Johann Sebastian Bach cierra un excelente Ciclo de Adviento

Manuel Millán de las Heras

Todos los aficionados de las SMR sabemos que la principal piedra angular del cuarto festival más antiguo de España es el compositor alemán Johann Sebastian Bach. Si quieren saber los datos exactos, consulten el libro de Marco Antonio de la Ossa “Semanas de Música Religiosa, protagonistas, obras y gestión”. Por eso, la idea de cerrar con dos cantatas de adviento del Kantor de Leipzig es una idea entroncada con la propia tradición y supuso un broche ideal para esta edición.

El formato del concierto fue diferente a lo habitual. Propusieron una introducción pedagógica de bastante profundidad. El público pudo ser consciente de la melodía original del coral base de la primera cantata, giros melódicos de retórica barroca o la separación de determinados pasajes por voces para poder percibir la artesanía de la construcción musical. La explicación de Andoni Sierra fue recreada por los componentes de Concierto Poético en el mejor modelo de Pedro y el Lobo de Prokofiev o Guía de orquesta para jóvenes de Benjamin Britten.

En cuanto a la interpretación de las cantatas BWV 61 y 62 (ambas tituladas Nun komm der Heiden Heiland), siguió el modelo dominante y lógico de OVPP (one voice per part) en el coro, cuyos componentes eran a su vez solistas. Cantaron con perfecto equilibrio y amplitud sonora. La agrupación instrumental, plenamente historicista, posee un sonido cálido y lúcido a la vez. El conocimiento del estilo barroco en general y bachiano en particular rezumó de principio a fin y dejó claro el brillante porvenir de esta joven agrupación española.

La iglesia de la Merced estuvo abarrotada y ahí quiero remarcar el gran éxito de público de esta edición. Sin paños calientes: no he visto (por lo menos de manera generalizada) las típicas invitaciones de protocolo ni las que se dan en la Escuela de Música o el Conservatorio Pedro Aranaz. Los asistentes eran aficionados que se han dejado un dinero para disfrutar de la gran música de otros tiempos, con un comportamiento exquisito, atento y en el que nos podíamos recrear en la belleza del silencio. No sé si se debe anclar este ciclo en el puente de la Constitución, pero estoy convencido de que estamos en la senda correcta y confío en que este embrión llegue hasta la semana de pasión.