La Fundación Antonio Pérez ha inaugurado tres nuevas exposiciones temporales en su Museo de Fotografía de Huete, que se podrán visitar hasta el próximo 12 de enero. Las muestras son «El alma de Cervantes» de nueve fotógrafos españoles reconocidos, «No eran imprescindibles» del productor de streaming Samuel Navarro, y «Fuera de lugar» del artista David Plaza.
Al acto inaugural han asistido el alcalde de Huete, Francisco Javier Doménech, la concejala de Cultura, Alejandra Palomar, el conservador de la Fundación, Juan Membrillo, el fotógrafo César Lucas y los propios creadores Samuel Navarro y David Plaza. Ambos se han mostrado encantados de estar en el Museo y poder disfrutar de esta gran exposición. Consideran la fotografía un medio imprescindible para que el arte no se pierda.
«El Alma de Cervantes» consta de 90 fotografías de artistas como Cristina García Rodero, Alberto García-Alíx, Vicente López Tofiño, Juan Manuel Castro Prieto, José Manuel Navia, Isabel Muñoz, César Lucas, Juan Manuel Díaz Burgos , Chema Conesa y Vicente López Tofiño, comisario de la muestra. Tratan de acercarse al alma de Cervantes a través de lugares, escenarios y caminos que transitó en su día el escritor y que son los mismos que recorrió Don Quijote. El retrato, el reportaje, el paisaje y las gentes de la región son las huellas que dejan estos profesionales con sus fotografías.
Por su parte, la exposición de Samuel Mediano muestra un video de casi media hora de duración que trata sobre 21 libros antiguos y en desuso recopilados por el artista Alberto Adsuara en «Libros de impuesto», con quien creó conjuntamente la idea. Profundizan en la abstracción de formas reconocibles a media distancia, pero inconclusas debido a su condición macrofotográfica.
En último lugar, la exposición de David Plaza presenta una reflexión sobre la relación entre el ser humano y el paisaje, su percepción y transformación y su forma de habitarlo. Con un enfoque multidisciplinar, la muestra gira en torno a las dinámicas de Land Art o arte de la Tierra, una corriente de arte contemporáneo en el que paisaje y obra de arte permanecen enlazados. La pieza Abengozar inaugura la exposición. Con piedras desechadas por agricultores y devueltas al campo de labranza, forma una montaña que desafía la lógica del paisaje agrícola. Con piedras pintadas de rosa flúor rompe la armonía visual del paisaje y genera cierta tensión entre lo natural y lo artificial.