Con la llegada de la primavera las personas alérgicas al polen comienzan a sufrir los síntomas propios de esta patología. El doctor Ángel Moral, alergólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, ofrece a través de los perfiles oficiales de Sanidad Castilla-La Mancha, clave para distinguir entre los síntomas de una alergia primaveral y los relacionados con infección por COVID-19.
Los síntomas de alergia al polen se van a caracterizar por picor de ojos, nariz, oídos y paladar; además de ojos enrojecidos, sensación de lagrimeo, arenilla en los ojos y estornudos muy frecuentes. «Esta sintomatología nunca va a aparecer en una infección por COVID-19», se asevera en los consejos de la autoridad sanitaria.
Sin embargo, la alergia al polen no va a generar síntomas relacionados directamente con coronavirus como puede ser fiebre, malestar general, diarrea y dolores musculares, además de la pérdida de los sentidos del olfato y del gusto.
Síntomas comunes y cómo diferenciarlos
Los síntomas que pueden compartir cierta similitud entre la alergia por pólenes y el coronavirus COVID-19 son escasos y, básicamente, se corresponderían con tos, disnea, dolor de cabeza y mucosidad nasal. ¿Cómo podemos diferenciarlos?
La tos y la sensación de falta de aire pueden aparecer en pacientes con asma por alergia a pólenes o con coronavirus COVID-19; sin embargo en los asmáticos se va a caracterizar por la existencia de sibilancias.
Otro síntoma común podría ser el dolor de cabeza, que únicamente va a aparecer en personas alérgicas cuando los problemas derivados de la reacción alérgica se compliquen con sinusitis.
El taponamiento y la mucosidad nasal transparente suelen ser típicos de quienes tienen una reacción alérgica al polen, pero en el caso de infección por coronavirus la secreción nasal cambiará de color, a más oscuro lo que indicaría que hay infección.