«Veo que todos los espectáculos que hay en esta ciudad tienen ayudas menos la tauromaquia»

Entrevista del Domingo a Maximino Pérez, empresario de la Plaza de Toros de Cuenca

En 1999 aterrizaba en Cuenca Maximino Pérez como empresario de una plaza de toros que atravesaba un momento delicado, con una falta acuciante de público y con muy pocos festejos. Un cuarto de siglo después se podrá estar más o menos de acuerdo con la gestión de Maxitoro al frente de la plaza de nuestra ciudad, pero los números son incuestionables. Nos hemos convertido en la tercera plaza de España en número de abonados, y eso sin ponderarlo por el número de habitantes, la feria es un acontecimiento social cada año y las máximas figuras del toreo hacen un hueco cada año en su calendario para hacer el paseíllo en el coso de la Avenida de los Reyes Católicos. Y sin embargo, Mino, como le llama su gente, todavía sigue con ilusión y pensando en las próximas efemérides que celebrará en los próximos años.

– Madre mía Mino, 25 años, que se dice pronto.

Sí, se dice pronto. Este año hasta  me he teñido el pelo, fíjate, para creerme que estoy en el 99. Pero no, han pasado 25 años.

– ¿En qué ha cambiado Maximino Pérez en estos 25 años?

Como empresario, posiblemente en algunas actitudes para ir impulsando la feria y que se siga manteniendo, que es lo más difícil, pero en ilusión y compromiso no he cambiado, sigo teniendo los mismos que hace 25 años. Cada vez que hago una feria me sitúo en el 99 y pienso en cómo lo haría para seguir ilusionando a la gente, sigo pensando exactamente igual, hago los carteles para que los aficionados piensen a cuál no van, no a cuál van.

– ¿Por qué te dio por venir a Cuenca?

Porque mi padre estudió en la provincia de Cuenca, en el Melchor Cano, y tenía muchas amistades aquí. Yo era un crío cuando me empecé a fijar en Cuenca viendo que los avatares de esta plaza no eran buenos, con sólo 400 abonados, con espectáculos que no llegaban a 1.000 espectadores. Los políticos de la ciudad en ese momento tuvieron a bien depositar la confianza en mí y aquí sigo después de 25 años, tan mal no lo estaré haciendo cuando nos hemos convertido en la tercera plaza de España en número de abonados.

– Una vez le leí a Manolo Chopera que cuando él cogió la plaza de Madrid era una galleta seca y cuando la dejó era un bizcocho blandito al que todo el mundo le quería dar un bocado. ¿Eso te ha pasado a ti en Cuenca?

Exactamente igual. Esa era la lectura de un grande, quizá el más grande. Esa misma lectura podemos hacer de Cuenca, porque ahora mucha gente te puede decir qué teclas tienes que tocar aquí, pero hace 25 años nadie lo hacía y nadie se jugaba un dineral para venir a una plaza en la que no se vendía nada. Ahora vamos al acto social más grande que hay en la provincia a lo largo del año y que, les guste o no a todos los que dirigen las administraciones, lo va a seguir siendo. Si algún día los políticos decidieran que la tauromaquia no existiera, en el último lugar que desaparecería seguramente sería Cuenca.

“En ilusión y compromiso no he cambiado, sigo teniendo los mismos que hace 25 años”

– Hay gente que tiene la idea de que esta es una feria muy rentable. ¿Le has ganado dinero a todas las ferias que has organizado?

Noooo, he perdido en muchas, sobre todo en los inicios. Una que no fue buena la feria por falta de público y otra por inclemencias meteorológicas, pero luego ha habido más. Quien piense que es tan rentable es porque no sabe lo que cobran los toreros, y nosotros traemos a Cuenca los toreros que más cobran. Eso lo dicen lo que les crea recelo, porque no creo que alguien que sea de esta ciudad y aficionado a los toros, viendo lo que hay en otras ferias, los precios que tenemos aquí y a las figuras que traemos pueda decir que es tan rentable.

– En cualquier caso, tú eres un empresario, y el objetivo de un empresario es ganar dinero con su actividad.

