Maximino Pérez es empresario de la plaza de toros de Cuenca desde hace más de 20 años así que las ha visto de todos los colores así que es difícil verlo preocupado porque suele relativizar todas las situaciones. Sin embargo en esta entrevista Maximino vuelca toda la preocupación que le produce una situación desconocida y que, en su opinión, muestra el anacronismo en el que se mueve el sector y la rigidez de unas estructuras ancladas en el pasado y con nula capacidad para evolucionar. El peligro está ahí y los responsables no son otros que los propios taurinos.
– Se hace extraña esta entrevista porque a estas alturas del año tendríamos que estar hablando de fechas, carteles, ganaderías, toreros y demás cuestiones referidas a la feria taurina de San Julián y todo eso se ha venido abajo de un golpe.
Desgraciadamente de lo único que podemos hablar es de un problema sanitario, de una pandemia a nivel mundial como la que estamos teniendo y lo del tema taurino pasa a un segundo plano. Ahora lo que más nos preocupa es que sanitariamente, no solo en esta ciudad sino en toda la provincia y en toda España, no haya ningún rebrote, que la situación se controle y que esto no es una broma, que se ha llevado a casi cincuenta mil personas por delante y tristemente muchos no han podido ni despedirse, eso es lo más preocupante ahora mismo. Taurinamente hablando tendríamos que hablar de lo que tú decías, de los festejos que iba a haber este año pero vamos a tener que dejarlo para otro año porque no creo que sea el momento de hablar del tema toros, de las expectativas y las ilusiones que teníamos, de la espina clavada que te tienes que sacar cuando no te embisten las corridas como sucedió el año pasado, son muchos aspectos que ahora mismo no valoras porque hay algo mucho más importante en la cabeza de todos que es el tema sanitario y después el económico, desgraciadamente.
– ¿Tú ya tenías perfilada la feria en marzo cuando surgió la pandemia?
Sí, yo ya tenía la feria prácticamente encarrilada a nivel de ganaderías y toreros, el 60 ó 70% de la feria estaba hecha y siempre dejo cuatro o cinco puestos por lo que pueda pasar en Sevilla o en Madrid que no lo tuviera contratado para que el aficionado conquense no se lo pierda.
– ¿Te costó mucho trabajo decidir la suspensión de la feria?
No es que me costara ni mucho ni poco, lo que no me hubiera gustado es estar en el pellejo de los políticos que han tenido que tomar esa decisión en el momento que se hizo y de la manera que se hizo, imagínate con el colapso que había a nivel hospitalario, la situación que estaban pasando muchísimas familias, los amigos y conocidos que hemos perdido, etc… lo sensato en ese momento era suspender. Ahora parece que ha remitido un poco, está habiendo rebrotes, nunca sabemos dónde y cuándo va a llegar esto. Hace tan sólo una semana la Junta de Comunidades ha aprobado una serie de normas para los distintos espectáculos que se puedan dar en la comunidad autónoma, creo que acertadamente, y se van a poder dar muchos espectáculos, pero ahora mismo lo sensato y lo honesto es no hacer nada en la feria de San Julián y si se hace algo será porque tanto la administración local, como la Junta, como la ciudad quieren que hagamos algo muy simbólico, que no nos olvidemos de la tauromaquia y que sobre todo atendamos a todos aquellos aficionados que se van a quedar sin ver la feria de Cuenca.
“Si se hace algo será porque tanto la administración local, como la Junta, como la ciudad quieren que hagamos algo muy simbólico, que no nos olvidemos de la tauromaquia”
– Estamos a finales de junio y faltan dos meses para las fechas en las que se debería haber celebrado la feria taurina y ya está aprobado ese reglamento del que me hablabas. ¿Cabe la posibilidad de que en Cuenca en esas fechas o en otras vayamos a ver toros esta temporada?
