Gothic Voices. Polifonía para una Navidad antigua

Crítica del tercer concierto del Ciclo de Adviento a cargo del cuarteto Gothic Voices

Manuel Millán de las Heras

Una iglesia biblioteca de la Merced, nuevamente llena, acogió el tercer concierto del Ciclo de Adviento, con otra propuesta audaz pero muy en la órbita de la tradición de nuestro festival. El cuarteto vocal británico Gothic Voices, fundado en 1980, nos ofreció un programa de polifonía inglesa de tiempo de Adviento escrita entre los XII y XV. El resultado fue un crescendo expresivo llevado con mucha delicadeza y un profundo conocimiento del estilo.

El repertorio presentado, titulado Nowell synge we al and som y que se centró en música exclusivamente inglesa, tuvo desde fragmentos monódicos (a una voz), polifonía primitiva hasta ese gran momento de la composición a varias voces que fue el siglo XIV –en el que se extenderá un sistema de mensurabilidad exacta de los sonidos (lo que hoy llamamos figuras)— y el pletórico siglo XV, donde el Carol se convirtió en protagonista. Música de transición entre la Edad Media y el Renacimiento, de gran fertilidad en las islas británicas y que además alimentó y se dejó alimentar por el continente.

La austeridad de las cuatro voces llenó una sala muy grande para el volumen previsto. Los cantantes cantaron a capella y sin ninguna referencia instrumental o de cualquier objeto, como un diapasón, para la correcta afinación. Fuimos muchos los espectadores que dudábamos al finalizar el concierto de cómo podían dar perfectamente las notas, a varias voces y sin ningún referente. Parece ser que tanto Catherine King como Steven Harrold, Julian Podger y Stephen Charlesworth poseen oído absoluto.

El discurso musical de Gothic Voices es austero y preciso. Combinan piezas a solo, dos, tres y cuatro voces, con pequeños movimientos en el escenario. Consiguen sumergir al público en el viaje en el tiempo que supone esta música y el silencio de la sala fue conmovedor. El salto estético del bis, la preciosa nana del siglo XVII Swete Was the Song the Virgine Soong, cerró el círculo de un sueño. El sueño de una Navidad antigua.