El rector de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Miguel Ángel Collado, ha presidido esta mañana en el Paraninfo Luis Arroyo del Campus de Ciudad Real el acto de apertura del curso académico 2020/2021 que arranca “con muchas incertidumbres, pero también con certezas”. En su discurso, el rector se refirió al desafío que la COVID-19 ha supuesto para la Universidad y que ha puesto de manifiesto su “vulnerabilidad” y sus “fortalezas”, como así quedó acreditado desde mediados de marzo cuando “de una manera inmediata, intensiva y masiva” se pasó de la docencia presencial a la virtual gracias al compromiso de profesores, estudiantes y personal de administración y servicios que “dieron lo mejor de sí para que la UCLM no parara”.
Ante un aforo reducido, guardando la distancia de seguridad y con las medidas higiénico-sanitarias que exige la situación actual provocada por la pandemia, el rector advirtió que el mundo no será igual que el que conocimos antes de la misma, como “tampoco la Universidad”, si bien esta “no puede, no debe perder su esencia”, recalcando de este modo el valor de lo presencial en el proceso enseñanza-aprendizaje.
“La COVID-19 nos ha obligado a impulsar y profundizar los cambios que estábamos desarrollando en los últimos tiempos. Pero no se trata únicamente de acelerar la digitalización, de incrementar la innovación didáctica o de emplear recursos tecnológicos. Todo ello es necesario, más no suficiente. Debemos imperativamente ser capaces de generar mayor valor añadido a la formación a través de las actividades que desarrollemos con la presencialidad real de profesores, estudiantes y personal de administración y servicios. Si algunos conocimientos pueden transmitirse y adquirirse sin presencia física, otros solo pueden desarrollarse plenamente a través del contacto personal de los actores del proceso enseñanza-aprendizaje”, defendió el rector.
En este contexto, el máximo responsable de la Universidad de Castilla-La Mancha relató las “complejas actuaciones de planificación” académica y de infraestructuras materiales y tecnológicas que la institución ha llevado a cabo para que el curso 2020/2021 “se oriente lo más posible hacia el modelo presencial en que se asienta la UCLM”, con la optimización y adecuación del uso de espacios físicos -el propio Paraninfo, testigo de numerosos actos solemnes como el de hoy, se ha adaptado como espacio docente- y la mejora de los entornos virtuales, y todo ello con la colaboración de los centros y el apoyo del Gobierno regional y de las corporaciones locales.
En conjunto, el trabajo realizado ha sido un “ejercicio de responsabilidad académica y social de toda la comunidad universitaria”, dijo Collado, quien afirmó que con todo ello la “docencia -en la UCLM- está asegurada, incluso en caso de un agravamiento de la pandemia”, y añadió que se han previsto “todos los escenarios, hasta el último y peor de un nuevo confinamiento”. El rector insistió en que la responsabilidad de todos “es clave” e hizo un llamamiento a todos los miembros de la comunidad universitaria a extremar el cuidado y el respeto a las medidas de diverso tipo. “Es un deber hacia los demás y hacia nosotros mismos”.
Durante su discurso en la ceremonia de apertura del curso académico 2020/2021 al que asistieron la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez Pérez; la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; y el presidente del Consejo Social de la UCLM, Félix Sanz Roldán, el rector se refirió también a como el coronavirus puso de manifiesto la importancia de la investigación, una “actividad esencial”, que se vio muy afectada durante los dos primeros meses de confinamiento en la Universidad regional, y “que debe ser tratada como tal y debe ser financiada adecuadamente”.
En este sentido, Miguel Ángel Collado indicó que la investigación en Castilla-La Mancha se ve apoyada por el Ejecutivo autonómico a través de la convocatoria de proyectos regionales de investigación y la nueva Ley de Ciencia, que tiene entre sus ejes el fomento de la carrera investigadora; así como por la UCLM a través de su plan propio de I+D+i, con ayudas a grupos de investigación por valor de 2,1 millones de euros y con la convocatoria de contratos predoctorales. A esta última, el rector avanzó que se sumará la convocatoria de contratos de investigadores distinguidos que la institución publicará próximamente.
