“Nuestra feria taurina es el acto social que más gente congrega a lo largo del año en la provincia”

Entrevista con Maximino Pérez, empresario de la plaza de toros de Cuenca

Como otros acontecimientos importantes de la ciudad este año se recupera la Feria Taurina de San Julián en sus términos normales, sin limitaciones de aforo y con un abono a disposición de los aficionados. Por tal motivo, fiel a su cita anual con este medio de comunicación, Maximino Pérez analiza en esta amplia entrevista los pormenores de los carteles que ha presentado este año, con un festejo menos, sí, pero rematados a más no poder con la intención de que el coso de Reyes Católicos vuelva a lucir como en años anteriores repleto de público.

Llevamos casi dos semanas de renovación de abonos. ¿Cómo está respondiendo el público?

Muy bien. No es una sorpresa porque lo esperaba viendo el calibre de la feria, pero también tienes dudas porque ha habido dos años sin feria, porque la situación parece que se va torciendo económicamente a nivel nacional y no hay garantías de nada. Pero en definitiva estamos en la misma línea de otros años e incluso algo mejor y satisfechos hasta el momento.

Yo todavía no he escuchado a nadie decir que no le gusta la feria.

Algún aficionado me ha señalado algún torero que le hubiera gustado que estuviera en la feria porque hay gustos de todos los colores, pero esta feria es tan buena que el problema no es traer si no a quién quitar. La feria es completa, tiene un festejo menos y he aglutinado a todas las figuras, no me he dejado nada en el tintero y si valoras lo que es la feria es lógico que tenga el número de abonados que tiene. Por más que he hecho comparativas no he encontrado una feria de este calibre y con estos precios. Lo que pasa es que también es verdad que estamos en Cuenca, que somos sólo 55.000 habitantes y que en un radio de 50 kilómetros no hay más de 20.000 habitantes más. Nuestra feria taurina es un acto social y la gente a lo que va es a ese acto social, lo tengo clarísimo, es donde se aglutina lo mejor de todo Cuenca y es el evento donde más gente se congrega a lo largo del año en la provincia exceptuando la Semana Santa y San Mateo, que son gratuitos, pero de pago, desde hace 20 años, no hay ningún evento que congregue al público que congrega la feria taurina.

El otro día me decía un aficionado que el gran éxito de esta feria es haberle quitado un festejo, porque la gente tiene ganas de toros pero también de gastar un poco menos de dinero que otros años, el abono se le ha abaratado y además no está el ambiente taurino para aguantar cinco festejos, que es algo que hace 10 ó 15 años sí ocurría.

Posiblemente ese aficionado tenga razón y que abaratar un abono que ya tiene un descuento importante quitándole un festejo hace la feria más atractiva. Yo esto, a tiempo vista, ya lo veía venir, esto no tiene nada que ver con la crisis que parece que viene en otoño, tiene que ver con la pandemia, porque después de un año sin feria y otro con media feria el volver a crear el hábito a la gente de ir a los toros no es fácil. Mover los miles de personas que mueve esta feria es muy complicado y más en una población que es muy pequeña, ese es el éxito que hemos tenido en la gestión de los festejos taurinos. Y depende de cómo venga la situación seguiremos con los mismos o los subiremos, y con los precios igual, según como vaya iremos actuando. Pero en cualquier caso esto no es un éxito de Maxitoro o de Maximino Pérez, es un éxito de Cuenca, de todo el que vive aquí, porque todo el mundo tiene su parte interesada, bien sea porque te vas a divertir o bien por su parte de negocio, porque la feria taurina mueve mucho dinero y hay muchos negocios que incrementan su facturación durante esos días.

“Abaratar un abono que ya tiene un descuento importante quitándole un festejo hace la feria más atractiva”

Los toros generan mucho ambiente esos días.

El último estudio económico que hizo hace unos cinco años Diego Sánchez de la Cruz, que es un magnífico economista y un gran aficionado, arrojaba que el impacto económico de la feria en Cuenca estaba en torno a los tres millones de euros. Esa cifra en cuatro días es como que la lotería te toque en Navidad, porque eso va directo al bolsillo de los ciudadanos que viven en Cuenca y que tienen negocios, al margen de lo que supone a nivel de imagen, porque salimos en muchos medios nacionales por la feria taurina. Pero insisto en que eso es un éxito de la ciudad de Cuenca, yo sólo soy un coordinador de todo eso al que contrataron hace ya 24 años y que aquí sigo.

Los carteles están muy rematados, pero los carteles rematados con muy caros. ¿Ha costado mucho dinero la feria?

