El escritor taranconero Jesús Vielsa presenta en la capital ese sábado 9 de noviembre su último libro, «Silencios y cicatrices», un poemario en el que aborda las heridas y la forma de sanar de una persona. Con este ya son tres los ejemplares que el autor publica después de «Puntos de vista» y «Luminiscencia». Este joven de 32 años destaca que escribir es para él «como respirar» y sus inspiraciones salen de las situaciones y pensamientos que le surgen en el momento y los traslada a la prosa, un género que le aporta «más libertad». El encuentro poético será este sábado a las 12 horas en la Biblioteca Municipal «Fermín Caballero» de Cuenca.
¿De qué trata este nuevo libro?
Va en la línea de los otros dos libros que tengo publicados, de prosa en el que intento abordar las heridas y la forma de sanar, su proceso. El primero de ellos sí que fue autopublicado, ya el segundo «Luminiscencia» fue mediante editorial, al igual que este tercero.
¿Y por qué este género?
Creo que me da libertad. Actualmente estoy escribiendo una novela, o sea que no quiere decir que es lo único que haga sea poesía. Pero sí es cierto que es el sitio en el que más cómodo me he sentido durante este tiempo de atrás, creo que nace del momento. Y al prosa poética te da esa libertad que a lo mejor la poesía concretamente ata de algunas manera. Este género es más libre, más musical, no lleva unas ritmas estrictas que te atan a ser de alguna manera. La prosa es algo que te nace en el momento, cualquier sentimiento, emoción que sientas a lo largo de la vida, para mí escribir es como respirar, en cualquier momento estoy apuntando en notas de móvil o donde sea. Es muy diferente a la narrativa, por ejemplo, pues en la novela en la que estoy trabajando ya te tienes que sentar y desarrollar una historia y personajes. La prosa es algo que todos los días tengo en mente.
¿Siempre te inspiras para escribir en tu vida personal o lo que ves en otras personas?
Es un poco de ambas. Sí que intento tener una perspectiva de «vista de águila» donde quiero creer que me doy cuenta de los detalles, y muchas veces si la vida te lo permite vas pendiente de apreciar esos detalles de la vida que te rodea. Muchas veces la inspiración viene de esos precisos momentos de un amigo, de cualquier situación externa. Pero al final, el toque que hace que te conecte con el lector o con las personas es el personal, que haces que abordes X tema desde un punto más interior.
¿Desde cuando empiezas a escribir de manera más profesional y decides publicar tus textos?
El de «Puntos de vista» está publicado en 2018 nació un poco aventura, sin pretender ser un libro, casi como todos en realidad. Ha sido muy gradual el hecho de profesionalizarlo de alguna manera o intentar llevar unas pautas más ordenadas. Pero empecé a publicar mis textos en redes sociales, no hay una fecha exacta, y motivado también por la gente y por quienes me leían. Al principio da miedo pero luego pasan estas cosas bonitas de la vida, que también me motivó a publicar el primer libro. Después fue un poco de bola de nieve, nació otra idea y quise abordarla de alguna manera y así.
¿Y la inspiración para escribir te viene desde pequeño?
Se podría decir que sí. Yo creo que viene motivado por dos asuntos. El sueño que tiene un niño siempre es alocado, yo quería ser actor y de alguna manera me ata al teatro. Eso hace que de más mayor y con los pies en la tierra piense que eso no vaya a pasar y por mi cuenta, de manera autodidacta, empiezo a escribir guiones, que me abre la mente. Todo eso hace que mi hobbie intente buscarme mis propias vías. Y por otro lado está la chica de clase que te gusta y le escribes un poema en silencio, cosas de cuando vas a la ESO. Una de esas cosas me lleva a otras y al final terminaba escribiendo mis propios poemas para mí.
¿Cómo ha sido la acogida de tu último libro?
La verdad que bien. Me he quitado un poco el lastre de las expectativas, que es algo que para los escritores cuesta un poco. El hecho de que los autores pequeños en la mayoría de las situaciones tenemos que labrarnos nosotros el camino, aunque luego te encuentras con gente que te va ayudando. Pero lo estoy disfrutado porque, independientemente del resultado en cuanto a números que no me gusta fijarme en eso, creo que la gente que lo ha leído nota por ejemplo mi evolución tanto personal como profesional. También gente que no me conoce de nada y ha venido a las presentaciones han salido con el corazón en un puño. Al final, hacerlo especial y conectar y crear esa atmósfera y ese hilo abstracto con la poesía es lo más importante.
Has comentado que ahora estás preparando una novela, ¿qué más proyectos tienes en mente?
Tengo varios proyectos entre manos. Por un lado hay un trabajo colaborativo con una editorial que se puso en contacto conmigo para hacer una antología poética, donde nos hemos juntado varios autores y cada uno ponemos nuestro pedacito. Todo va entorno al género romántico, pero cada uno tiene la libertad de hacerlo como sea. Es algo que ya se está trabajando y se publicará en nada. Por otro lado, también estoy con el siguiente poemario, que le falta algún proceso pero lo tengo casi terminado, y lo espero para principios del año que viene. Y con la novela, que llevo muchísimos años con ella, pero he notado ese avance profesional a la hora de abordarlo de alguna manera y está en un 70% acabada. Pero le tengo tanto cariño a este relato que quiero ser muy perfeccionista, por lo que no tengo prisa para decir una fecha, pero es algo que le estoy poniendo mucha dedicación.
No sé si nos puedes adelantar algo de lo que va…
Va sobre las fases que tiene una persona a al hora de afrontar un duelo. La novela está escrita en primera persona y en presente, con lo cual tú estás viviendo en todo momento lo que sufre y siente el personaje. Al principio, creo que de alguna manera llegas a odiar o a sentir lástima por el protagonista, pero a medida que va avanzando vas viendo esa evolución, lo vas conociendo, te sientes identificado hasta que llega un punto que conoces su historia, sabes por qué ha pasado. Vas viendo todo ese cambio y esa forma de pensar y afrontando ese duelo. También va muy ligado a la depresión.