Hay días que los sueños se cumplen. También para un chaval conquense de 17 años que juega al balonmano y cuyo sueño es jugar con el equipo de su ciudad en la máxima categoría nacional. Héctor Chicano fue ese joven y el día un viernes otoñal en El Sargal, la cancha de su equipo de toda la vida.
Héctor Chicano debutó contra el Blendio Sinfín en la máxima categoría del balonmano con el Rebi Cuenca, un momento tan inesperado como ilusionante y motivador. Estudia Bachillerato por las tardes en el instituto Fernando Zóbel para poder compaginar su formación académica con la practica deportiva. Juega al balonmano desde hace seis años, tras dejar el fútbol, y actualmente está encuadrado en el juvenil del Rebi Cuenca.. El minuto 26 del partido contra el Sinfín quedará marcado en su recuerdo para siempre. Fue entonces cuando el entrenador Lidio Jiménez le dio entrada en un partido de la Liga Plenitude Asobal.
El jugador, que suele hacerlo de central, hizo diana y debutó con el primer equipo en su primera convocatoria. «Muy contento. Es el sueño que llevas pensando desde que juegas a balonmano, debutar con el equipo de tu ciudad encima en Asobal. Es un sueño que por fin se ha cumplido. Gracias al trabajo se ha cumplido ahora. La verdad es que no esperaba debutar y más porque un equipo como Sinfin te puede poner las cosas difíciles. Sabía que tenía que estar preparado, por si acaso, pero no tenía pensado que fuera a jugar». El ‘momentazo’ llegó cuando Lidio se dirigió a él para entrar en el terreno de juego. «Entré en el minuto 26 de la segunda parte cuando íbamos ganando de diez. Yo no estaba nervioso en el banquillo, pero cuando me dijo Lidio… El corazón fue a más». Su primera participación con los ‘mayores’ pudo redondearse con un gol pero…»Tuve ahí una oportunidad pero me pitaron pasos. Pero unos pasos un poco dudosos, la verdad».
Héctor se muestra muy satisfecho con este paso en su trayectoria deportiva que, además, supone un refuerzo en su motivación al ver que el trabajo realizado da sus frutos. «Al final, ves que con esta oportunidad que has tenido, todo el trabajo que llevas haciendo de antes se ve recompensado. En cuatro minutos has visto recompensado todo el trabajo que has hecho antes. Apartir de ahora ya hemos cumplido un sueño, ahora trabajar a trabajar para seguir cumpliendo los demás». Tampoco ha faltado, tras un momento tan especial, los momentos de ‘choteo’ por parte de familiares y amigos. «Claro, encima como tuve esa oportunidad y me pitaron pasos… ¡Ay, Chicano los pasos! Y te vacilan un poquito. Haber marcado ya había sido…».
El joven conquense asegura que «esto me hace motivarme un poco más y decir, hombre, Lidio ha visto que puedo dar algún minuto allá arriba, pues ahora voy a trabajar para que siga viendo que puedo dar más minutos y al final que me de más confianza. Al final, que salgamos jugadores de abajo, mola mucho».