El Báculo de San Julián, una joya conquense en la nueva exposición de Las Edades del Hombre

El Museo-Tesoro de la Catedral de Cuenca ha cedido la pieza para que se exhiba durante los próximos meses en la Catedral de Burgos, una de las sedes de LUX

Las Edades del Hombre es la marca bajo la que se engloban las exitosas y reconocidas exposiciones de arte sacro que organizan las diócesis católicas de Castilla y León en colaboración con el gobierno autonómico de esa comunidad y otras instituciones. La edición de este 2021 es la vigésimoquinta, lleva por nombre ‘LUX’, tiene a la Virgen María como hilo conductor del relato expositivo y se enmarca en los actos del VIII Centenario de la Catedral de Burgos y en la celebración del Año Santo Jacobeo.

Como viene siendo habitual en los últimos años, se ha concebido en un formato multisede. Los diferentes capítulos de la muestra se reparten por el templo catedralicio burgalés; las iglesias de Santiago y Santa María del Camino, en Carrión de los Condes (Palencia); y el santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso, en Sahagún (León). Inaugurada el pasado 30 de junio por el rey Felipe VI, la muestra puede visitarse hasta finales de diciembre, salvo que la COVID-19 desbarate los planes.

Y, entre las más de 250 piezas que se exhiben al público, figura el báculo pastoral de San Julián, segundo obispo y patrón de Cuenca, que podrá verse durante estos meses en Burgos. La obra está habitualmente expuesta en el Museo-Tesoro de la Catedral conquense (antiguo Museo Diocesano), que la ha cedido para la ocasión.

Es una joya de orfebrería de finales del siglo XII en cobre, dorado y esmaltada, que se considera la joya del museo catedralicio conquense. Representa la victoria de San Miguel sobre el dragón según el relato del Apocalipsis.

No es la primera vez que desde Cuenca viajan piezas hacia el Norte de Castilla para participar en alguna muestra de las Edades del Hombre. Por ejemplo, en 2013 la escultura alegórica de la Fe de la capilla de la Asunción de la Catedral conquense, obra de Mariano Benlliure, formó parte de la efímera colección de ‘Credo’ en Arévalo (Ávila). También lo hizo la imagen del Padre Eterno, de Diego de Tiedra, del Altar de San Fabián y San Sebastián de la seo conquense.