Christie’s ya ha vendido la tabla del pintor renacentista conquense Martín Gómez el viejo

La compañía ha trasladado a potenciales interesados en el cuadro que no está disponible ya que en el periodo postsubasta se recibió una oferta y se ha iniciado el proceso de compraventa

La tabla del pintor renacentista conquense Martín Gómez el viejo que había sacado a subasta la sede parisina de Christie’s fue vendida el viernes de la semana pasada, según ha trasladado la compañía a potenciales interesados en adquirir la pieza. Según ha podido saber Voces de Cuenca, aunque no hubo ninguna puja por este lote en la sesión celebrada el 12 de junio, sí que se presentó al menos una oferta en el llamado período posventa o postsubasta, se ha iniciado el proceso de compraventa y el cuadro no está disponible.

No ha trascendido de momento ningún detalle sobre la identidad del comprador ni tampoco el precio final de la operación. Esta internacional casa de subastas había valorado inicialmente la obra en el rango comprendido entre los 20.000 y los 30.000 euros, cifra la que habría que añadir comisiones e impuestos, un 31,2% en total.

La obra vendida es un óleo sobre tabla sin marco de de 48,5 x 37 centímetros que representa a la Sagrada Familia (San José, la Virgen María y el Niño Jesús) y a San Juan Bautista, también bebé, y su madre Santa Isabel. Es inédita y procede de una colección privada. Según Pedro Miguel Ibáñez, historiador del arte y probablemente el mayor experto en la obra de la saga artística de los Gómez, se trata de un trabajo de la época de plenitud de este pintor, que correspondería a un encargo de devoción privada.

Debate cultural y político sobre la adquisición

El estudioso conquense glosó la calidad de la pieza y calificó de barato su precio, al igual que el director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, quien defendió que las administración pugnasen por adquirirla, ya que se trataba de una gran obra con un coste asequible.

María Ángeles Martínez, diputada provincial de Cultura y concejal del ramo en Cuenca capital, rechazó la posibilidad que las instituciones iniciasen el proceso de adquisición, mientras que principal grupo de la oposición, el Partido Popular, tanto en la Diputación como en el Ayuntamiento, reclamó un acuerdo para que el cuadro llegase a territorio conquense.

El Ayuntamiento de San Clemente, por su parte, recogió el guante lanzado por Álvaro Martínez Chana, presidente de la Diputación, y se mostró interesado por la pieza (Gómez el viejo era natural de la localidad), pidiendo ayuda a la institución provincial para la compra. Ésta se mostró dispuesta ayudar, pero una vez el Consistorio la hubiese adquirido, sin precisar anticipadamente la fórmula o cantidad en al que se concretaría ese respaldo.

¿Quién era Martín Gómez el Viejo?

El catálogo de la subasta en la que se encuadró el cuadro ahora vendido destaca que Martín Gómez el Viejo (1503/1504-1562) fue un artista de la escuela de pintura de Cuenca, «uno de los principales centros artísticos del Alto Renacimiento en la Península Ibérica. Nacido en la cercana San Clemente, se trasladó a Cuenca e ingresó en el taller del pintor Gonzalo de Castro tras su matrimonio con su hija, Catalina de Castro, en 1526». Los expertos de la empresa destacan que su llegada a la capital conquense «coincidió con la etapa de actividad en la misma ciudad del pintor Fernando Yáñez de la Almedina (c. 1475-1537), «quien, junto con Fernando Llanos (c. 1505-1525), ha llegado a ser conocido por los historiadores del arte como los ‘Hernandos’, cuya obra estuvo fuertemente marcada por los preceptos de Leonardo. da Vinci (1452-1519)».

Añade el texto que Gómez «que se hizo cargo del taller familiar tras la muerte de su suegro en 1535, aprovechó estas lecciones para abrir la pintura local a estas nuevas influencias».

Varios trabajos de Martín Gómez El Viejo y de su taller pueden verse en la Catedral de Cuenca (Retablo de San Mateo y San Lorenzo o retablo de la capilla del deán Barreda, entre otros), el Museo-Tesoro de la Catedral conquense (por ejemplo La Presentación en el templo), el retablo de la iglesia de Valdecabras y el de Castillejo del Romeral. También en puntos de la provincia como Villarejo del Espartal.