De momento ni se ha planteado, primero porque es pronto para decidir, aunque estemos solo a dos meses, un aspecto como ese porque cada semana puede cambiar todo sanitariamente, segundo porque si se hace algo va a ser simbólico, no está en mente de nadie ahora mismo hacer algo, y tercero porque el sector taurino se ha movido en muchos aspectos pero en plazas de primera y segunda categoría no han dado ningún tipo de facilidad para que estos festejos se puedan celebrar. Si dentro del mismo sector, en el cual me incluyo, ni empresarios, ni subalternos, ni mozos de espadas, ni ganaderos ni nadie ha dado una viabilidad económica para que esto tenga un sustento, lo que no vamos a hacer los demás es darle una viabilidad económica para que todos sobrevivan y tanto el aficionado como todos los que estamos alrededor de la Champions de Cuenca nos estrellemos. Si nos hubieran dado facilidades seguramente nos lo plantearíamos mil y una vez e incluso habría alguna posibilidad de dar algún festejo pero como está la situación hay mucho riesgo primero sanitariamente y luego económicamente como para plantearse otra cosa.
– ¿Cuando hablas de esas facilidades a quién te refieres, a la gente del mundo del toro o a las administraciones?
Me refiero al propio sector, a los distintos convenios, al gabinete de crisis, etc…, en las distintas reuniones que ha habido a nivel nacional y autonómico para que plazas como Cuenca u otras de la región de 2ª categoría nos hemos quedado como estábamos y facilidades ninguna, el que quiera festejos está en la misma sintonía económica que estaba antes e imaginaros con la que está cayendo como para asumir un riesgo económico tan grande. Si lo hago será de motu proprio, no dándole gracias a nadie del sector porque nadie ha ayudado para que esto suceda, y si lo hago será gracias a que el Ayuntamiento o la empresa queremos tener la deferencia de tener un detalle con todos los aficionados conquenses, pero ahora mismo no lo valoramos.
– Te lo digo en confianza, no parece muy razonable que en una situación tan extraordinaria, y que ha cambiado tanto nuestra manera de vivir y nuestra economía, un sector como el taurino no sea lo suficientemente flexible como para adaptarse a estas circunstancias.
Pues no lo ha sido. Lo ha sido en plazas de 3ª y 4ª categoría en algunos aspectos, pero en las plazas de 1ª y 2ª no ha sido así. Creo, y digo creo porque no estoy al corriente del todo de las negociaciones, que han bajado un 25% de los sueldos y de los derechos de imagen, que son muy importantes. Imagínate que una televisión puede ser un soporte económico para aguantar económicamente un festejo y que el aficionado pueda disfrutar de él y que haya señores que cobren esos derechos de imagen y por esos motivos no se puedan realizar esos festejos; es muy triste pero hay que contarlo así porque es la realidad de todo esto. Tienes que pensar que entre el 30 y el 40% de lo que aportaba la televisión a un festejo taurino se lo llevaba gente del sector que no tiene que ver nada ni con el empresario, ni con el aficionado, ni con el ganadero, la tristeza es esa. Si seguimos igual y no han dado ningún tipo de facilidades, que lo menos que podrían haber hecho es mantenerse al margen de los derechos de imagen para que con lo que ponen las televisiones muchos profesionales puedan cobrar un sueldo y tener para subsistir en un año muy complicado, no hay manera de continuar. No han valido ni para eso tristemente, ni mis compañeros los empresarios a la hora de negociarlo ni los que han participado en la negociación, si al final se tenían que dar 60 ó 70 festejos en la región se van a dar 10 ó 12, un varapalo económico grandísimo para todos aquellos que tienen la desgracia de vivir de este negocio.
“La realidad hoy en día es que si la sostenibilidad económica de cualquier evento taurino no se mantiene por sí mismo no se puede organizar”
– La gente ve el mundo de los toros como algo glamouroso pero hay muchas personas que viven de un sueldo normal que le proporciona la actividad taurina y que si no hay festejos lo va a pasar mal.
