La Facultad de Educación recuerda al filósofo y sociólogo Antonio Hernández, fallecido por coronavirus

Fue discípulo, entre otros, del antropólogo Claude Lévi-Strauss, y del filósofo fenomenólogo Paul de Ricoeur y ejerció buena parte de su carrera docente e investigadora en centros universitarios conquenses

La Facultad de Educación del Campus de Cuenca ha expresado públicamente su pesar por el fallecimiento de Antonio Hernández Sánchez, que fue profesor del centro y desarrolló buena parte de su carrera docente e investigadora en las instituciones universitarias conquenses.

Hernández murió el 25 de maro en Cuenca, víctima del Covid-19. Según recuerda la Facultad era natural de Ceutí (Murcia) y realizó sus estudios de licenciatura en París, donde fue discípulo, entre otros, del antropólogo Claude Lévi-Strauss, y del filósofo fenomenólogo Paul de Ricoeur.

Fue doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y doctor de Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro durante un tiempo de la Asociación Católica de Propagandistas, fue profesor del CEU-Universidad de San Pablo, de Madrid. Se trasladó a Cuenca como catedrático de Filosofía y Sociología de la Escuela Universitaria de Magisterio, pasando después a la Facultad de Ciencias Sociales, Ciencias de la Educación y Humanidades como profesor titular de Historia de la Filosofía de la Universidad de Castilla-La Mancha, en el campus de Cuenca, así como del centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en la misma capital.

Estudió a todos los grandes filósofos europeos del siglo XX: Michel Foucault, Gilles Deleuze, Jacques Derrida y Louis Althusser, entre otros. Autor de varios libros y artículos de filosofía, antropología y ciencias de la educación: “Antropología y Ciencia” (Murcia, 1979), “Tres temas de antropología” (Cuenca, 1981), “Tres estudios sobre filosofía de la educación, psicología y psicosociología” (Cuenca, 1983), “Sociología de la cultura educativa” (Cuenca, 1984), “Didáctica y sociología” (Madrid, 1988), “La educación imposible” (Granada, 1999) y “La personalidad obediente” (Cuenca, 1999). Su “Sociología de la educación” fue traducida al portugués y publicada por la editorial Tex, de Río de Janeiro.

Sin embargo, su obra más personal está conformada por una serie de artículos publicados en seis volúmenes, que fueron apareciendo en los últimos quince años, en combinación con las ilustraciones de los cuadros de su esposa, la pintora María Teresa Recuenco Escudero: “De pintar y escribir” (2006), “El terror de la belleza y otras divinidades” (2007), “La prosa de Acteón” (2008), “Biografemas” (2010), “La rosa de nadie” (2011) y “El jardín de Emily Dickinson” (2013).

También son dignas de destacar las tarjetas de felicitación de Navidad en los últimos años, en las que se unían la obra pictórica de María Teresa con sus pensamientos más relevantes, y que hacían las delicias de todas las personas que las recibían. «En el último año disfrutó escribiendo textos intimistas dirigidos a los miembros de su familia conquense, siendo digno de destacar el realizado a título póstumo para su cuñado, Julián Recuenco Escudero, el día de su onomástica, el pasado 28 de enero», recuerda la Facultad de Educación.