Sin tiempo apenas para lamerse las heridas tras su derrota de este sábado ante el Guadalajara, el Incarlopsa Cuenca regresa este miércoles a la competición liguera. A partir de las 20:30 horas se mide con el Anaitasuna de Pamplona, en un partido correspondiente a la Jornada 9 que tuvo que ser aplazado por el brote de COVID-19 que afectó a los conquenses.
El encuentro se disputará en El Sargal, pero a puerta cerrada por las restricciones sanitarias vigentes en Cuenca y Castilla-La Mancha. Con las gradas vacías o, anteriormente semiocupadas, el pabellón que antaño era el gran aliado de los de Lidio Jiménez en los momentos de dificultad se ha convertido en todo lo contrario, una rémora donde se pierde lo que se gana fuera.
Contra esa tendencia habrá de luchar el Incarlopsa, como también deberá hacerlo frente a las bajas. Seguirá sin poder contar con dos jugadores troncales como son el portero Leo Maciel y el central Pablo Simonet. Tampoco con Ángel Pérez de Inestrosa, otro central, porque fue fichado con posterioridad a la fecha en la que inicialmente debería haberse disputado el cuentro.
Los navarros vienen de perder contra el Puerto Sagunto en la localidad valenciana pero antes de ese tropiezo encadenó tres victorias. Los de Quique Domínguez -técnico que despertó algunas críticas en la afición conquense por su susceptibilidad ante las primeras noticias de contagio- son octavos con diez puntos, uno menos que los de Cuenca.
José Manuel Iniesta Castillo y Alberto García Rodríguez serán los encargados de arbitrar el partido.
