Cuando la enfermedad del párkinson no solo son temblores: los otros síntomas no visibles

La Asociación Párkinson Cuenca presenta el folleto informativo por el día que se conmemora la lucha contra esta patología que afecta a unos 1.500 conquenses.

El Gobierno de Castilla-La Mancha y la Asociación Párkinson Cuenca presentan el folleto informativo editado por la entidad por el día que se conmemora la lucha contra esta enfermedad que afecta a unos 1.500 conquenses y a más de 7.500 personas en la región. El objetivo de esta jornada es visibilizar y normalizar esta patología, además de reconocer a los pacientes, familiares y profesionales del ámbito de la investigación, sanitarios y social «que trabajan por mejorar la calidad de vida de estas personas y sus allegados».

Así lo ha señalado la delegada provincial de Bienestar Social, Susana Zomeño, que ha resaltado además que este día pretende encontrar tratamientos eficaces para frenar en la medida de lo posible esta enfermedad y paliar sus síntomas. Estos efectos «no solo son temblores», ha indicado la directora de la Asociación Párkinson Cuenca, Beatriz Hernández, pues los pacientes sufren otras patologías no motoras y no visibles a raíz de esta enfermedad.

Entre los síntomas motores, el párkinson provoca disartia (dificultad en la coordinación del habla); micrografía (escritura pequeña); rigidez muscular (músculos agarrotados); disfagia (problemas para tragar); alteración de la marcha; o festinación (pasos lentos que se aceleran), entre muchos otros. En cuanto a los efectos no motores, los más desconocidos de esta enfermedad, están la hipofonía (volumen de la voz bajo); deterioro cognitivo (memoria, atención…); depresión; ansiedad; seborrea (inflamación y caspa en el cuero cabelludo); celotipias (celos patológicos); o bradipsiquia (pensamientos lentos), entre otros.

El manifiesto por el día mundial este 2025, que ha leído el presidente de la asociación, Rafael García Gómez, destaca la lucha de los pacientes y sus familias contra esta enfermedad «crónica e irreversible, la segunda patología neurodegenerativa más común a nivel mundial». El gasto medio anual de un paciente con párkinson supera los 17.000 euros, y «son las entidades, las familias y los propios afectados los que asumen gran parte del gasto». Por ello, reivindican que las políticas públicas «garanticen actuaciones precisas en los ámbitos social, sanitario y económico que aseguren un abordaje integral».

Beatriz Hernández además ha querido destacar que esta enfermedad «también es para las familias, que desconocen cómo les afecta, qué será de ellos los días posteriores a ser diagnosticados y cómo pueden aparecer otros trastornos una vez empiezan a ser medicados». La directora de la asociación conquense ha recordado que la medicación para el párkinson «es importante, pero también produce efectos secundarios que pueden dar lugar a otros síntomas».

Ha recordado que su entidad social ofrece también atención a otras zonas de la provincia de Cuenca como la Serranía y el entorno de la autovía A-3 «con el fin de atender a los pacientes que se encuentran en pueblos despoblados y no tienen las capacidades para desplazarse». «Tenemos que respetar que la gente quiera hasta el último día de su vida decidir dónde quiere vivir y dónde quiere morir», ha sentenciado Hernández.