El Ayuntamiento de Cuenca nombrará Hijos Adoptivos de la ciudad el próximo lunes en Pleno al empresario hostelero José López Martínez ‘Pepe el de la Playa’, a título póstumo, y al entrenador de fútbol Joaquín Caparrós tras aprobar dichos nombramientos por unanimidad en la Comisión de Cultura celebrada hoy.
Según estipula el Reglamento de Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Cuenca, este nombramiento se concede a personas que han destacado de forma extraordinaria por su trabajo, actuaciones culturales, deportivas, científicas, sociales, políticas o económicas, cualidades o méritos personales o por servicios prestados en beneficio u honor de Cuenca y que hayan alcanzado consideración indiscutible en el concepto público.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha indicado que “hablamos de dos personas que cumplen sobradamente con los méritos para convertirse en Hijos Adoptivos de la ciudad, tanto Pepe por haber sido un referente clave del sector hostelero durante toda su vida, como Joaquín por llevar siempre el nombre de Cuenca allá donde va”.
José López Martínez ‘Pepe’, llegó a Cuenca en 1961, ciudad de la que “me enamoré sin remedio”, según decía. Comenzó a trabajar en ‘La Playa’ y terminó por conseguir la concesión de las instalaciones, de propiedad municipal, convirtiéndolas en referente del sector hostelero. Además, creó otros establecimientos emblemáticos de la ciudad como el Jovi, el José César, La Taberna de Pepe, el Pit’s, el Gran Van o el Ulises, y como emprendedor ha sido el origen de una saga familiar que mantiene su legado en el sector.
En noviembre de 2023 recibió en la Gala de Clausura de la Capital Española de la Gastronomía el Premio Forjadores por su maestría en el sector hostelero y su amplia y destacada trayectoria.
Por su parte, Joaquín Caparrós llegó a Cuenca para jugar en la UB Conquense en 1978, equipo en el que estuvo cuatro temporadas como centrocampista y en el que anotó un total de 15 goles. Tras pasar por el Tarancón, jugó varios partidos en el San José Obrero, donde se retiró para ser entrenador, una trayectoria en la que ha pasado por destacados equipos del panorama nacional.
En su pregón de San Mateo de 2012 Joaquín Caparrós señalaba que “vuelvo a mi casa, que es Cuenca, ciudad a la que nunca dejo de volver, pues aquí crecí como persona y, aunque un famoso tango dice que ‘veinte años no es nada’, para mí sí han dejado huella en mi vida los 20 años vividos en Cuenca, jugando con el Conquense y el Tarancón, entrenando con el San José Obrero, el Campillo y el Motilla, y luego ocupando el banquillo de entrenador de la Balompédica, además de vivir el día a día de la ciudad como un vecino más”.
A ambos les une la UB Conquense, el primero por haber sido presidente del equipo durante casi una década y al segundo por su trayectoria como jugador y entrenador.