La Asociación de Clubes Españoles de Balonmano (ASOBAL) pide amparo al Consejo Superior de Deportes (CSD) para desencallar «la actual situación de inseguridad» que atraviesa la máxima categoría del balonmano masculino español y que pasa por la ratificación de su condición de Liga Profesional acordada el 7 de julio de 2022 por la Comisión Directiva del CSD.
La decisión de convertirse en liga profesional tiene que ratificarse aún por el CSD, un trámite que se ha complicado porque el presidente del organismo, José Manuel Franco, ha dejado el cargo para ir en la lista del PSOE a las generales sin completarlo. El martes el Consejo de Ministros nombró a su sustituto, Víctor Francos. Mientras, la Real Federación Española de Balonmano -que tenía la condición de organizadora de la liga y que la perdería con el cambio profesional- ha exigido a los equipos de que se inscriban a través de ella.
«La falta de una resolución expresa en el ámbito administrativo, de mantenerse más allá del 30 de junio, imposibilita la entrada en vigor del nuevo contrato televisivo de la Liga Plenitude ASOBAL 2023/2024 y repercute negativamente en la vinculación de la Asociación con su patrocinador principal, además de congelar el convenio colectivo pactado con la Asociación de Jugadores de Balonmano (AJBM), y el resto de los activos de la competición doméstica, poniendo en peligro la disputa de la próxima temporada», advierten los clubes.