Las Turbas de Cuenca vuelven a vivir un día triste con el fallecimiento de Francisco Torrecilla Guijarro, miembro de la histórica saga de Los Pantaleones, una de las familias de referencia en las madrugadas de los Viernes Santos conquenses. El grupo ha trasladado su más sentido pésame a los parientes y amigos del finado, que contaba con 58 años. La hermandad de Jesús Nazareno de El Salvador también ha expresado sus condolencias.
Torrecilla Guijaro fue una de esas figuras populares e imprescindibles que configuran la Semana Santa. Los que saben de ello decían que sus clarinás eran lo más aproximado al sonido puro y original del rito que se podía escuchar todavía. Hijo del número 1 de Las Turbas llamadas históricas, era también activo miembro de la hermandad del Cristo de la Salud ‘El Descendimiento’, donde ejerció como bancero en numerosas ocasiones.
Empresario de hostelería, entre otras facetas profesionales, desarrolló su afición por las artes plásticas con sus reconocidos pirograbados que fueron objeto de varias exposiciones de temática semanasantera en Cuenca y Sevilla. También se adentró en la literatura, con versos que fueron publicados entre otras cabeceras en Gólgota, la revista de Voces de Cuenca. También colaboró en el documental ‘Música para una Pasión’.