El experto conquense en restauración de obras de arte, profesor de la Universidad Complutense y artista plástico Luis Priego Priego era elegido como nuevo académico de número de la Real Academia Conquense de Artes y Letras en la asamblea general de la
corporación celebrada en la tarde de este martes 15 de diciembre tras la correspondiente votación de su candidatura que había sido presentada el pasado 10 de noviembre por los asimismo miembros de la RACAL Miguel Jiménez Monteserín, Vicente Malabia Martínez e Hilario Priego Sánchez Morate. Tras la futura lectura de su discurso de entrada en la institución vendrá a ocupar en ella el sillón correspondiente a la letra L vacante desde el fallecimiento de su anterior ocupante el pintor Óscar Pinar.
Una intensa trayectoria en la restauración de obras de arte
Nacido en 1962 en Rozalén del Monte, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Restauración por la Universidad Complutense de Madrid, de cuya Facultad de Bellas Artes es profesor asociado desde 1990, profesor titular desde el 91 en la asimismo madrileña Escuela Superior de Conservación y Restauración e integrante de la Comisión Diocesana de Patrimonio y del consejo asesor del Museo Diocesano de Cuenca, Luis Priego es autor de numerosísimos proyectos de investigación y restauración buena parte de ellos relacionados con obras y realizaciones artísticas conquenses como, por citar tan sólo algunas, uno de los retablos laterales de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Palomares del Campo, el Retablo Mayor de la Iglesia de Buenache de la Sierra, o sus muchas intervenciones en la Catedral conquense – en capillas como las de San Bartolomé, Muñoz, de Los Caballeros, del Deán Barreda, de Santiago, de la Virgen del Socorro, de Santa Bárbara, de Covarrubias, Honda, del Sagrario o de San Julián, o en el Altar del Transparente – templo de cuyo Plan Director es miembro colaborador en una continuada actividad que se ha extendido también a las catedrales de Toledo, Burgos, Ciudad Real, Lugo, Granada y a la Colegiata de Toro. Es asimismo integrante de proyectos internacionales como por ejemplo el “Djehuty” del Centro de Humanidades del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la egipcia Luxor, y miembro del grupo de investigación de mitocrítica ACIS, y ha sido comisario de muestras y exposiciones.
También un magnífico artista plástico
A tan intensa labor en el campo de la restauración se une su condición de artista plástico, mucho menos conocida a nivel público, pero puesta de manera esplendorosa bien recientemente de manifiesto con la magna exposición –cincuenta óleos sobre madera de gran formato, de carácter figurativo y de temática mítico-simbólica– que, bajo el título de “El Jardín de las Hespérides”, pudo verse entre enero y abril del pasado año en el Centro de Arte, espacio museístico y foro de nuevas tendencias artísticas de la Universidad Complutense, una impresionante propuesta creativa insinuante, enigmática y sensual en la que convivían, instalados en un espacio que cabría calificar de atemporal y con un cierto acento onírico, los mitos clásicos grecolatinos con influencias claramente contemporáneas, una muestra que según el propio Priego sería “la alegoría del Paraíso, el sueño dorado y una cosmogonía, es decir, el comienzo del mundo y de nuestra civilización” y tocada de una intensa persecución de la belleza.