La falta de destreza con los aceros privó a todos los toreros abrir la puerta grande

Los novillos del debutante Pedro Miota dejaron un gran sabor a los aficionados en la presentación de Daniel Moset

Foto: Esteban de Dios

La cuarta de feria sería una novillada sin caballos en clase práctica que ocupó dos tercios del tendido para ver a novilleros de diferentes escuelas.

Abrió plaza El Gali de la escuela taurina de Málaga, con un novillo de la ganadería de Pedro Miota. Lanceó con lucimiento y buen aire a este primero que embistió brusco en los capotes y fue reservón en banderillas. En la muleta El Gali tuvo firmeza y temple para limpiar las embestidas rectas de este novillo. Por el pitón izquierdo tuvo más clase y soltura que supo aprovechar el novillero. Dos pinchazos y una estocada atravesada. La oreja pedida por el público no fue concedida con rigor de una plaza de segunda por el palco. Ovación en el arrastre de este abreplaza y vuelta al ruedo para el chaval.

Salió en segundo lugar un novillo castaño bonito de hechuras al que Alejandro Casado recibió de rodillas con dos largas cambiadas en el tercio y tres verónicas del rodillas. Se levantó para sobar la embestida que no fue fácil manejar los chismes con el viento. Parearon con facilidad los chavales de la escuela de Guadalajara. Inicio de rodillas con decisión Casado. Tiró del animal que embestía rebrincado. Fue cogido en el final de faena de rodillas, pinchó y falló repetidas veces con el descabello. Vuelta al ruedo.

Un novillo de capa negra salió en tercer lugar para Denis Martin, de la escuela de Almería. Con decisión y oficio. Estuvo listo y controlando la situación en todos los tercios. Novillero preparado y muy capaz. Final por manoletinas. Tres pinchazos y se echó el novillo de Pedro Miota. Palmas para el novillero.

El cuarto fue el novillo de más clase hasta el momento. Pedro de la Hermosa fue el encargado de lidiar a este gran novillo al que toreó muy despacio el alumno de la escuela de Guadalajara que brindó a Curro De la Rosa, banderillero de toros y maestro de la escuela. Con cosas de nuevo pero quiso hacer las cosas bien. Había que llegarle mucho a la cara y tirar con temple. Se puso muy artista con la espada y dejó media estocada que entró con fragilidad y dio varios golpes de descabello.

Salió el quinto para Simon Andreu de la escuela de Valencia que pegó una larga cambiada de rodillas de recibo. Banderilla con eficacia. Se vino a menos en la muleta el novillo. Toreó con gusto y temple. Con muy buen trazo. Estocada delantera pero hubo que hacer uso del descabello en varias ocasiones. Hasta el momento el novillero de mejor aire de la tarde. Oreja

El cierra plaza fue el local Daniel Moset que fue el novillero de mejor corte y más ganas de ser torero. Un toreo muy nuevo con una pasta que destacó por encima de los otros cinco chavales. Con pulso, queriendo torear despacio y asentado. Mató de estocada trasera y tendida que no hizo efecto como toda la tarde. Varios golpes de descabello quitaron la puerta grande a este novillero. Oreja.

Dejaron mucho que desear el nivel de los alumnos de las diferentes escuelas que con la espada sobre todo fue un auténtico desastre y las ganas de ser torero están muy por debajo de lo que deben ser los novilleros sin caballos.