La Asociación de Clubes Españoles de Balonmano (ASOBAL) ha solicitado un «rescate económico» ante la situación derivada de la crisis sanitaria. Además, destaca que los clubes «no disponen de la estructura financiera suficiente para finalizar la temporada y mucho menos para garantizar su viabilidad, con la consiguiente pérdida, no sólo de empleos sino de un patrimonio clave en la vida social como es el deporte, más teniendo en cuenta la labor educativa y de salud que llevan a cabo los clubes en el entorno social y con el deporte de base».
Según el comunicado publicado este jueves en su página web, Asobal plantea un rescate económico «con la adopción de medidas por parte de todas las instancias con responsabilidades en el mundo del deporte y del balonmano. Para ello reclamamos que las administraciones públicas y autoridades deportivas sean conscientes de la situación y exigimos que, de manera urgente, se adopten medidas de ayuda económica para rescatar a los clubes, siguiendo el ejemplo de los países europeos de nuestro entorno». En este sentido, cita el caso de Alemania donde «un poco más de una cuarta parte del programa de ayuda de emergencia de 200 millones de euros del gobierno federal se destinará al deporte profesional. En total, se han solicitado casi 69 millones de euros pudiendo solicitarse 800.000 euros por club y, anteriormente, a principios de julio, se aprobó un paquete de ayudas para paliar las consecuencias de la crisis del coronavirus para el deporte profesional, dirigido a clubes deportivos y a empresas en competiciones profesionales y semiprofesionales».
La asociación de clubes pone de relieve que aunque la Liga Sacyr ASOBAL pudo comenzar en el mes de septiembre, «los efectos derivados de la situación sanitaria han obligado a tomar una serie de medidas para reforzar la seguridad y protección de los equipos y demás agentes deportivos, las instalaciones deportivas y de los espectadores. Por otra parte, la progresiva prohibición de la asistencia de público, desde el primer partido en algunas zonas, hasta llegar a la ausencia total de espectadores en casi todos los pabellones desde mediados de octubre y que ahora se está revirtiendo, aunque con aforo reducido en algunas comunidades autónomas, ha supuesto un escenario imprevisto y económicamente inviable».
Así, resaltan que los equipos «cuando planificaron los presupuestos de la temporada 20/21, ni en el peor de los escenarios pudieron prever la ausencia casi total de público, y, por consiguiente, la caída o desaparición de las partidas presupuestarias de ingresos procedentes de la venta de abonos, entradas, merchandising y la pérdida de una parte importante del patrocinio local o de proximidad, al que le interesa la visibilidad de la publicidad de su negocio durante la disputa de los partidos».