Entrevistar a un amigo produce sensaciones ambivalentes. Perdida la objetividad en favor del cariño por el entrevistado sólo queda disfrutar de un rato de charla con alguien con quien has compartido muchas cosas, no todas agradables claro. Y créanme, con Aníbal Gómez se disfruta mucho hablando, en tono coloquial, formalmente o directamente de risas, que de todo hay en esta entrevista. Después de muchos años de pelea, de no cejar en sus sueños y de desparramar talento a raudales le ha llegado una justísima recompensa en forma del mejor regalo que la vida puede hacerle a cualquier persona, dedicarse a lo que más le gusta. Y todo desde un pueblo de 2.300 habitantes de La Manchuela conquense.
Aníbal, tienes muchas cosas en marcha pero vamos a empezar por Los Felices Veinte, tu primera incursión en un late show televisivo, que conduce Nacho Vigalondo, se emite de lunes a jueves en el Canal Orange y también está disponible en el canal de Youtube del programa. ¿Cómo lo definirías?
En un año tan malo para la música, Los felices veinte es un alivio. El programa me ha permitido reencontrarme con Nacho, una de las personas con más talento que conozco, con el que ya había trabajado en series, pero esta vez en un late night cuatro días a la semana, un formato nuevo para mí. Nuestra relación es básicamente esta: él me hace reír a todas horas aunque para ello tenga que llevar al límite mi paciencia. Si hay tensión y molestia, hay humor. Trabajar con un director de cine en algo que no es una película resulta muy curioso y atractivo. Es un late show que rompe con todo lo típico de un late. Partimos del surrealismo porque queríamos huir del formato universal que todos conocemos como late.
Y además no tenéis música en directo, que parecía algo obligatorio en un late show.
Esa era otra cosa con la que quisimos romper. Yo uso un teclado, una guitarra e instrumentos infantiles para desmarcarme de las típicas orquestas de músicos virtuosos que hay en estos programas. Hemos cambiado los 10 ó 12 músicos por mí, que como no tengo estudios de conservatorio tengo que enmendarlo con mis mamarrachadas. Esa es la respuesta creativa, la realidad es que no había presupuesto para contratar a quince personas más.
¿Entonces es un late show moderno?
Pues fíjate yo creo que hay cosas en el programa que son bastante atemporales. Vemos a Nacho intentando conducir un late al uso y luego aparecemos Gakian y yo poniéndole piedras en el camino todo el rato. Incluso ejerzo violencia física gratuita contra el presentador, lo que es una falta de respeto inaudita, tirándolo al suelo a la vuelta de publicidad, acción que él suele aprovechar para distintas actividades como jugar al ajedrez, ver fotos o tomarse una infusión. Hay algo de comedia ancestral en todo esto.
“Los Felices Veinte es que Orange nos dio libertad total, quizá en otro canal no se hubieran dado unas condiciones tan favorables”
A lo mejor por eso es moderno.
Pues a lo mejor, porque hemos intentado hacer algo que para nada es forzado; lo bonito de Los Felices Veinte es que Orange nos dio libertad total, quizá en otro canal no se hubieran dado unas condiciones tan favorables.
¿Qué tal está funcionando el programa?
Bien, el canal está muy contento, estamos teniendo muy buenos datos de audiencia. Además el programa está atrayendo a los que buscan divertirse viendo algo distinto. Yo los llamo personas inteligentísimas, si se me permite ese peloteo.
Me decías antes que este programa había sido una bendición en un año tan chungo. Este tipo de plataformas de televisión están dando trabajo a mucha gente y están favoreciendo que muchos proyectos salgan adelante. Antes todo estaba muy encasillado en la televisión convencional y ahora hay muchas más opciones.
Esto es muy interesante y opino exactamente igual que tú. Antes había pocas opciones y costaba mucho romper determinados corsés porque todo estaba sujeto a la audiencia de ese día o de secciones concretas y lo que no funcionaba inmediatamente se cancelaba. Ahora ya no importa tanto la audiencia que tenga un programa en el momento de su emisión porque luego lo tienes en Youtube, o está disponible a la carta, y se va a estar viendo siempre que el espectador quiera. Eso da más opciones de crecimiento al proyecto. Ojalá nos pase a nosotros lo mismo.
“Procuramos no seguir un guion estrictamente y nos guiamos más por lo que quiere decir el invitado, no estamos constreñidos por un guion que nos marca todas y cada una de las cosas de las que hay que hablar”
¿De dónde viene el nombre de Los Felices Veinte? Es algo que se asocia con el charleston, los trajes de fiesta y el champán corriendo a raudales.
