María Alcalde, la conquense que reemplazó las matemáticas por la ópera para cumplir su sueño

La joven soprano del Coro del Teatro Real de Madrid ha compartido escenario con artistas internacionales del mundo de la ópera como Sondra Radvanovsky, Lisette Oropesa o Nadine Sierra

Ella es un buen ejemplo de aquellas personas a las que, desde muy jóvenes, tienen claro a qué se quieren dedicar profesionalmente. Cuando la conquense María Alcalde descubrió la música a penas sumaba diez años, pero fue diana de un flechazo de Cupido. Desde ese momento, la unión ha ido creciendo y forjándose académicamente para convertirse en la realidad que tanto había añorado, la ahora soprano María Alcalde es una de las muchas voces que configuran el Coro del Teatro Real de Madrid.

«Desde pequeñita me gusta mucho cantar, estaba en el conservatorio y primero hice el Grado Profesional de Violín. Después empecé con canto, porque me gustaba cantar y estuve en el Coro de la Catedral de Cuenca muchos años. De hecho, con el coro de niños del Conservatorio estuvimos en el Teatro Real e hicimos la ópera El diluvio de Noé, de Benjamin Britten y nos dirigía Emilio Aragón. Como me gustaba ese mundillo, luego me vine a Madrid para estudiar la carrera de Matemáticas», explica a Voces de Cuenca la propia Alcalde mientras se da los últimos retoques para continuar con el espectáculo musical en el que participará cuando finalice la llamada.

La joven, durante su estancia en Madrid, no descartó en ningún momento el ámbito musical, de hecho «mientras estudiaba la carrera de Matemáticas, volvía todos los viernes a Cuenca para seguir en el Conservatorio haciendo canto». Que reconoce que «cada vez era más complicado mantener el horario del conservatorio con seguir viviendo en Madrid».

Los dos campos son, aparentemente, paralelos. Sin embargo, para Alcalde «son en cierto modo igual de abstractos, hay abstracción también en el mundo musical pero a mí las matemáticas me sirvieron para darme cuenta de que disfrutaba más con la música, que en principio para mí era una vía de escape cuando acababa los exámenes. Casi todos los fines de semana participaba en algo que tenía relación con la música, recuerdo un musical que hicimos ‘No tengáis miedo’, un musical de las parroquias de Cuenca sobre la vida de Juan Pablo II», recuerda María Alcalde, que también añade que la ciencia le ayudó a «estructurarme la mente para ser bastante organizada y disciplinada en el mundo música».

María Alcalde, a la derecha, junto a dos compañeras.

Reemplazar las Matemáticas por la Ópera, que es en lo que a día de hoy se dedica la joven conquense, supuso «una lucha continua hasta que ya encontré mi sitio». María ha sido testigo del «sacrificio» que conlleva la música: «yo siempre he intentado lograr un hueco en la música, pero siempre tuve la opción de volver a las matemáticas si no encontraba algo estable, pero la clave fue que cuando acabé la carrera comenzaron a salirme ofertas de profesora de mates y relacionados, sin embargo, yo decidí irme a Valencia a hacer un máster de ópera e hice cursos en Alemania. Ahí ya me dije que lo intentaría durante algunos cuantos años gracias a que me apoyaban mis padres».

Tras muchas audiciones y muchos noes, María Alcalde, que ahora tiene 31 años, logró su objetivo: ser una más en el Coro del Teatro Real del que hoy forma parte. Ahora, uno de sus retos es conservar su principal herramienta de trabajo, la voz. Mantenerlas a punto conlleva una serie de compromisos a diario. «De la misma forma que se preparan diariamente los deportistas, mantener activa las cuerdas vocales todos los días forma parte de mi rutina. A los ejercicios de vocalización, que se realiza en grupo, que se suma el trabajo que yo hago por mi cuenta, como preparar obras y ensayar. Pero la clave para mantener la voz está en beber agua, comer sano y descansar».

Durante los últimos años, la joven conquense ha pisado las tablas de una multitud de teatros. Sin embargo, para ella, los que guardan mayor magia son el Teatro Real de Madrid y el Liceo de Barcelona. «Sin embargo todos tienen su encanto, las salas pequeñas y acogedora también me gustan, lo que pasa es que las propuestas escénicas en teatros más grandes son mucho más variada, lo que conlleva un equipo técnico inmenso».

María Alcalde, maquillada para un espectáculo.

Estar en las primeras butacas de un teatro de primer nivel, como es el caso de María Alcalde, también suma experiencias lejanas de lo común: «Una de las cosas que más me gustan de estar trabajando aquí es que vienen los mejores solistas del mundo y he cantado con gente de la talla de Sondra Radvanovsky, ahora va a estar Xabier Anduaga, un chico vasco que acaba de debutar en el Metropolitan de Nueva York. Estamos cantando con Lisette Oropesa o Nadine Sierra. En definitiva, gente buenísima que yo pagaría por escucharlos y con las que canto con ellos en el escenario».

Las producciones que se ponen en marcha en el Teatro Real de Madrid son obras de diferentes índole y época. También son de diferenetes autores y estilos. Pero la conquense María Alcalde, entre todo el amplio abanico de espectáculos musicales en los que ha participado, se queda con la ópera ‘Tosca’, de Puccini y ‘Jeanne D’arc au Bûcher’, de Arthur Honegger.

María Alcalde tiene claro que los jóvenes tienen que permanecer cerca de la ópera. «Creo que es una de las mayores formas de expresión de todas las artes juntas. Ahora que vemos tanto Netflix, la ópera equivale a ver toda una producción hecha en el mismo momento. A los festivales y a los conciertos vamos a ver música en directo, y la ópera une música, actuación, luces… que no es lo mismo verlo por una tele que vivirlo en pleno directo en el teatro. Porque crea momentos mágicos», destaca.

Actualmente, la soprano conquense participa en la representación de la obra de ‘Il turco in Italia’, de Gioachino Rossini. Una ópera que representará minutos después de haber mantenido esta conversación telefónica con este medio de comunicación. La representación de esta producción permanecerá en insigne Teatro Real hasta el 12 de junio. Cuya temporada finalizará a mediados de julio con la ópera ‘Turandot’, de Giacomo Puccini. Será entonces cuando a la joven conquense le toque descansar tras sumar casi 140 funciones a lo largo de toda la temporada.