Yo, gracias a Dios, tengo negocios que me quitan bastante menos tiempo con los que gano siete veces más que con este. Lo que pasa es que hay gente que no entiende que yo llevo en esto 33 años, que tengo una familia llena de hijos que tienen una de las mejores ganaderías de España, que van a depender del sector taurino porque es su pasión desde que nacieron. Yo llevo sin presentarme a un concurso de otras plazas desde hace 15 años, si esto fuera tan rentable me hubiera presentado a muchos, y no lo he hecho.

– Hubo una época en la que Maxitoro empezó a competir por las grandes plazas de España y llevó otras plazas como Guadalajara o Ciudad Real. ¿Por qué has dejado de hacer esto? ¿Te ha decepcionado el mundo de los toros o es simplemente estrategia empresarial?

No, simplemente fue porque era absurdo seguir, viendo cómo tenían acotados los políticos los concursos. Yo voy sólo a los concursos donde me llaman y donde se dejan regir por los baremos y las condiciones que yo pueda fundamentar. Ahí está el caso de Illescas desde 2016, con el resultado de que era una plaza que prácticamente no existía para el aficionado y que ahora es una plaza de referencia con la feria del Milagro. En Cuenca pasó lo mismo, y yo era un niño. Mi objetivo era Madrid, pero como hay mucha mentira en todo esto de los concursos yo no me iba a complicar la vida cuando otros negocios, repito, me van bien. Para qué me voy a complicar la vida con más plazas.

– ¿Ese capítulo está cerrado totalmente o aún hay una puerta abierta?

Totalmente cerrado. Tengo 55 años y no pienso en otra cosa, taurinamente hablando, que en seguir manteniendo la Champions en el nivel en el que está, seguir creciendo con la feria del Milagro, en afianzar el proyecto de apoderamiento con un torero que creo que puede ser máxima figura y ser un torero de época, y, a partir de ahí, dejar una autopista hecha a mis hijos, que por ellos es por los que sigo en este mundo, para que se hagan cargo de este negocio.

– ¿Estás preparando el relevo?

Sí, uno tiene ya 28 años, otro 25 y otro 22 y es lógico que cuando tú ves a tus hijos preparados para tomar el relevo poco a poco vayas cediendo los tratos, despacio, porque lo contrario sería un error, pero más a medio plazo que a largo.

– Vamos a hablar de la feria de este año. Una semana de toros en un contexto en que las ferias se van contrayendo.

¿Cuántos días de toros se daban en Málaga?, reducción, ¿cuántos en Zaragoza?, reducción, ¿cuántos en Córdoba?, reducción, ¿cuántos en Bilbao?, reducción. Casi el 95% de las plazas ha reducido sus espectáculos y qué casualidad que por nuestra mala gestión en Cuenca vamos a subir y estamos en una semana de toros. Creo que el que no valore lo que pasa en Cuenca es porque es antitaurino o es que no es de esta ciudad.

– ¿Te sientes infravalorado?

No, lo que me molesta son las críticas destructivas, las constructivas me gustan porque me ayudan a mejorar. Y lo que no me gustan son las conversaciones de bares, y por desgracia hay muchas que me llegan. Y encima es de gente que no tiene ni abono, cuando lo primero que hay que preguntarle al que critica es si va a los toros todos los días, y luego que haga las críticas que considere convenientes, que para eso paga. Pero esas críticas las he escuchado muchas veces y qué casualidad que son de gente que va un día. Eso es lo que me duele, porque hacen daño a esta ciudad, a mí no me lo van a hacer. A mí han intentado ya muchas veces hacérmelo y no lo han conseguido, ni ellos ni los que están en las administraciones públicas, ni ninguno, porque ya me he hecho duro. Esta feria es muy rentable para la ciudad: hotelería, restaurantes, comercios, hay mucha gente beneficiada por la feria, y si no, que un año echen el cierre y vemos el daño económico que tendría la ciudad. Yo colaboro para que toda esta gente salga beneficiada, pero si mi empresa sale beneficiada también encantado de la vida.