Se le ocurrió a Nacho Vigalondo. Lo cierto es que acabamos de entrar en los años veinte de este siglo pero de felices de momento no tienen nada, así que también hay una lectura socarrona con lo que estamos viviendo y lo que nos espera. También va mucho con el escenario elegido: el programa se enmarca en una fiesta que ya ha terminado. Hay luz tenue, bebida encima de las mesas, estamos viendo un antro en el que en algún momento se celebró una fiesta que ya acabó, algo que también es una metáfora de lo que ha sido el 2020. Una cosa que quería añadir sobre el programa es que a pesar de todo el teatro que nosotros hacemos no queremos bajo ningún concepto que el invitado se sienta incómodo, no traemos a nadie para que participe de nuestros juegos, ni para disfrazarlo, ni someterlo a una prueba física, ni apretarle en la entrevista. Creemos que la sola presencia del invitado y las cosas que nos cuenta es suficientemente interesante y atractiva. Procuramos no seguir un guion estricto y nos guiamos más por el recorrido natural de las respuestas del entrevistado.
¿Cómo actor tienes algo en marcha?
Este año he rodado la segunda temporada de El Vecino que se emitirá pronto. Es una serie que está creciendo y eso se nota por la calidad y por la apuesta que ha hecho Netflix. En cuanto a «Justo antes de Cristo» no sé si habrá tercera temporada.
“Pensé que un libro de dibujos se ve muy rápido y no quería encontrarme con los lectores pidiendo que les devolviera el dinero por haberse terminado el libro en diez minutos. Así que metí texto, que además de hacerme parecer un escritor más serio e interesante, me permitía contar un poquito de mi vida, saltándome, eso sí, todo tipo de linealidad temporal”
Además acabas de sacar un libro que tiene un título que es muy tuyo, «Estoy regular».
Créeme que el título no es de ahora, estaba puesto desde 2019 pero la verdad es que viene al pelo. Tú sabes que a mí siempre me ha gustado mucho hacer dibujos, aunque quizá llamarlos así sea muy pretencioso. Dejémoslo en “interpretaciones deformadas de la realidad”. Yo era muy de juntarme con los amigos y dibujarlos. Es algo que he ido colocando en sitios hasta que alguien me dijo que debería hacer un libro de dibujos y por supuesto le di la razón. La editorial Hidroavión se puso en contacto conmigo para encargármelo y a mí me pareció maravilloso, pero luego pensé que un libro de dibujos se ve muy rápido y no quería encontrarme con los lectores pidiendo que les devolviera el dinero por haberse terminado el libro en diez minutos. Así que metí texto, que además de hacerme parecer un escritor más serio e interesante, me permitía contar un poquito de mi vida, saltándome, eso sí, todo tipo de linealidad temporal. A veces hablo de cosas que me han pasado a mí y otras que me invento.
Para quien no te conozca, tú eres un tío súper mitómano.
Sí, claro, y el libro me pareció la excusa perfecta para rendir homenaje a todos mis mitos. Pero luego también dibujé a algunos famosos porque me apeteció, como por ejemplo Lydia Lozano, que la plantifiqué sin ninguna razón.
El libro ya está a la venta en librerías y en las plataformas de venta online de libros.
Sí, y aconsejo a los lectores que si tienen cerca una librería de barrio lo compren ahí porque siempre es más romántico y así ayudamos al negocio local.
Hablando de mitos, sé que es difícil que escojas solamente uno, por eso te voy a dejar que elijas tres, los tres mitos que más han influido en tu vida.
Los que más me han marcado son Depeche Mode, Mecano y Tarantino.
Antes de hablar de música me gustaría preguntarte si hay alguna de tus actividades en la que te encuentres mejor que las demás.
Va por épocas. Ahora en Los Felices Veinte hago un poco de todo, actúo, co-presento, dibujo, compongo canciones que duran sólo un día, me falta hacer de dj, que también es otra cosa a la que me dedico habitualmente. Actuando en los conciertos es donde mejor me encuentro porque todo es más catártico y hay una respuesta directa con el público.
“Los que más me han marcado son Depeche Mode, Mecano y Tarantino”
Vamos a hablar de música Aníbal. ¿Cómo se construye un grupo de culto desde un pueblo de Cuenca de 2.300 habitantes? Me refiero a Ojete Calor, por si alguien no lo sabe todavía.
