Alumnos de la Cruz Novillo recrean en los mismos lugares escenas de ‘Calle Mayor’, rodada en Cuenca en 1956

La finalidad es poder apreciar el cambio que se ha producido en la capital conquense y en sus gentes

Alumnos del Ciclo de Fotografía de la Escuela de Are Cruz Novillo han intentado, en colaboración con el Bachillerato de Artes Escénicas, recrear algunos de los fotogramas de la película Calle Mayor que Juan Antonio Bardem rodó en el año 1956 en Cuenca. La finalidad es poder apreciar el cambio que se ha producido en la capital conquense y en sus gentes «pasando de la España gris de los años de posguerra al colorido y la diversidad de la España actual».

Rafael de la Torre, profesor de Fotografía y coordinador del proyecto, ha indicado que la idea surgió para una exposición del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía. «A partir de ahí quisimos mostrar la evolución que había tenido la sociedad, y en concreto Cuenca, durante todos estos años. Entonces decidimos comparar la película de Bardem, muchos de cuyos exteriores están rodados en Cuenca, con la actualidad».

Ha indicado que la idea era «extraer una serie de fotogramas de la película e intentar recrearlos en la actualidad en los mismos lugares. En algunos ha habido mucha evolución. Por ejemplo, ha cambiado mucho la estación. Otros sitios están igual. La fuente de Santo Domingo ha cambiado muy poco. Ahora mismo están expuestos en la Biblioteca Pública. Hay una exposición sobre el 40 aniversario del Estatuto y tenemos trabajos de la Escuela, entre ellos este»

Sobre el contexto de Calle Mayor, el texto de la exposición de la Biblioteca Pública señala que España «era un país gris y reprimido, en el que la vida, como en la película, discurría en blanco y negro. El día a día era triste, sobre todo para las mujeres, condenadas a cumplir los estereotipos impuestos por una sociedad machista. Afortunadamente, la Cuenca de 1956 es muy distinta de la actual. Con el final de la Dictadura y el advenimiento de la Democracia el color retornó a nuestros jóvenes y a nuestras calles y aunque algunos decorados sigan pareciendo los mismos, lo cierto es que ciudades como Cuenca han cobrado nueva vida con el paso del gris al color».