La concejal más joven de la corporación municipal, Nerea Sancho, ha cumplido este martes con la tradición de llevar el pendón de Alfonso VIII desde la Catedral hasta el Ayuntamiento de Cuenca. Ha sido el deán de la seo conquense, José Antonio Fernández, quien ha entregado el símbolo de la Conquista a la representante bajo la promesa de devolverlo este miércoles, día de San Mateo. Una tradición que se ha podido cumplir de forma completa tres años después, tras la suspensión del año 2020 y el acto simbólico por el interior de la Catedral que se hizo en 2021.
La tradición se ha recuperado de forma completa tras la pandemia con un cortejo que ha ido desde el Consistorio hasta la Catedral presidido por el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y acompañado por los concejales en el Ayuntameinto, el presidente de la Diputación, Álvaro Martínez Chana, la delegada de la Junta, María Ángeles Martínez, la subdelegada del Gobierno, Mari Luz Fernández, el presidente de las Peñas Mateas, Javier Benayas, numerosos peñistas con las pancartas de sus respectivas agrupaciones, el cronista oficial de la ciudad, Miguel Romero y el grupo de recreación histórica Conca, que ha alzado sus espadas al paso del Pendón.
La alegre marcha ha estado amenizada por la Banda de Música de Cuenca dirigida por Juan Carlos Aguilar. En la Catedral, José Antonio Fernández ha hecho entrega del pendón a Nerea Sancho tras una breve ceremonia. El himno de España ha sonado tanto en la salida de la Catedral como a su llegada al Ayuntamiento, donde el alcalde ha vitoreado a San Mateo y a Cuenca.
Por último, una sonriente Nerea Sancho ha ofrecido el pendón a los numerosos peñistas que había en la Plaza Mayor pese a ser día de diario. Como novedad destacable este año, la moda que han lucido muchas de las mozas y mozos en sus rostros en forma de brillantes alrededor de los ojos. Sancho ha cerrado el acto desde el balcón del Ayuntamiento con unos últimos vivas a Alfonso VIII, San Mateo y Cuenca.
Previo al acto del traslado han amenizado la tarde los gigantes y cabezudos y Tiruraina, y posteriormente, y antes de la suelta de vaquillas bravas, ha sido el turno de los pasodobles a cargo de la Banda de Música de Cuenca.