Ojete Calor está compuesto por Carlos Ojete y Aníbal Calor y son muy nómadas. Para construir algo no hace falta consultar el Padrón Municipal de habitantes. No está regulado el acceso a la creatividad dependiendo del tamaño de un pueblo. Aunque ahora que lo pienso, sería bastante divertido que sí lo estuviera. Por ejemplo, todos los habitantes que residan en localidades con menos de 5.000 habitantes tendrán prohibido trabajar como diseñadores de redes neuronales artificiales, montar un grupo de glam rock o abrir una panadería en la que también te puedas sentar a tomar un café y a leer un libro. Y todas aquellas ciudades que superen el medio millón tendrán prohibido realizar cursos de macramé o bailar jotas manchegas.
El gran éxito de la pandemia, aparte del Resistiré, que fue como el himno oficial, ha sido Agapimú, que os ha aupado al nivel de starlets, porque grabar a dúo con Ana Belén son palabras mayores.
Carlos y yo teníamos la versión de Agapimú hecha antes de la pandemia, con nuestras voces grabadas. Queríamos que tuviese una producción musical optimista y nuestra ilusión era grabarla con Ana Belén, así que nos pusimos en manos de Antonio Resines y Loles León, que le fueron introduciendo a Ana Belén la idea y ella lo hizo encantada. Ana Belén es una persona súper inteligente y dudo que haya muchas más personas que con su recorrido se presten a hacer una versión en un tono más paródico de una canción que ya versionó ella. Pues se puso en nuestras manos y dijo sí a todo; teníamos incluso un video clip ideado que consistía en una road movie en la que aparecía Ana Belén como una autoestopista y acaba subida en el coche de Ojete Calor. Esta idea loca estaba prevista una semana antes del confinamiento, que fue cuando se grabaron las voces de Ana Belén, pero de repente nos tuvimos que confinar y se nos ocurrió lo de la video llamada, que era lo que estaban haciendo millones de españoles esos días. Al final esa conjunción de elementos hizo que la canción se convirtiera en lo que ha sido Agapimú, una especie de postal de recordatorio de un momento histórico tan duro.
Musicalmente este ha sido un año durísimo, porque ahora de lo que sobreviven los músicos y los dj es de las actuaciones en directo. ¿Cómo ha sido para vosotros este año?
Ha sido un año devastador para muchísimas familias. Cuando la gente piense en un concierto tiene que saber que no sólo somos los cuatro artistas que estamos actuando, detrás de cada espectáculo, o de cada sala donde hay un dj pinchando, hay un tejido empresarial grandísimo del que viven miles de personas. En España se ha dejado de vender mucha música pero en los conciertos la gente respondía muy bien y cuando esa parte también falla, todo se viene abajo. Muchos ya no se recuperarán. Cuando muere algo de esto muere algo más que una sala, muere el espíritu de cultura y de tradición musical que tenemos en este país.
“Al final esa conjunción de elementos hizo que la canción se convirtiera en lo que ha sido Agapimú, una especie de postal de recordatorio de un momento histórico tan duro.”
¿Cuántos bolos se te han caído en este 2020?
Más de veinte, entre actuaciones de dj y conciertos de Ojete Calor.
¿Y qué perspectivas hay para el 2021, estás programando actuaciones o pinchadas?
Sí, pero se está haciendo todo con provisionalidad, hay casos en las que estamos manejando ya una fecha C, por si la opción B tampoco se pudiera celebrar. Lo cierto es que hay un deseo enorme de que se hagan por parte de los promotores, artistas y público pero la salud es lo primero. El público de los festivales es muy fiel y en lugar de devolver la entrada prefiere esperar y usarla cuando se pueda llevar a cabo el evento en fechas futuras.
Tú tienes otro proyecto musical más desconocido, unipersonal, que es Ruido Paraíso, más pop, más minoritario, pero en el que sé que te encuentras muy a gusto y en el que vuelcas determinados gustos e influencias que en otros proyectos no puedes volcar.
Originariamente Ruido Paraíso surgió porque algunas de mis canciones no tenían cabida en mis otros proyectos, así que me encontré con un montón de temas que quería sacar pero no sabía dónde y me inventé un grupo. Ponerle de título “Aníbal Gómez” me parecía un rollo así que le puse nombre de banda, Ruido Paraíso, y saqué un primer disco. Luego seguí componiendo y saqué un segundo álbum. La pandemia no me dejó presentar en vivo el segundo álbum pero sí que me dejó algunas cosas de las que estoy muy satisfecho, como la colaboración con La Bien Querida en un tema que se llama «Milagro» que ha tenido un buen recorrido.
