancia a nivel nacional gracias a la Selección Española y a las retransmisiones televisivas y los títulos que han ido consiguiendo a lo largo de estos últimos años. Muchas chicas ahora se ven reflejadas en esas jugadoras que están rompiendo los estereotipos arraigados a este deporte y se van consiguiendo poco a poco más oportunidades. Algo que en la provincia de Cuenca y en su capital llevan también intentando tiempo con la formación de nuevos equipos y la consolidación de los antiguos.

Dentro de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha (FFCM), son ocho equipos femeninos los que compiten esta temporada: el EFB Jesús de la Ossa y el UB Conquense Femenino en Primera Autonómica Preferente Femenina; CD Motilla Femenino, CD Quintanar del Rey; Iniestense Balompié, CDE Pozo de las Nieves y CD Cuenca Deportiva en Primera Autonómica Femenina; y el CD Barajas de Melo en fútbol sala, que además también cuenta con fuertes equipos como el FS Vivo Cuenca, el Benitense FS, el Sport Villamayor o el femenino FS VivoCuenca-Pozo de las Nieves. Asimismo, en el Interescuelas juegan el CD Quintanar del Rey, EFB Conquense, EF Futbcuenca, CD Ciudad Encantada y EFB Jesús de la Ossa.

Con el paso del tiempo, esta especialidad tiene más oportunidades y más visibilidad. «Hay mucha evolución, en la región podemos estamos contentos y orgullos, aunque nunca es suficiente, todavía queda mucho por hacer, pero hemos ganado en competición muchísimo», señala la presidenta del Comité Técnico de Fútbol Femenino de la FFCM, Pilar López. Destaca que desde la federación «fue un acierto total sacar la categoría Preferente, ya que evitas en los demás equipos de regional grandes goleadas para los equipos que acaban de empezar».

López afirma que el progreso que hay «es tremendo también en las escuelas federadas, que este año se meten en 42 de momento, porque ha habido muchas nuevas, y lo importante es tener base. Se ha notado que hemos duplicado el número». Asegura que lo correcto sería ir creciendo «siempre con cabeza, la federación tenemos que ir poco a poco, siempre y cuando se pueda y se tenga licencias. Tener una competición por cada categoría seria el no va más».

Aún así, la presidenta del comité técnico de fútbol femenino afirma que todavía «falta mucho para que esté igualado al masculino». «Desde que la televisión publica empezó a emitir el femenino y meterlo en las casas, comenzó a subir todo. Cada vez hay mucha más gente que esta viendo esos partidos y engancha cada vez más. Tenemos nuestros profesionales, ya tenemos todo. Lo único que nos falta es dinero, que posiblemente no te podrás equiparar nunca porque no vendemos todavía lo que venden ellos. No es porque el femenino tenga menos difusión, sino que tiene menos visibilidad. Si queremos pedir y queremos igualarnos, tenemos que generar, y todavía no lo hacemos», señala López.

Cuenca como ejemplo de disciplina y oportunidad

El CD Pozo de la Nieves femenino fue un equipo pionero en la capital conquense al ser el único que ha llegado a estar en Segunda División. Jesús Niño es su entrenador y lo fue también durante ese hito. En su larga trayectoria como titular combinando el fútbol sala con el fútbol 11, ese ascenso en la temporada 2012-2013 «fue una gran alegría para toda la familia pocera», aunque admite tuvo poca trascendencia en Cuenca «porque las diferentes administraciones no nos apoyaron como se debía». Eso sí, «si tanto las niñas, como familias y amigos, lo disfrutamos y nos queda como recuerdo».

Niño ve que cada vez más niñas quieran apuntarse a un equipo de fútbol y estén interesadas por este deporte. «Gracias a las televisiones que están difundiendo, los partidos de la selección y los éxitos conseguidos ha traído un mayor interés», admite el entrenador del Pozo de las Nieves, aunque asegura que «en los estereotipos se ha mejorado mucho, todavía no está totalmente arraigado. Lo mismo que con la igualdad de la mujer, nos queda muchísimo por el momento».

De un equipo veterano puede salir otro nuevo, como es el caso del CD Cuenca Deportiva, un club creado esta temporada que debuta en Primera Autonómica Femenina con el objetivo de llegar a categoría nacional. «Nuestra idea era apostar por el fútbol femenino aquí, crear un equipo de cero e intentar subir de categoría poco a poco. Queremos hacer un fútbol de calidad en la provincia de Cuenca y sobre todo en la capital», asegura su entrenador, Iván Mateo.

El titular del Cuenca Deportiva cuenta que apostaron por un equipo femenino porque «hay que estar dentro para poder ayudar, conseguir recursos y las mismas oportunidades que tiene el fútbol masculino, por eso es por lo que estamos luchando, para que tenga todo el mundo material, instalaciones… y que todo lo que tenga el masculino, que lo tenga también el femenino».

Mateo ve que a pesar de que a nivel nacional este deporte está teniendo cada vez más importancia y avanzando poco a poco, en la provincia y en la región no se le está dando las oportunidades que debería tener. «Para mí estamos a años luz de otras regiones, empezando por las competiciones que se hacen». «Si no juegas cada fin de semana, que es lo que te hace ir mejorando, a parte de los entrenamientos, cómo vas a mejorar. Y es lo que no están haciendo por ahora», asegura el entrenador. Por ello, Mateo apuesta por que haya más variedad de equipos tanto en la capital como en la provincia, donde puedan elegir, «que no solo haya uno y se queden niñas sin jugar, porque de años atrás a ahora sí que hay más chicas interesadas».

«Estoy orgullosa porque cada vez hay más interés y va a poder seguir creciendo»

La jugadora del UB Conquense Femenino y capitana, María Pradel, lleva jugando al fútbol desde los 16 años y siempre en el mismo equipo. Para ella, este deporte viene de familia y se considera una referente para las niñas que están empezando o quieren jugar al fútbol. «En la escuela de la Balompédica Conquense hay muchas niñas que les ponen muchas ganas y rendimiento para intentar llegar a ser lo más profesional posible, y cada vez se ve cómo hay más con ganas de jugar al fútbol. Yo por eso estoy muy orgullosa, porque gracias a ellas vamos a poder seguir y va a seguir creciendo el fútbol femenino».

Un crecimiento que la jugadora ya considera favorable durante estos últimos años. «Nos van dando la importancia que tenemos y nos dan el sitio que tenemos que tener a la hora de jugar, en el campo. Cada vez nos están dando la misma igualdad», asegura la capitana.