El regreso de Cuenca Histórica y de uno de sus actos más icónicos, el desfile de antorchas, tras los dos años del parón pandémico fue celebrado este viernes por una multitud que abarrotó el Casco Antiguo conquense. Tras el pregón inaugural y las jornadas antropológicas de San Mateo -que acogieron la presentación de un libro sobre carteles y pregoneros mateos y de un espectáculo de títeres sobre la Conquista- el ambiente festivo fue impregnando los distintos espacios en los que se desarrolla el festival medieval, como la Plaza Mayor y la de Ronda, donde se sitúan respectivamente los puestos y tascas del mercado.
Ya una vez con la noche sobre Cuenca comenzó el desfile de luminaria. Decenas de personas ataviadas con ropajes medievales fueron recorriendo con teas encendidas el trayecto comprendido entre el actual Parador Nacional y la anteplaza, pasando por el Puente de San Pablo, la cuesta de las Casas Colgadas, Obispo Valero, la Plaza Mayor y la calle Pilares. Un espectáculo estético e histórico que cada vez tiene más predicamento entre el público y concita más seguidores.
