La empresa puertorriqueña ToroVerde ha sido la única en presentarse a la mesa de contratación para adquirir los terrenos de la Sierra de Bascuñana y Tondos donde se pretende instalar el ecoparque turístico. Tras quince días de plazo para presentar ofertas, no ha habido más pujantes.
«La mesa de contratación y subasta era el proceso que se tenía que utilizar», ha declarado el alcalde de la ciudad, Darío Dolz. Aunque para él, una contratación directa habría sido «lo deseable».
Ahora ToroVerde y Nayara tienen diez días en los que deberán presentar la documentación del proyecto definitivo en la que se demuestre que cumplen todos los parámetros técnicos y medioambientales. Una vez acabe este plazo y la documentación esté en orden, al no haber otras opciones la Junta de Gobierno aprobará el proyecto de manera automática. Tras esto, el Ayuntamiento se hará a un lado y la Junta de Comunidades comenzará con los procedimientos urbanísticos de la zona.
Esta nueva información la ha confirmado el alcalde con el pliego ante él, en respuesta a las críticas que se hicieron desde Pueblos Vivos y Ecologistas en Acción. «Yo no sé lo que leen ni Ecologistas en Acción ni Pueblos Vivos. Que más que Pueblos Vivos lo que quieren es que los pueblos estén vacíos», así de contundente se ha mostrado Dolz.
Ha reafirmado, como ya hicieron en un comunicado desde el Ayuntamiento, que los 50 trabajadores son el mínimo necesario que se exigía en el pliego, independientemente de las expectativas de la empresa; que la opción a compra se podrá ejecutar solamente cuando el planeamiento jurídico esté aprobado, solo por parte de la empresa adjudicataria y solo para el fin con el que se le alquilaba (es decir, para utilizarlo como ecoparque turístico); y que los montes donde se realizará el recinto son bienes patrimoniales y no de utilidad pública.
Con todo esto, el alcalde ha comparado a ToroVerde con el resto de empresas que desarrollan sus actividades dedicándose al turismo activo de la naturaleza, y ha afirmado que este ecoparque servirá para «apuntalar el turismo no solo de la ciudad de Cuenca, sino todo el turismo y todo el desarrollo económico de los pueblos que están en el entorno».