El contorsionismo es uno de los deportes más longevos del circo, a este le acompañan otros como son las telas aéreas: un deporte artístico que llegó a Cuenca en 2015 y que se ha adscrito a diferentes puntos de la localidad. La ‘zona circo’ del Carrero, los talleres ‘Rolling Culture’ que se desarrollan en el parque San Julián o, incluso, las telas del centro de secundaria San José, que permiten que los alumnos puedan practicar este como cualquier otro deporte; son espacios conquenses en los que este «movimiento aéreo» se ha ido sumando progresivamente.
Carla Maeso es profesora de telas y una de las fundadoras de la Asociación de Espectáculos, cuya función es impartir clases de telas en Cuenca, así como ofrecer espectáculos por toda España y a nivel internacional. Maeso ha instruido en el mundo de las telas desde niños de tres años a una mujer de 60, «se animó porque su nieta lo practicaba”», afirma. «Cualquier persona puede practicar las telas, pero cuanto más mayor empieces tu evolución muscular y flexibilidad será distinta», explica la profesora. Este deporte se practica con telas de punto de seda, «ya que es un material elástico que te permite enrollarte y no sufrir daños».
Como nos cuenta la fundadora de la asociación, las telas se conforman de dos tipos de movimientos: la danza aérea y la acrobacia. «Mientras que la danza aérea se trata de realizar figuras estáticas o marcaje como es el ‘espagat’, es decir, abrirse de piernas; la acrobacia es el trabajo con la inercia, la gravedad». La combinación de ambos movimientos acompañado de música hace de este deporte un arte cada vez más practicado por los conquenses.
Maeso asegura que para practicar telas «es importante acompañarte de un profesor que conozca la técnica». Por el momento, en Cuenca se desarrolla este deporte a un nivel básico debido a que «no hay instalaciones donde poder practicar un nivel avanzado con seguridad».
Cuenca ciudad Circo
El movimiento de las telas en Cuenca ha sufrido un parón fruto de la pandemia. Sin embargo, Maeso expone que antes de la irrupción del Covid, profesionales del panorama nacional e internacional de las artes circenses visitaron la ciudad de Cuenca. Es el caso de la belga Hanne Coeck, «que vino a dar una masterclass», relata la profesora. Los aéreos conquenses también han conquistado, con ayuda del Centro Joven de la ciudad, escenarios en Francia e Italia, y también han participado en dos óperas en el Teatro Auditorio de Cuenca.
Maeso junto con los miembros de la asociación han trabajado durante seis años para introducir a Cuenca dentro de la red de artistas circenses, «como una de las ciudades de circo en España junto a Barcelona, Valencia, Madrid y Tarifa», lugares donde residen diferentes escuelas de circo. La finalidad de esta iniciativa, según la profesora de telas, es convertir a la localidad conquense «más allá de la pintura, en ciudad paradigma del movimiento artístico».
Como expone Maeso, lo que diferencia este de otros deportes es «su peso artístico». Las telas aéreas nacen del circo y, no solo sirven para ejercitar el físico, sino para «contar una historia como en el teatro».