Ahora mismo la mejor opción que se nos presenta para volver a la vida normal es la vacuna. ¿Tú te vas a vacunar?
Sí, me voy a vacunar, ponlo en letras muy grandes. Quiero pensar que habrá pasado por suficientes controles como para ser segura.
“Yo nunca me he ido de Villanueva de la Jara, aunque me veáis haciendo cosas y esté en Madrid o de gira mis raíces están donde están”
Me gustaría hablar contigo de tu lado conquense. Mucha gente pensará que tú eres el típico artista que ha nacido en un pueblo de la Manchuela conquense pero que cuando has triunfado en tu profesión te has ido a vivir a una ciudad grande como Madrid o Barcelona, pero no es así, tú sigues siendo un tío de Villanueva de la Jara a tope.
Yo nunca me he ido de Villanueva de la Jara, aunque me veáis haciendo cosas y esté en Madrid o de gira mis raíces están donde están. Un árbol puede tirar ramaje para muchos lados pero las raíces en mi caso las tengo plantadas en mi pueblo, que es donde yo he nacido y al que le debo tantas cosas que he hecho. Para mí, la formación de una persona no está tanto en sus estudios o en lo que haga como en su vivencia o en los sitios que más le han marcado en su niñez o adolescencia. Estar en mi pueblo sirvió de motor para todo lo que luego he ido haciendo. El pueblo es un concepto muy amplio, de raíces, de familia, de amigos, es un punto de encuentro y en estos años yo me he encontrado con mucha gente que viviendo en buenos barrios de ciudades grandes envidian a la gente que tenemos un pueblo. Tener un pueblo es tener un sitio al que poder volver, un concepto que rodó magistralmente Pedro Almodóvar. Un pueblo es un sitio al que poder ir a curar tus heridas, a reencontrarte con los tuyos y La Jara es parte de mí, no es que me haya ido y luego haya vuelto, es que nunca me he ido.
Además te has hecho una casa que no sé si va a ser el epicentro de encuentros culturales y de retiro de tus amigos famosos.
Sí, cuando me retire haré paquetes promocionales para que la gente que no se pueda permitir un crucero pueda venir unos días a mi casa y les tocaré unas canciones, les haré unos dibujos, algún sketch, morteruelo y un chocolate caliente.
¿Te acuerdas cuando hace más de veinte años nos decías «cómo voy a vivir yo de mis tonterías”? Qué perseverancia, porque las cosas no han ido siempre tan bien como ahora.
Tú lo has dicho muy bien, perseverancia. Yo siempre he hecho lo que me gustaba. Y si no podía ser, intentaba que el trabajo tuviera algo que ver con lo mío. Mi vocación siempre ha sido una mezcla entre hobby y trabajo principal. Sé que esto es muy complicado porque hay gente que es muy creativa pero han buscado la seguridad de otros trabajos, porque la vida está como está. Pero eso, en muchos casos, te aleja de lo que quieres hacer. No creo que los que hagan eso se equivoquen, hay gente que no soporta vivir con la inseguridad que se vive en el mundo del espectáculo, fíjate este año lo que hemos vivido. Es una opción, simplemente. Como dices, no todo ha sido un camino de rosas, pero al final perseverando han ido saliendo las cosas.
Todo esto ha tenido dos apoyos, uno el de tus amigos, que siempre hemos pensado que tenías mucho talento, y sobre todo el de tu familia, que ha sido un báculo en el que te has apoyado siempre.
Esa ha sido la clave. Es muy importante tener un grupo de amigos como el que tengo. Que tengan tu mismo sentido del humor es algo maravilloso, porque esos son los cimientos de la amistad; que todos mis amigos no sólo me apoyarais sino que me siguierais con todas mis tonterías es muy guay, si no lo hubierais hecho vosotros quién lo hubiera hecho. Y por supuesto mi familia, por descabellada que fuera mi propuesta confiaba en mí y si me veían feliz ellos estaban felices.
Tú eres un creador de palabras, y pongo dos ejemplos, viejoven, que todo el mundo sabe lo que es, o pelo larvo, que es ese poco pelo que tienen algunos calvos y que llevan largo. Para terminar dime una palabra para definir el 2020.
Pues yo diría Balancerdo, que es una mezcla de hacer balance y ponerse como un cerdo.