A partir del próximo 5 de enero y hasta el día 10 en el municipio conquense de Valverde de Júcar solo se van a oír los tiros de los trabucos y arcabuces de día y noche y se va a ver el humo de la pólvora. Este año es especial porque se cumplen los 533 años de La Reconquista de Granada (1492).
La historia se remonta a Martín Ruiz de Alarcón y Ruiz de Castilblanque que nació en 1388 en Valverde. Los Ruiz de Alarcón tuvieron un gran auge y poder a finales de la Edad Media en las tierras de Alarcón: Valverde, Talayuelas, Veguillas, Hontecillas, Albaladejo y Zafra.
Lo que hace especial esta fiesta religiosa del Santo Niño, declarada de interés turístico regional, es la vestimenta histórica, pero también el lenguaje y las diferentes escenificaciones. Y es que la bandera de cada compañía, mora y cristiana, se corre todos los días con sus correspondientes descargas en la Plaza Mayor.
Los dichos se componen de tres encuentros el día 8 de enero entre el general cristiano y el general moro subidos a un caballo con 254 estrofas recitadas de memoria por cada general durante casi 3 horas. Los saludos iniciales dejan paso a los argumentos desde la misma creación y tras la batalla verbal correspondiente el moro se arrodilla hasta que gritan juntos: «¡Dios es bueno y desde arriba mandará su bendición, digamos de corazón viva el Santo Niño!». El acto acaba con la descarga general. El día 9 es el homenaje del cristiano al moro por haberse rendido y es el día de Mahoma, con permiso para hacer su descarga general.
El vecino valverdeño Abraham Zafra protagonizó los dichos como general cristiano en 2020. «Esto solo se hace una vez en la vida», ha aseverado. Ha mostrado con orgullo su arcabuz del año 69, del calibre 67 y pólvora negra, de Armas Thomas y que pesa casi 10 kilos. «Una joya», ha expresado.