– Cinco festejos mayores, uno más que el año pasado. ¿Está aguantando el abono este aumento?

De momento sí, lo va a aguantar quizá con una bajada de dos o tres puntos, pero está dentro de lo previsto al haber un festejo más. No es fácil, porque se incrementa el precio por haber una corrida más. Yo le preguntaría a la gente si la economía está igual que el año pasado, creo que no y eso también se nota en el ocio, a pesar de que ha sido uno de los grandes beneficiados de la pandemia. Lo que pasa es que los recursos de la gente se van agotando y vamos a ver si puede aguantar el ocio. Si esto es tan sencillo y tan fácil por qué no se hace una semana de conciertos y meten cada día siete mil personas. Y eso que con los conciertos nos gastamos más de 100.000 euros. De la tauromaquia la administración cobra, que quede claro, por lo menos en mi caso, pero en otros espectáculos hay ayudas y en los toros no.

“Esta feria es muy rentable para la ciudad: hotelería, restaurantes, comercios, hay mucha gente beneficiada por la feria, y si no, que un año echen el cierre y vemos el daño económico que tendría la ciudad”

– ¿Te veo bravo, como que estás trabajando contra corriente?

Totalmente, estoy trabajando contra corriente, porque veo que todos los espectáculos que hay en esta ciudad tienen ayudas menos la tauromaquia, que paga, la administración recibe dinero todos los años de la tauromaquia y da rabia que encima te pongan como ejemplo la música, que nos cuesta un dineral los conciertos. Creo que las administraciones están para eso, para que todos los espectáculos reciban ayudas, pero todos, incluida la tauromaquia, y a mí todos los años me fusilan más. Y no lo digo por el canon que pago, o por el dineral que llevo invertido en la plaza, que estaba para tirarla. Y encima cada año la administración te va dando una vuelta de tuerca a ver si te puede sacar más. Que nadie se confunda, que hay gente que piensa que el Ayuntamiento nos da dinero, y no, ni el Ayuntamiento ni nadie, lo que hace la tauromaquia es ingresar dinero en las arcas del Ayuntamiento.

– Hablemos de los carteles. El otro día me decía un amigo que es muy aficionado, y muy crítico, que es un ferión. 

Todo es mejorable, pero los carteles yo creo que están muy bien. Un mano a mano con toros de Rehuelga, nada menos, tenemos a Morante con Juan Ortega, con la máxima figura emergente que es Adrián, con la máxima figura que hay ahora mismo que es Roca Rey, con Manzanares y Talavante en su cartel, y para rematar tenemos a Castella, que es la máxima figura francesa, con Perera, que es el segundo torero que más veces ha salido por esta puerta grande y con El Fandi, que es el tercero.

– ¿Está es una feria extraordinaria por ser el 25 aniversario o piensas seguir por este camino?

Es extraordinaria, pero hay una traca más gorda para la feria número 25, porque este año cumplo 25 años pero 24 ferias. El año que viene los aficionados se van a divertir. Y en 2027 se cumple el centenario de la plaza, así que algo habrá que hacer.

– ¿Ha sido complicado cerrar la feria? Porque el año pasado me dijiste que había sido muy difícil.

Este año también, me hubiera gustado que estuvieran algunos toreros que faltan en la feria, como es el caso, sobre todo, de Borja Jiménez al que le ofrecí venir el día 24 o el 28 y que por distintas causas declinó venir, no llegamos ni hablar de lo económico, un día lo tenía cerrado en un pueblo y otro no quiso matar la corrida de Rehuelga, que es una corrida que a algunos toreros no les gusta matar.

– La feria está estructurada como a ti te gusta, con los rejones en domingo y con los carteles más importantes lunes y martes.

Sí, eso es. Aquí los lunes y martes siempre han sido muy buenos, alguna vez también el miércoles, incluso con el no hay billetes. Eso es así porque el fin de semana hay fiestas todavía en algunos pueblos y esperan a que terminen sus fiestas para venir a los toros a Cuenca.

– Te quería preguntar por Ponce, que había gente que pensaba que podía venir a despedirse.