Si ese sueldo se ve reducido pero al menos tienes una cuantía en tu bolsillo cada mes y al final vas a llevar a tu casa un dinero, bienvenido sea. Pero si por querer cobrar mucho más toreas menos o nada al final el ingreso mucho menos todavía, tristemente todo esto va a ser así pero es que no nos queda otra. Antes había muchos mecenas del sector inmobiliario o industrial que les gustaba hacerse una foto en el callejón y se hacían empresarios y no les importaba perder dinero pero eso pasó a la historia, ya no existe, y la realidad hoy en día es que si la sostenibilidad económica de cualquier evento taurino no se mantiene por sí mismo no se puede organizar y si no se puede en plazas de 3ª y de 4ª no hay futuro y si no hay futuro al final las figuras que están se mantendrán los años que tengan que estar y después tristemente veremos cómo se va muriendo la tauromaquia por falta de aire fresco.
– ¿A ti te gustaría dar algún festejo aunque fuera testimonial?
Ni me lo he planteado ahora mismo porque plantearme hacer algo donde tenga que rescatar de mi familia y perder cuarenta o cincuenta mil euros por satisfacer a muchos profesionales que cuando han tenido que firmar ese convenio no han estado de acuerdo pues, sinceramente, no. Lo haré de otra manera, a mis aficionados y a mis abonados los satisfaré de otra manera pero no beneficiando a algunos que nos han ayudado bien poco a los aficionados y a nosotros.
– Una cosa que planteó el presidente García-Page fue, dado lo gran afición que hay en la región y lo bien que funcionan los toros en la televisión autonómica, que se pudieran celebrar algunos festejos en televisión aunque fuera sin público igual que estamos viendo con el fútbol.
Lo vuelvo a repetir, si esos señores a los que aludía antes no han renunciado a esos derechos de imagen para que la televisión intervenga y ayude económicamente la televisión lo que no va a hacer es hipotecarse.
– ¿Eso es inviable ahora mismo?
Sí, se va a quedar en poco más que agua de borrajas, serán muy pocas cosas testimoniales, festejos menores y poco más, nadie va a hipotecar su casa para que unos cuantos se enriquezcan, a ver si nos entendemos, antes se podía hacer porque había mecenas que les gustaba ser empresarios, o jugar a ser empresarios, para salir en los medios de comunicación porque lo único que tenían era dinero y les interesaba era ser personajes públicos, hoy día ya no, esos ya no existen.
– Te veo disgustado con la situación.
Disgustado porque el futuro de la tauromaquia no lo veo bien, porque los mismos profesionales la estamos perjudicando y tristemente yo ante todo soy aficionado, mis hijos también, mi familia también, mi entorno también, y el día de mañana nos va costar muchísimo trabajo salir adelante, van a sobrevivir las seis o siete grandes ferias; eso sí te aseguro que si sobrevive sólo una Cuenca va a sobrevivir también, pero desgraciadamente sólo va a ser aquí, no va a ser en el municipio de al lado ni en pueblos pequeños porque va a ser inviable.
“Van a sobrevivir las seis o siete grandes ferias; eso sí te aseguro que si sobrevive sólo una Cuenca va a sobrevivir también”
– Me decía hace tiempo un gran aficionado, veterano, que a los toros no les iba a hacer falta los antitaurinos para desparecer, que con los taurinos iba a ser bastante. ¿Coincides?
Sí, estoy totalmente de acuerdo, no hace falta que haya antitaurinos para que esto vaya a desparecer, los mismos profesionales ya nos estamos encargando de que esto ya no vaya a existir. No digo a corto plazo, pero a medio plazo yo creo que poco a poco, desgraciadamente, los mismo que estamos dentro lo estamos cortando para que no tenga ningún futuro.
– Y sin embargo estamos viendo movilizaciones populares en defensa de la tauromaquia.
