María Elsa García, cofundadora de Sidrería La Figal junto a su marido en 1995, y Margarita Valiente, actual jefa de cocina del restaurante, han sido las primeras mujeres de fuera de Asturias en recibir el premio «Madres de la Sidra».
Estos galardones los otorga la compañía Sidra Trabanco a mujeres asturianas (al menos hasta ahora) que han dedicado su vida a proyectos relacionados con esta bebida. Esta es la sexta edición en la que se realiza esta gala.
María Elsa, asturiana de nacimiento, fundó este restaurante en la capital conquense hace casi treinta años junto a su marido y sus hijos. Afirma que fueron sus hijas, precisamente, las que convencieron a sus padres de que fuese una sidrería al haber pasado su adolescencia en Asturias. Desde 1995 han contado con esta marca de sidra en su restaurante, motivo por el cuál se decidió otorgarles este reconocimiento.
«Fue una ilusión muy grande recibir el premio, porque llevo ya unos años jubilada y no me lo esperaba para nada», afirma García. «Las mujeres y las madres hemos sido las que más hemos luchado, hemos estado siempre al pie del cañón», ha añadido.
Por su parte, Valiente también reconoce que es «un gran orgullo» que se acuerden de ellos después de casi 30 años. «Fuimos la primera bandera de esta sidra fuera de Asturias», afirma. En cuanto a la posición de la mujer en la hostelería, explica que «siempre hemos estado un poco en la sombra y dando menos la cara, pero siempre al frente de los negocios, de la casa, de la familia… compaginándolo todo». «Es un esfuerzo muy grande para la mujer y un reconocimiento muy grande que se agradece», sentencia.
El resto de «Madres de la Sidra» premiadas con sus respectivos restaurantes son María del Mar Blanco (Llagar de Titi); María Luisa Suárez y María Luisa Martínez (Títate al matu); Carolina Fernández (El Meriel); Gelasia Valdés (cosechera de Lavandera); y Cristina Buznego y Rosa Palicio (Casa Cristina). El premio honorífico fue para Yolanda Lobo.