El Incarlopsa Cuenca se deja en Logroño sus últimas opciones europeas (38-31)

Mal día para los de Lidio Jiménez, que solamente aguantaron con opciones hasta el minuto 23 de partido

El Incarlopsa Cuenca se había encomendado a su partido de este miércoles en Logroño para amarrarse a sus opciones de jugar en Europa el año que viene y ve alejarse el sueño tras una derrota contundente por 38-31. Los de Lidio Jiménez presentaron su peor versión defensiva, especialmente en la segunda mitad, y salvo en momentos muy concretos del partido nunca dieron la impresión de lograr el siempre difícil hito de puntuar en tierras riojanas.

El conjunto local comenzó mandando en el marcador gracias al acierto de su meta Rangel, toda una pesadilla para Pizarro, que propició un parcial de 3-0 en los tres primeros minutos. Los de Cuenca supieron recomponerse con relativa rapidez gracias a Maciel y su contagiosa templanza para empatar el encuentro a 4 apenas cinco minutos después.

Ahí empezó el guión de la película que prometía la sinopsis, es decir y dejándose de metáforas cinematográficas, igualdad en el marcador o ligeras ventajas alternativas. Aguantó así hasta el minuto 23 y su empate a 12, todo un punto de inflexión ya que los riojanos se aprovecharon del cansancio y la desconcentración visitante para ir abriendo una brecha que ni un rápido tiempo muerto supo suturar. Al descanso se llegó con un 18-14 tras otra parada de Rangel, en este caso a Thiago, una jugada que resumió el espíritu de este último tramo del primer tiempo.

Fue también la dinámica que se instaló tras el reinicio. Los ataques se hicieron protagonistas, especialmente el logroñés, que batía de manera rápida, que no indolora, y prácticamente a placer la meta de los de Cuenca, desconocidos en una de sus mejores bazas, la defensiva. A los cinco minutos de la reanudación la brecha era ya de siete goles (24-17). Cadarso Caballero eran unos apellidos de pesadilla para los intereses conquenses.

El resto del partido fue remar a la contra, muy a la contra. Con corrientes que en este miércoles parecían insalvables. De nada, o de poco, sirvió la entrada de Samuel. A falta de diez minutos para el final la diferencia se había agravado hasta los once goles (36-25) y en una de sus jornadas más aciagas de la segunda vuelta el Incarlopsa solo pudo tirar de profesionalidad para aguantar el chaparón y maquillar en lo posible el resultado.