El 95% por cierto de los que acuden a esas movilizaciones son los meros aficionados, que son los que mantienen esto, y los mismos profesionales a través de nuestros convenios, de nuestro egoísmo y nuestra ambición estamos perjudicando el futuro de la tauromaquia. Vamos a ser sensatos ya, vamos a sentarnos, vamos a mirar número por número qué significa la tauromaquia y vamos a ver qué desarrollo tiene porque te aseguro una cosa, para que el que lea esto lo entienda, si en un equipo de fútbol tú pones que de salida un equipo de juveniles ya tiene un presupuesto de cien mil euros no habría ni un sólo equipo de juveniles en toda España, sólo existirían los de los equipos grandes, nada más. Pues aquí pasa lo mismo, exactamente igual, estamos pidiendo algo que es inviable, le estamos pidiendo a la administración que nos mantenga, le pedimos al aficionado que nos siga manteniendo y lo único que estamos provocando es que cada día haya menos festejos, y me remito a los números. Vamos en caída libre, este año va a ser muy peligroso y el que viene va a ser mucho más peligroso todavía, y muchos se van a acordar de todo aquello que están solicitando ahora, de esas exigencias que no tienen ningún sentido en el momento que está este país y diría que el mundo entero. Hay que ser coherentes, pero cuando alguien se ha salido con la suya durante treinta años hacerle cambiar de opinión ahora es difícil.
– ¿Qué va a pasar con la cabaña brava este año?
Van a desaparecer muchas ganaderías. Ya no me voy a lo que va a pasar este año, que mucha gente ha mandado toros al matadero o que los van a lidiar a mitad de precio al año que viene, sino que a corto plazo muchas ganaderías van a desaparecer, van a ir enteras al matadero. La cabaña brava va a desaparecer de los campos españoles y de todas sus dehesas, el ecosistema va a sufrir esto y sólo por un motivo que es que los festejos taurinos son los que dan cabida a todo eso, si no hay festejos no hay cabaña y hay gente que todavía no lo ha entendido.
“La cabaña brava va a desaparecer de los campos españoles y de todas sus dehesas, el ecosistema va a sufrir esto”
– Quizá una crisis tan tremenda como esta debería servir para modernizar las estructuras de un sector que lleva funcionando así muchas décadas.
Es que no ha cambiado nada en el sector y no nos damos cuenta de que la sociedad sí va cambiando y nosotros no. Tristemente es así, que recen todos aquellos que viven de esto, yo lo que voy a perder es un ocio más, que es el principal y el que más me gusta, pero ahora sí que corremos peligro de extinción, esa es la frase, corremos peligro de extinción, que todos se alerten ante lo que estoy diciendo. Y hay culpables, no hay que buscar muy lejos, los profesionales que estamos dentro somos los culpables, ni más ni menos Lucio, esa es la realidad.
– Está la cosa oscura Mino, para que nos vamos a engañar.
Muy oscura, y verás cómo se va a poner. Es que aquellos municipios que no hayan dado espectáculos taurinos, sean grandes o pequeños, al año que viene ya no los van a dar. Los festejos mayores que se dan en plazas como la de Cuenca pasarán a un plano de mucha órbita porque serán los únicos que se den en esta provincia, por poner un ejemplo. Que yo saldré beneficiado porque facturaré más, porque seremos el centro de atención, pero mi problema no es ese, mi problema es el futuro de la tauromaquia, ese el principal problema.
– Es que no puede haber afición sin festejos menores.
Claro, es que es dónde nace todo. Aparte de la afición, qué toreros nuevos te vas a encontrar si no hay festejos menores, esos festejos en los que los novilleros y los toreros noveles se fogueaban y que ya no van a existir.
– Pues algunos se van a llevar un alegrón.
Sí, desgraciadamente la parte contraria se va a llevar muchas alegrías y además los que más daño le están haciendo a la tauromaquia serán luego los que más protesten, pero los culpables son ellos, que son los responsables de que esto no funcione. Yo no responsabilizo a nadie en concreto, responsabilizo al sector en general.
– Confío en que el año que viene podamos volver a hablar de carteles, de toros y de toreros.
Ojalá.