«Quería que La Amapola incidiera en Villamayor de Santiago contando con gente de aquí»

Entrevista a la rapera rural Bewis de la Rosa por su nuevo tema.

El pasado 15 de enero, la cantante de Rap Rural Bewis de la Rosa, originaria de Villamayor de Santiago, lanzó su última canción «La Amapola», un tema creado con la charanga de su pueblo, El Desconcierto, y que forma parte de «Puchero de Recena», el EP que amplía su primer álbum «Amor más que nunca». La letra es una adaptación a la tradicional de Manolo Escobar y que año después se ha convertido en un himno en las fiestas de todos los pueblos gracias a estos grupos musicales. La rapera versiona esta canción con ideas de su proyecto y con el fin de hacer entender los diferentes vínculos amorosos de manera respetuosa estés donde estés.

¿Cómo te surgió la idea de crear esta versión de una canción tradicional con el sonido de una charanga?

Esta canción forma parte de Puchero de Recena, que es un ampliación de mi primer álbum «Amor más que nunca», y ha salido ahora la última canción, ‘La Amapola’, y forma parte con otras dos canciones. Esto surge porque, al estar creando mi nuevo disco, y en el estudio vi canciones que estaba escribiendo y cantando que tenían que ver todavía con mi primer disco. ‘La Amapola’ es una de ellas y yo ya tenía ganas de hacer una colaboración con la charanga de mi pueblo, porque son grupos de gente donde, de alguna manera, se junta y se celebra todo lo que se hace en un pueblo. Es un elemento muy significativo en Villamayor y me parecía que tenía sentido dentro de todo el discurso que he ido llevando durante este proyecto, que incidiera de alguna manera en mi sitio contando con gente de aquí y que hace música aquí.

La letra además ya la cantaba Manolo Escobar y las charangas la adaptaron para sus actuaciones, dándoles incluso un toque picarón y sexual. Me apetecía también dar una nueva versión a esta manera que tenemos de entender la fiesta y los vínculos, y a respetar a que cada persona esté donde esté pueda hacerlo de la manera en que lo considere, y siempre que se haga desde el amor y el respeto poder habitar este deseo en todas las formas posibles.

La canción hace todo el rato una analogía con el campo, el cultivo y la monogamia. Hago referencia al hecho de «subir al molino», que es el sitio de mi pueblo donde va la gente cuando liga. También tiene esa semejanza de las amapolas y los girasoles para hablar de la bisexualidad. Plantea una vinculación con el entorno entre lo antiguo y lo nuevo que al tener el sonido de charanga también recoge muy bien esa estética.

¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

Me he relacionado súper bien con todos ellos a la hora de hacer esta canción, son gente del pueblo que nos conocemos de toda la vida y accedieron muy rápido y con mucha emoción y contentas de formar parte de este proyecto. Mientras grabábamos quedamos a comer una paella y estuvimos muy guay. Estuvimos dos días, un fin de semana entero grabando la canción. Fue muy bonito grabar con ellos, con mucho respeto y nos lo pasamos muy bien. Compartir la música siempre es hermoso.

¿Cómo ha sido adaptar el sonido informal de una charanga a una canción tradicional?

Hicimos una precomposición mi compañero Ramiro, que es el productor de todo lo he hecho hasta ahora y con el que ambos nos entendemos muy bien y de forma muy coordinada. Esta canción, al tener tan poco tiempo, tuvimos que componerla previamente con líneas de trompeta digital, hicimos una preproducción de cómo nos gustaría que sonase y cuando llegamos al pueblo, estuvimos haciendo algunos arreglos y adaptaciones. Se trabajó de manera compositiva por partes, es decir, la idea de la canción, ellos se la aprendieron a través de partituras con los arreglos, y después cree la letra por encima a la vez.

La canción salió el 15 de enero… ¿qué tal acogida ha tenido estos días?

Pues muy bien, ha entrado en un montón de listas de reproducción, la gente la está cantando. Me dicen desde el pueblo que están muy contentos y que les gusta mucho. Yo estoy contenta porque al final esta canción tiene coherencia con el proyecto y con el hecho de hacer algo con la charanga de mi pueblo, además de la alegría y el agradecimiento de que la gente lo reciba bien.

¿Es la primera vez que la base de una canción se hace con instrumental de charanga?

Estando en 2025 ya se haya hecho y no me invente nada nuevo. No me creo creadora de nada. Las personas cogemos las cosas pero hacemos cosas nuevas y únicas porque les damos su textura, su mirada. Pero seguro que alguna charanga por ahí lo habrá hecho, u otro grupo con el que se haya rapeado.

¿En qué estás metida ahora y qué es lo que se viene?

Ahora estamos con la gira, que cerraremos «Amor más que nunca» en agosto y este año haremos los últimos conciertos. Después de esto, estoy trabajando en lo siguiente, pero con un pie puesto también en saborear lo que está pasando ahora, recoger la cosecha de lo que ha sido esta gira y cerrar este ciclo. Mientras tanto, estoy a la par trabajando en el siguiente proyecto, ya llevo desde 2023 que lo inicié, porque me gusta hacer procesos a fuego lento. Estoy cerrando unas cosas y abriendo otras. Como decía mi profesor de Historia del Arte, en las etapas históricas y artísticas no te mueres un día y naces al siguiente, hay un periodo de sobretejado que hace puente.

¿Y cómo estás viendo tu evolución musical desde que comenzaste?

Cuando estás haciendo algo durante mucho tiempo y toda tu energía la pones ahí, vas viendo cómo se va desarrollando. Es igual que una tomatera o una planta, todo lo que le dedicas tiempo, amor, energía, lo riegas, al final acaba transformándose. Lo que estoy intentando es ver la hojita que le sale a la tomatera, cada cosa que ocurre, agradecerla y no darla por hecho. Y también comprender que viene de un deseo muy fuerte de encontrar una coherencia, hacer un proyecto artístico que haya una verdad y serle fiel. Desde ahí, también ampliarme como ser humano de alguna manera.

Yo lo concibo como que he presentado una propuesta, y al tener una buena acogida externa me está permitiendo poder mantenerme en ella, porque hay también otro respaldo de la gente que lo escucha. Llevo casi once años en este mundo, y este el primero que veo que tiene ese viaje de ida y vuelta, es decir, yo lo lanzo pero hay personas, medios de comunicación, festivales, programadores, artistas colaboradores, que conforman el tejido más solido que también viene de estos años anteriores.