Yo pensé que también iba a estar, pero hablé con él, le dije que tenía que despedirse de Cuenca y me dijo que no entraba dentro de sus previsiones torear aquí, así que no hablamos más. Yo a Ponce le admiro muchísimo y me hubiera encantado que estuviera, pero qué le vamos a hacer.

– ¿Sientes que hay toreros que no terminan de apreciar esta plaza?

Yo pienso que hay toreros que no han tenido suerte en esta plaza, otros que por el calendario vienen de torear 10 ó 15 corridas seguidas y vienen a pasar el trámite y esos toreros son los que a lo mejor no la valoran, pero preguntarle al Juli si la valora, o a Morante, o a Fernando Adrián, o al Fandi, o a otros muchos. Hay toreros a los que Cuenca no se les olvida y hay otros que quizá no hayan valorado a Cuenca en la medida que lo deberían hacer.

“Ahora hay un mercadeo de las cuatro o cinco multinacionales que se cambian cromos y que son los que manejan esto”

– El año pasado de contaste que estabas muy dolido con lo que estaba pasando con Fernando Adrián y cómo se le estaba vetando en las grandes ferias de toda España a pesar de que había salido dos veces por la puerta grande de Madrid, algo que antes te aseguraba estar presente en todas las plazas de primera y segunda.

Ahora ha cambiado todo mucho. Yo con lo que estoy decepcionado es con la tauromaquia, porque lo que suponía antes abrir la puerta del príncipe de Sevilla o la puerta grande de Madrid ahora ya no se respeta. Ahora hay un mercadeo de las cuatro o cinco multinacionales que se cambian cromos y que son los que manejan esto, pero Fernando se rebela contra esto. Yo lo he hablado muchas veces con él y me ha dicho que él no está aquí por dinero, sino porque quiere ser la máxima figura del toreo, no quiere ser uno más y si no es con las figuras no va a torear, aunque tenga que torear menos. Fernando Adrián ha salido 25 veces consecutivas por la puerta grande de las plazas en las que ha toreado, tres de ellas en Madrid, ahora va a ir a la feria de otoño en un cartelazo. Fernando va a ser máxima figura, pero nunca va a ser un torero de muchas corridas, porque en el sitio que se pone no se puede torear mucho, ya le pasaba a José Tomás, tiene que estar todo muy medido, porque se los pasa muy cerca y se juega la vida. Él me ha dejado claro que tiene que ser así, yo lo respeto y comparto esa opinión y a todas esas grandes casas que no le han dado ni una sola corrida ni una sola sustitución les digo que tiempo van a tener, y todo va a ser con una sonrisa.

– ¿Esa rebeldía suya y tuya no puede suponer una marginación que provoque que no podamos ver a ese torero del que nos hablas?

No, va a ser todo lo contrario, va a ser un torero de época, y todos aquellos que ahora no le abren las puertas se las van a abrir de par en par, aunque les duela. Fernando Adrián sólo va a ir a las ferias, irá a alguna plaza de tercera puntualmente porque tengan categoría y vaya anunciando con las figuras, pero sólo va a ir a ferias para que el aficionado que lo vea lo valore. 

– Me gustaría terminar la entrevista volviendo a lo que han sido estos 25 años y quiero que me digas cuál ha sido el peor momento y cuál el mejor de este cuarto de siglo.

Los peores han sido la primera corrida de toros que celebré, que se sorteó a las tres y media de la tarde, con un cartel con Espartaco, El Juli y Manuel Caballero, lloré mucho ese día, y el día que llovió tanto y que mucho desaprensivo nos faltó al respeto a todos los trabajadores que estábamos allí, incluidos mis hijos, que eran menores de edad, para intentar que hubiera corrida. Esos son los dos momentos más delicados que yo he vivido en Cuenca. Y esos dos días, a las pocas horas, se convirtieron en los más bonitos, porque las dos corridas terminaron siendo un éxito y una satisfacción enorme para mí, esos fueron los dos mejores momentos porque lo había sufrido tanto que la alegría fue enorme, más incluso que cuando me sacaron a hombros.