Procesión sin música, panecillos de San Antón y largas colas en la fiesta de las mascotas

Un centenar de conquenses han salido en procesión este viernes detrás de la querida imagen de San Antón que ha asomaba por la puerta de la iglesia Virgen de la Luz pasadas las cuatro de la tarde. Los vecinos han destacado la buena temperatura, porque el año pasado se puso a llover, y el recorrido, que ha sido más largo esta vez aprovechando la calle Belén. Una larga subida con su correspondiente bajada que se ha prolongado durante casi una hora por las calles empedradas de lo que parece más un pueblo que un barrio.

El párroco de La Luz, Ángel García Benedicto, ha encabezado la comitiva de peregrinos entre los que ha destacado la presencia del alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y el concejal de Participación Ciudadana, Alberto Castellano Barragán, junto a los populares Álvaro Barambio, Beatriz Jiménez y Soledad Blanco. El recorrido ha transcurrido sin incidentes siguiendo las indicaciones de la Policía Local que ha dirigido la comitiva.

Aún así, algunos participantes se han quejado de la ausencia de la Banda de Música y este hecho ha propiciado que muchos vecinos que salían al balcón al oírlo esta vez no se hayan apercibido del acto. En su defecto, los mismos asistentes se han arrancado a entonar algún tema popular religioso entre los tradicionales vivas al santo.

Una vez finalizada la procesión, sobre las 17 horas, el párroco se ha dirigido al parque contiguo a la Iglesia de la patrona para atender la repartición de la bolsa de panecillos y bendecir a los animales con el hisopo. Una cola que no se veía acabar más arriba del Puente de la Trinidad con todo tipo de visitantes, los que repiten y los que llevan años sin venir, incluso los que ya vinieron y esta vez traen a sus mascotas.

Perros de todas las razas, pastores alemanes, teckel, shih tzu, dachshund, husky, labrador, border collie. Gatos comunes y no tan comunes, cartujos, persas, siameses, tuxedos. Jaulas con canarios, periquitos y cacatúas, coballas y hámsters. Peceras y conejos entre abrigos de los niños. Caballos, y el más exótico, el gecko leopardo. Con nombres para todos los gustos: dinoplumi, draco, nube…

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