Los fallos en ataque condenan al Incarlopsa Cuenca ante el Granollers en El Sargal (29-34)

El recital de Grabvac en la portería y la labor defensiva no han evitado una holgada victoria del sólido equipo catalán

La falta de acierto en ataque por parte del Incarlopsa Cuenca en los momentos clave ha resultado decisiva y ha marcado un partido que se ha llevado de forma holgada un Fraikin Granollers que no ha dado opciones el conjunto local. Los visitantes han ido por delante en el marcador durante todo el partido de forma cómoda a pesar del estelar papel del portero Grbavac y la buena labor defensiva del equipo conquense.

El partido ha empezado igualado y con escaso acierto por parte de ambos equipos de cara al marcador. Sin embargo, los visitantes han ido abriendo hueco mientras los locales iban dando muestras de que la parcela ofensiva iba a ser el lastre que decidiese el encuentro. Cuatro paradas providenciales del portero balcánico no eran aprovechadas para marcar y ampliar el marcador.

Prueba de la escasa pólvora de los locales en esta jornada ha sido que el luminoso marcaba diez goles a su favor con 25 minutos ya transcurridos de la primera parte. Los catalanes seguían a lo suyo apoyados en su solidez y oficio, sin dar opciones ni regalar nada para llegar al descanso con una amplia ventaja (13-18).

Demasiadas oportunidades

Tras el paso por vestuarios , el Incarlopsa Cuenca ha apretado y se ha colocado a tres goles de diferencia dando la impresión de que el encuentro podía coger otro rumbo. Sin embargo, un lanzamiento de Arnau al palo y una falta posterior en ataque han relanzado a los visitantes para ampliar la ventaja hasta los seis tantos tras tres errores consecutivos.

Lidio Jiménez ha intentado dar un giro al partido con una defensa 5-1 con Prantner de avanzado, uno de los más destacados de la tarde, pero las imprecisiones seguían lastrando el marcador que se ampliaba a +7 para los visitantes. Siete contras claras erradas, penaltis fallados e imprecisiones en ataque han sido un bagaje excesivo que ha terminado condenando al equipo y decidiendo el resultado a favor de un Granollers sólido e implacable que ha hecho valer su fortaleza en cuanto el rival le ha ofrecido una mínima oportunidad.