Frente a ambas políticas, regional e institucional, estaría la del Estado, cuya estrategia de ciencia y tecnología “llega con retraso y, más grave, sin conciencia del retraso”. “Aspirar a un 2% del PIB para 2027, cuando ese era el objetivo para 2010 y cuando Asia superará el 5%, es revelador”, dijo el rector, para acto seguido advertir que la Unión Europea “no debería sacrificar su apuesta por la investigación y la innovación si no quiere quedarse atrás” y sentenciar que “España y Castilla-La Mancha n pueden desarrollarse satisfactoriamente sin el marco europeo”.
Memoria del curso 2019-2020
En el transcurso del acto de apertura –y cumpliendo con el ceremonial-, el secretario general de la Universidad de Castilla-La Mancha, Crescencio Bravo, leyó la memoria académica del pasado curso, un documento que presenta la actividad desarrollada por la institución en ese período. En ese curso, “excepcional, por diferente y por exigente”, la matrícula de grado creció un 2,5%, -los alumnos de nuevo ingreso lo hacían en un 6,7%-, y la de máster un 5,5% con respecto al curso anterior, llegando a los 25.956 alumnos en estudios oficiales.
En cuanto a la evolución de la investigación, el secretario general apuntó que el plan propio de investigación inyectó 2,1 millones de euros a los grupos de investigación para el desarrollo de proyectos y que los grupos de la UCLM captaron en 2019 de forma competitiva un total de 18,7 millones de euros y se presentaron servicios de innovación y transferencia de conocimiento por importe de 4,7 millones de euros.
Asimismo, Bravo se refirió al régimen no presencial que adoptó la UCLM para su funcionamiento a partir de mediados de marzo, durante el cual se puso a disposición de la comunidad universitaria un sistema de videoconferencia y trabajo colaborativo en el que se impartieron 613 talleres formativos online de los que se beneficiaron 3.613 usurarios; y se trabajó para reducir la brecha digital de los estudiantes con la incorporación por la vía de urgencia de 750 portátiles al programa de préstamo de ordenadores de la biblioteca y se enviaron casi 500 líneas de datos 4G a los alumnos con dificultades de conexión.
Por último, el secretario puso de manifiesto las acciones solidarias surgidas en el seno de la comunidad universitaria en el inicio de la pandemia para luchar contra la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2 y el programa de mecenazgo que lanzó la UCLM para apoyar económicamente esas y otras iniciativas y que consiguió recaudar más de 1.100.000 euros. A todo ello, sumó el intenso trabajo en materia de prevención y salud laboral que llevó a la UCLM a ser la primera universidad española en obtener la certificación AENOR frente a la COVID-19 en todas sus instalaciones.
Lección inaugural
Otro de los momentos más solemnes de la ceremonia se correspondió con la lección inaugural a cargo del catedrático de Matemática Aplicada Víctor Manuel Pérez García, quien ofreció una visión del potencial que tienen los modelos matemáticos en Medicina, más concretamente en la lucha contra enfermedades como el cáncer o las infecciosas.
El profesor Pérez García recordó que el cáncer es la segunda causa de muerte en los países industrializados y que, pese a la enorme cantidad de recursos invertidos en investigación, los avances científicos en Oncología tienen una traslación limitada a tratamientos efectivos de los pacientes. En este punto, aseguró que una de las vías que puede colaborar en acelerar estos desarrollos es la modelización matemática.
Respecto a la transmisión de enfermedades infecciosas, Pérez García afirmó que este es uno de los campos de la Medicina con más tradición de formalización matemática, en el que pueden utilizarse modelos sencillos que pueden describir cualitativamente una epidemia y otros más complejos que incorporan diferentes variables. Ambos modelos, según el profesor, fueron utilizados durante la primera ola de la pandemia de la COVID-19 para la predicción de fallecidos a corto y largo plazo. Además, añadió que dichos modelos matemáticos pueden usarse también para estudiar distintas medidas no farmacológicas de control de la epidemia y para seleccionar las más adecuadas, por lo que este tipo de estudios “pueden ayudar a las autoridades a tomar las mejores medidas de control basadas en criterios científicos, tanto sanitarios como económicos”.
Este año las circunstancias actuales han marcado el desarrollo de la ceremonia de apertura que ha visto reducir en número su tradicional procesión académica y suspender el nombramiento de nuevos doctores, la entrega de premios y el homenaje a los profesores y personal de administración y servicios jubilados el curso pasado.