Sí, esta feria es muy cara, pero a mí no me importa porque yo juego con una ventaja con respecto a otros compañeros que están en otras plazas de este nivel y es que yo tengo una concesión a la que le quedan más de 20 años. Y por cierto, y aprovechando la entrevista, digo que veintitantos años al margen de algunos flecos que todavía tengo que ver con el Ayuntamiento, que todavía por la pandemia no se han cumplido y que ya los arreglaré con el Ayuntamiento si Dios quiere por la vía amistosa. Pero la ventaja que tienes cuando tienes un contrato muy largo es que juegas a largo plazo, no estoy jugando para ganar dinero este año, estoy jugando para que la feria sea rentable y tenga la misma imagen durante los próximos 20 años, o por lo menos intentarlo. Ya lleva más de 15 años estando entre las ferias más importantes de España y eso que cada vez tenemos menos población. Al final la rentabilidad no está en lo económico, está en el ambiente; si tú vas a una feria donde no hay ambiente un día puede funcionar pero ya no te genera el volver más días, y en Cuenca sí. Si en Cuenca no vas a los toros un día parece que te has perdido algo, pero si hubiera 2.000 personas en cada festejo en lugar de 7.000 la cosa cambiaría mucho. Si tuviera 1.000 contrabarreras, barreras y palcos más se venderían de sobra.

¿Las entradas más caras son las que mejor se venden?

No te lo imaginas, las entradas caras son las más demandadas. Quiero pensar que mientras sigamos trabajando con lo mejor que haya en el mercado y llevando esta política de precios, ayudados por un poquito de marketing y generando buen ambiente la feria de Cuenca va a seguir viva muchos años.

“En cualquier plaza de España cada vez va más gente joven, está creciendo mucho la afición entre los jóvenes, lo cual me alegra muchísimo”

Me llamó mucho la atención que en la presentación de la feria hubo bastante gente joven.

Sí, mucha. Y además en cualquier plaza de España cada vez va más gente joven, está creciendo mucho la afición entre los jóvenes, lo cual me alegra muchísimo, eso sí en el bono del gobierno no se incluyen los toros. Parecía que el sector taurino se había quedado atrás en lo que es la vida real y nos vamos adaptando cada vez más.

Vamos a los carteles. Comenzamos el sábado día 20 con la corrida mixta, que hace muchísimo tiempo que no se daba.

No, ahí me equivoqué yo en el dato, y tengo que pedir disculpas a la afición, porque hace bien poco di yo una mixta y no me acordé. 

En cualquier caso, es una mixta con unos nombres muy sonoros: Diego Ventura, Talavante y Roca Rey.

Esta es la mejor mixta que se puede hacer, en la que congregues a un rejoneador mejor que el que hay o a dos toreros mejores que los que hay es imposible. 

Lo de Ángel Sánchez no lo conozco pero me imagino que tendrá encaste Murube, que es lo que se suele torear a caballo.

Sí, tiene encaste Murube y es una ganadería a la que el otro día Ventura le cortó dos rabos.

Y Victoriano del Río es una de las ganaderías que torean las figuras en las ferias más importantes de España.

Eso es, ya diciendo que en San Isidro la matan las figruras se ve la categoría. Aunque también matan las figuras la de Juan Pedro y esa no la traigo, porque no me gusta.

Un mini mano a mano entre Talavante y Roca Rey.

Algún golpe que otro se van a dar, sí.

El domingo 21 toros de José Vázquez, una ganadería a la que tú eres muy fiel, para El Juli, Manzanares y Tomás Rufo, un torero castellano-manchego al que además se ha dejado fuera en una feria muy importante de la región. Me llama la atención que han entrado Juli y Manzanares en alternar con un torero joven que viene pegando muy fuerte.

Con este torero tienen un problema y es que es casi tan figura como ellos en tan sólo un año. Triunfador en Valencia, Madrid y Sevilla, ahí es nada. Quitar a Rufo de en medio lo puedes quitar porque sea caro pero no por otras cosas. Es el torero de moda, emergente, que no falla ni un sólo día y que a mí me ha extrañado mucho que no estuviera en la feria de Albacete, pero bueno, falta este y faltan otros tantos porque la feria de Albacete no me voy a meter en ese charco pero es un desastre de feria.

El lunes 22 viene Morante, que quizá es la máxima figura del toreo actual, sobre todo por el tipo de torero que es.

Los demás son figuras del toreo y Morante es el dios.

Verlo anunciado con una ganadería con encaste Santa Coloma lo deja a uno con los ojos abiertos como platos.

Lo ha pedido él. Yo lidié una corrida de toros el año pasado de Rehuelga y el primero que me llamó fue él para preguntarme cómo había salido y para decirme que este año quería matar una él, sin especificar la plaza. Así que fui a Rehuelga y gracias a Dios ha salido. Es una ganadería muy pequeña, con muy pocas vacas, con muy pocos toros, lidia muy poco todos los años, nos ha costado mucho componer la corrida y, gracias a Dios, creo que es una corrida muy bonita con cuatro o cinco toros que con que den la mitad de juego que dio la del año pasado nos vamos a divertir. Pero no nos confundamos, el toro de Santa Coloma es un toro agradable por delante pero no es el de Saltillo, eso sí por sus actitudes cuando embiste es un toro de faenas importantes. Aquí hemos lidiado un toro extraordinario con ese encaste que mató Juli y fue una gran corrida de Ana Romero; sin embargo lidiamos una de La Quinta, con ese mismo encaste, y no embistió ni uno. Pero Rehuelga es una ganadería muy controlada y yo le tengo mucha fe.

