En los últimos años, cada vez es más común ver UAS (Unmanned Aerial System o Sistema de Vuelo no Tripulado) volando en entornos urbanos, rurales o en el campo. Se trata de los llamados drones.
Los resultados de sus grabaciones en la provincia se han visto en campañas publicitarias, promociones, vídeos personales, procesiones, fiestas como San Mateo, hasta en vídeos de bodas y comuniones. Sin ir más lejos, la Policía Nacional los utilizó para controlar las aglomeraciones de personas en el Casco Antiguo durante Semana Santa. E incluso hay empresas que forman en el pilotaje de estos aparatos en la ciudad.
Pero estos dispositivos de vuelo y captación de imagen tienen una regulación muy clara sobre en qué lugares se pueden o no volar y qué es necesario para hacerlo. Para saberlo se puede utilizar la web ENAIRE Drones, que presenta un mapa completo con las restricciones y sus motivos dependiendo de si es un vuelo recreativo o profesional.
Por ejemplo, no está permitido volar en un mínimo de ocho kilómetros de cualquier aeropuerto, aeródromo o espacio aéreo controlado. Esto afecta directamente al Helipuerto de Emergencias de Cuenca, los aeródromos de Sotos y Pozorrubio de Santiago, la base C.I. del Prado de los Esquiladores, y los helipuertos de Campillo-Paravientos y Albendea.

Eso sí, puede haber excepciones si se coordina el vuelo con cualquiera de estos espacios aéreos controlados. Incluso el gobierno regional tiene habilitado un documento editable para facilitar la solicitud de una autorización de este estilo.
También hay limitaciones (que no prohibiciones) en Parques Naturales y ZEPAs (Zonas de Especial Protección de Aves). Por ejemplo en Palancares y Tierra Muerta, la Serranía, las hoces del Cabriel o el norte de La Mancha. Igualmente, es recomendable pedir permiso a la Red Natura de la Junta de Comunidades para conocer las zonas exactas en las que no habrá problemas y así evitar posibles sanciones.
Hacia el sur de la provincia existe un espacio reservado en el cuál está prohibido sin posibilidad de solicitar permisos ni autorizaciones. Además, posibles actuaciones oficiales pueden cambiar este mapa, por lo que es recomendable utilizarlo antes de decidir volar.
Aparte de estas restricciones por zona, hay que tener en cuenta la legalidad europea vigente, como la obligatoriedad de tener licencia de vuelo, matrícula identificativa y seguro de responsabilidad civil; además de los parámetros de vuelo, como no poder volar a más de 120 metros de altura o sobre aglomeraciones de personas.
Todo esto, incluyendo las normas específicas para cada tipo de dron por su categoría, tamaño o tipo de vuelo.