Un estudio liderado por investigadores del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y publicado en la revista British Medical Journal revela que la letalidad de la infección por SARS-CoV-2 en población no institucionalizada en España se sitúa entre un 0,8 y un 1,1%.
El trabajo estima que la proporción de muertes entre las personas infectadas durante la primera ola epidémica es mayor en hombres que en mujeres, y asciende significativamente a partir de los 50 años, situándose entre el 12 y el 16 % en los varones mayores de 80.
Para realizar esta valoración se ha contado con la información aportada por los más de 61.000 participantes en las tres primeras rondas del Estudio Nacional de Seroepidemiología ENE-COVID, que permiten estimar el número de personas infectadas en nuestro país, y con las cifras de fallecidos obtenidas combinando los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) y el exceso de muertes estimado por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo).
La probabilidad estimada de morir en las personas infectadas por el SARS-CoV-2 se sitúa por encima de la que se calcula para otros virus respiratorios, como el de la gripe, que es unas diez veces menor
Los datos de la RENAVE ofrecen información sobre las defunciones entre los casos de COVID-19 diagnosticados y notificados por las comunidades autónomas. Por otra parte, el MoMo proporciona información del exceso de muertes durante la pandemia, sin poder distinguir cuáles están causadas directamente por el nuevo virus y cuáles son consecuencia de otros factores asociados o no a la situación sufrida.
Los autores comentan que letalidad de la infección por el nuevo coronavirus descrita a partir de los casos confirmados podría subestimar la cifra real, mientras que la obtenida utilizando el MoMo sobreestimaría la letalidad de la infección, ya que asume que todo el exceso de mortalidad que se produce en personas infectadas se debe directamente al coronavirus.
“Con estas cifras, la probabilidad estimada de morir en las personas infectadas por el SARS-CoV-2 se sitúa por encima de la que se calcula para otros virus respiratorios, como el de la gripe, que es unas diez veces menor”, afirman los expertos.
Marcadas diferencias por edad y sexo
De forma global, se ha calculado una letalidad del 0,8 % (menos de una persona fallecida por cada cien personas infectadas). Este porcentaje surge del análisis de cerca de 20.000 fallecimientos en personas no institucionalizadas, sobre un total de 2,3 millones de personas infectadas incluidas en la investigación (desde el inicio de la pandemia hasta el mes de julio).
El 0,8 % de letalidad de la infección estimada sube al 1,1 % si se refiere al exceso de muertes (por todas las causas) durante la pandemia. Dicha letalidad es significativamente mayor en hombres (entre 1,1 y el 1,4 %) que en mujeres (entre el 0,6 y el 0,8 %), y aumenta de manera exponencial en las personas infectadas por encima de los 50 años, de nuevo especialmente entre varones.