Israel Fernández demuestra por qué el flamenco es patrimonio de la humanidad con su cante en Estival

El cante del toledano, considerado una de las figuras más grandes del panorama, rindió un merecido homenaje al emplazamiento único de Estival Cuenca

Estival Cuenca se despidió de su escenario “Solán de Cabras”, ubicado en el Parador de Cuenca, con una confrontación de elementos patrimonio de la humanidad como son el propio trasfondo del espacio icónico del festival conquense, con la Hoz del Huécar como cámara gigante de sonido que fluye hasta los monumentos reconocidos internacionalmente por la UNESCO: Casas Colgadas, el puente de San Pablo y el Casco Antiguo de una ciudad que maravilla a cada uno de los artistas que deja su arte en la propuesta cultura veraniega; y el flamenco, elemento cultural inmaterial reconocido por la misma institución como bien patrimonial internacional en 2010.

Un “choque” de elementos que estuvo impulsado por el cante de Israel Fernández. El toledano al que se le atribuyen multitud de calificativos y adjetivos que lo dibujan como una de las voces más grandes del género, subió al escenario conquense sin miramientos para hacerse con el micro y dedicar su interpretación al público que agotó las localidades del festival: “Un cante desde el corazón, desde la humildad, para ustedes”, declaró el “cantaor”, que tras un cante por soleá inicial, procedió a honrar su actuación “al más grande”, Camarón de la Isla, por el 29º aniversario de su fallecimiento.

Israel no necesitó de más para llevar al flamenco a lo más alto, haciendo sombra al inconmensurable espacio a sus espaldas cargado de elemento patrimonial. Su voz emocionó a los presentes en cada una de sus canciones, tocando distintos palos del flamenco para provocar una larga ovación del público que se mantuvo de pie aplaudiendo para devolver parte de la emoción provocada por el toledano y su flamenco.

Un flamenco que estuvo defendido desde el inicio del espectáculo por la bailaora conquense Virginia García Vicente. La directora del centro de arte Ría Pi Tá volvió a hacer gala de su expresividad y coreografía sobre las tablas del escenario Solán de Cabras en lo que se ha convertido en una cita obligada en Estival Cuenca para el talento conquense. García arrancó su traqueteo sobre el “tablao” con una imagen cargada de mensaje en alusión a una pandemia que aún perdura entre nosotros.

Ataviada con una gran escoba, la conquense se movió con impulsos de rabia y enfado en sus gestos y en su baile, golpeando y barriendo unas mascarillas que revolotearon por el suelo del escenario. Un ejercicio de emoción que acabó arrojando todo por uno de los laterales del cuadro, al tiempo que la bailaora escenificaba el dolor pasado secándose la cara con un pañuelo.

La escenografía estuvo acompañada por Jesule Losada a la guitarra y Sonia Cortés al cante, que intercambiaron momentos por separado con la bailaora conquense y otros en conjunto para ofrecer un espectáculo que evidencia el arte del flamenco en Estival Cuenca.

ABAJO EL TELÓN

El festival conquense cerrará su ciclo de conciertos este sábado de vuelta al espacio de Natura Restaurante Bistró en la terraza del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha en la propuesta “jazzística” de Alfredo Rodríguez Trío se conjuntará con la reconocida formación conquense de “The Teacher´s Band”, que cumplirá su novena actuación en las diez ediciones que acumula Estival Cuenca.

Un concierto de despedida para el que aún quedan entradas que pueden adquirirse a través de Estival Cuenca en Entradium.