“Los demás son figuras del toreo y Morante es el dios”

Hablábamos antes de que la feria es un acto social pero más allá de eso también hay gente que va a los toros a ver toros distintos al monoencaste que domina ahora mismo la cabaña brava.

Aquí con esta ganadería y con cualquiera la gente se va a comer el bocadillo, pero aparte de eso el interés que te genera una ganadería como esta es distinto. Aquí hemos lidiado Victorino, Patas Blancas, Moreno de la Cova, y lo que sí me gustaría es que una de estas corridas toristas se consagrara para que pudiéramos traerla todos los años, porque las probaturas que hemos hecho en muchos casos no me han ayudado para seguir con ellas. Es un riesgo porque si no embisten las figuras, que son las que mandan, no se te anuncian con ellas y cuando el público empieza a fallar hay que quitarla de la feria.

Terminamos con los rejones, algo que si no me equivoco no es habitual.

En los últimos siete u ocho años la traíamos en domingo pero este año, por necesidades del guión de los toreros, la he tenido que volver a colocar el último día, que era algo que sí hacíamos hace más tiempo. No me importa porque los rejones funcionan bien siempre.

Son festejos que son un seguro de vida, tienen su público, que en muchos casos es distinto del de las corridas de a pie.

Sí, muchos sólo van a esta corrida. Y todas las máximas figuras del toreo a caballo están en la feria. Está Ventura, está Guillermo Hermoso de Mendoza y Léa Vicens, triunfadores en Madrid este año, y está Andy Cartagena, así que no le puedes pedir más.

Además el día 19 hay concurso de recortadores, que es un festejo que en Cuenca tiene mucho seguimiento.

El festejo popular está muy extendido en la provincia. A lo largo de estos más de 20 años he ido compaginando y alternando los festejos populares pero ahora llevo asentando el concurso de recortes unos cuantos años, siempre y cuando no los quemen las televisiones con espectáculos paupérrimos. 

Antes me ha llamado la atención una respuesta tuya en la que decías que hay flecos que tienes que ver con el Ayuntamiento y que esperas resolverlos de manera amistosa. ¿Hay desavenencias entre Maxitoro y el Ayuntamiento de Cuenca?

No, todo lo contrario, le tengo que agradecer al concejal Mario Fernández que me esté ayudando en muchas cosas y no tengo ningún problema con él. El único problema que tengo con el Ayuntamiento, que no es con Mario Fernández, es que en 2020, con la pandemia, pagué mi canon y todavía estoy esperando que me aprueben la ampliación de ese 15% que marca la ley del Covid cuando un contrato con las administraciones públicas es interrumpido. Lo llevo reclamando a ciertos funcionarios durante casi dos años y al final no se si me va a tocar litigar o no, pero lo voy a solucionar porque es un tema personal, parece que ya se ríen de uno y eso ya no me gusta. Pero tanto con el alcalde como con el concejal de festejos no tengo ningún problema con ellos. De todas formas, te aseguro que antes del mes de octubre está solucionado para bien o para mal.

“Lo que sí me gustaría es que una de estas corridas toristas se consagrara para que pudiéramos traerla todos los años, porque las probaturas que hemos hecho en muchos casos no me han ayudado para seguir con ellas”

Históricamente tú te dejabas la barba durante la feria pero ahora ya la llevas todo el año. ¿Hay alguna otra manía o superstición que tengas durante la feria?

No, no me afeitaré hasta que termine la feria porque me da confianza. Seguro que no tiene nada que ver pero voy a contar la anécdota: lo hacía durante muchos años y un año me quedaba sólo feria torista, que era la de Victorino, y como la cosa iba tan bien me afeité a las cinco y media de la tarde me afeité y a las seis y media empezó a llover, con lo cual no me vuelvo a afeitar hasta la once de la noche del día que termine la feria.

¿Y en ese momento qué es lo que esperas que haya dado de sí la feria?

Todos los años le pido a Dios dos cosas, la primera que nos haga buen tiempo y la segunda que los toreros estén a la altura de los tres o cuatro toros que embistan cada día, que es mucho pedir pero que ha habido ferias que los ha habido. Y este año le pido otra cosa, que no volvamos a vivir una experiencia sanitaria como la que hemos vivido, que embistan más o que embistan menos pero que no volvamos a vivir otra cosa igual.