José Antonio Cebrián, un novelista quintanareño en la cabina del camión

José Antonio Cebrián, de 53 años, recorre el continente europeo acompañado de un ordenador portátil con el que escribe sus novelas, "El Nombre", su publicación más reciente ya ha alcanzado su segunda edición

Cuando hace veinte años José Antonio Cebrián, un vecino del municipio conquense de Quintanar del Rey, comenzó a dejar volar su imaginación a través de las ondas radiofónicas en una radio casera, jamás se imaginó donde lo situaría el tiempo dos décadas después. Cebrián, que tiene una voz grave, tiene dotes de comunicación desde pequeño y pronto comenzó a demostrarlo. Primero en la desaparecida Radio Almenar, de Peñas de San Pedro, en Albacete, donde se percataron de su «don de palabra» y posteriormente en sus cualidades al frente de la poesía.

Pluma en mano y sobre el papel, lo primero que escribió fue un poema dedicado a su madre, «a raíz de ahí seguí escribiendo hasta que llegó el punto en el que comenzó a venirme ideas sobre algo más importante», detalla. Sin embargo, una luz se le encendió tras visionar la película «El color púrpura», de Steven Spielberg y con Whoopi Goldberg protagonista. Tras ello empezó a diseñar todo y a darle forma a «El nombre«, la novela que publicó en 2022 que ya ha alcanzado su segunda edición.

Un proceso de cuatro años

«Ha sido un proceso tan largo que desde el primer momento que me puse a escribir, jamás pensé que podría publicarse. Lo hacía como un hobby sin saber que a la gente le iba a gustar. La comencé a escribir en el barco desde Valencia a Palma de Mallorca. Y pasaron cuatro años hasta que acabé de escribirla en el lago Lemán, en Suiza. De hecho, la novela la escribí en el camión durante mis ratos libres para no aburrirme, cuando llevaba la mitad aproximadamente se la envié a un amigo. Y cuando alguien con preparación le gusta lo que haces, te motiva más para seguir escribiendo», explica por teléfono mientras circula por carreteras francesas cercanas a Burdeos en su retorno a casa.

Ahora el camionero quintanareño se encuentra inmerso en las labores de redacción de su nueva novela, «una historia real de una familia en la Segunda Guerra Mundial, me la contaron y me gustó». No obstante, contempla la segunda parte de El Nombre, cuya fecha de publicación podría ser «a finales de 2024, si Dios me lo permite y la carretera me deja», añade.

José Antonio Cebrián junto a su novela «El Nombre».

Sus trabajos mantienen relación con la historia, «me gusta la historia y principalmente la Guerra de Secesión, sobre todo el motivo que la originó: la esclavización humana. Ha habido otros motivos a lo largo de la historia como la política, la materia prima, religión… pero por la esclavización es la única y no termino de comprender cómo pudo pasar aquello. Aquella época era así».

Acostumbrado a recorrer las kilométricas carreteras y vías de comunicación europeas, José Antonio confiesa además que siempre lleva algunos libros en la cabina de su camión. Lejos de casa siempre hay alguien español que le compra su novela. «La última fue una mujer española en un pueblo suizo, a quien le resultó muy curioso que un camionero escriba, a la gente le sorprende», apunta. Ahora, su empresa, Casanova, le ha dado una mayor flexibilidad para poder escribir: «como son viajes de unos 3.500 kilómetros me han dado más oportunidades para compaginarlo con la escritura y aprovechar más el tiempo, a pesar de que ya de por sí es una tarea muy complica en el sector. Con lo cual estoy muy contento».

José Antonio emprende dos viajes cada día, el primero para desarrollar la ruta por carretera hacia el siguiente destino. El segundo, hacia la inspiración. Algunas veces, cuando alcanzan una perfecta sincronía, no le ha quedado más remedio que estacionar su vehículo en área de servicio para encender rápidamente su ordenador y apuntar aquellas ideas que le han surgido. «Hubo una vez, en Lyon, que no paró de venirme ideas y no pude describirlas. Ahora tenemos las grabadoras, por lo que paré cinco minutos y me grabé un audio para saber lo que quería escribir por la noche. Te garantizo que el resultado de ese momento de inspiración es el más bonito de la novela y uno de los que más le gusta a los que la han leído».

La sorpresa de los compañeros

Ahora que ya está acostumbrado, José Antonio Cebrián aprovecha sus rutas matutinas cruzando el continente europeo para buscar la semilla darán su fruto en siguientes páginas de sus trabajos literarios. «Cada noche escribo tres o cuatro páginas durante unas dos horas y media. Y me sirve mucho para descansar la mente y desconectar». Algo que también atrae la atención del resto de sus compañeros: «Algún camionero me preguntan de dónde saco el tiempo, pero al final te lo quitas de dormir, es simplemente dedicarle tiempo y sacrificio».

Si algunos de los lectores que pasan su vista por esta pantalla digital tiene la oportunidad de tomar en sus manos alguno de los trabajos de Cebrián, deberá saber que en sus narraciones se topará la esencia de este vecino de Quintanar. «En mis novelas está todo sobre mi porque soy una persona muy pasional y muy sentimental, de hecho, una amiga cuando leyó mi libro me reconoció en uno de los personajes. Yo intento impregnar a los personajes de mi pasión por la familia, por la naturaleza, por la vida, por los amigos… y de alguna forma quiero transmitir que ellos vivieron su vida con esa pasión».

Ahora el vecino de Quintanar avanza su nueva novela, ya tiene avanzada las tres cuartas partes del libro y sitúa su finalización para finales de este mismo año. «Se lo presentaré a la editorial y si lo ve pertinente, la quiero publicar para febrero o marzo del año que viene. Las tareas de documentación están siendo intensas porque se ambienta en Rumanía y para ello estoy consultando y contrastando algunos datos», finaliza.