El espectáculo Puy du Fou en Toledo es el más grande del país con un escenario de 5 hectáreas, surcado por 200 actores y que hace un recorrido por la historia de España. Los visigodos, la reconquista o el mismísimo descubrimiento de América caben dentro de la capital castellano manchega y volverán a revivirse a partir del 18 de julio.
“El Sueño de Toledo” lo cumple una conquense. La actriz conquense Alba Santor, representa en Puy du Fou el papel de Isabel la Católica, uno de los personajes más importantes de la historia de España.
La historia de Alba presenta rasgos comunes con la de Isabel la Católica. Su gran determinación e inteligencia, su capacidad de mando, su independencia y la gran confianza que tenía en su propio futuro la convirtieron contra todo pronóstico en Reina de Castilla. En el caso de la actriz, su audacia y sus dotes interpretativas, la llevaron a presentarse al casting previo a la apertura del parque el año pasado. La confianza en sí misma y sus buenas aptitudes hicieron que, como Isabel, destacara notablemente.
Alba llegó un 3 de junio a un pabellón de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo. Bajo un sol abrasador, tuvo que enfrentarse a unas duras pruebas físicas ya que en este espectáculo se exigen no solo dotes de interpretación sino también de estado de forma para poder llegar a la marca: “Hay que estar en muy buena forma y muy sanos porque aunque yo salgo durante unos minutos vestida de Isabel, el vestido pesa una barbaridad y antes de ponérmelo tengo que ir corriendo por detrás de un escenario de 5 hectáreas a vestirme” cuenta Alba.
El casting no se hacía para un personaje concreto, sino que se realizaba para comprobar cómo se encajaba en la actitud y la presencia en los personajes disponibles. Pero Alba tenía una línea real y obtuvo la corona.
De entre los diversos personajes que interpreta en el festival, el de Isabel es el más importante. También hace por ejemplo de María Teresa de León, esposa de Rafael Alberti y que formaba parte de la Orden de Toledo, un grupo de artistas de los que formaban parte también Lorca, Dalí, Buñuel y que acudían a la capital castellano manchega a pasárselo bien.
Sin embargo, el de la reina le da esa sangre azul y esa nobleza que Alba tiene. Cuando aparece bajo un palio caminando junto con su séquito, nadie duda de su realeza dentro del escenario.
Evidentemente, la actriz ya conocía al personaje antes de tener que interpretarlo, pero eso no quiere decir que no haya tenido que adaptarse: “Hay que tener mucho cuidado con los movimientos, que no sean muy bruscos y que se identifiquen con la realeza además de tener muy en cuenta la actitud para que sea creíble que tú eres la Reina de Castilla” relata.
En el espectáculo, se hace mucho hincapié en la interpretación debido al tamaño del recinto: “Al ser un espectáculo en un sitio tan amplio, los gestos que se hacen tienen que ser acordes con la época y los movimientos por el escenario muy amplios para se adapten a las 5 hectáreas que tiene” recalca Alba.
Para ello, es muy importante el orden a la hora de hacer las cosas. Como en el reinado de Isabel, pocas cosas se pueden dejar al azar, de modo que las salidas al escenario están preestablecidas y el vestuario y la utilería siempre se dejan en el mismo lugar. Todo está integrado y sale de forma automática: “Una vez que salimos de una parte para ir a otra hay que saber muy bien en qué momento va a sonar una música cuando tú estés pasando por un sitio y dónde te vas a encontrar con otro compañero que va cruzando para llegar a otro escenario”.
Alba tiene que cambiarse de ropa varias veces entre bambalinas, pero eso no impide que varíe de rol y de marca las veces que el guion lo requiera: “Está todo calculado. Al principio te cuesta un poco porque la primera vez que ves ese escenario gigantesco piensas que no vas a poder recorrerlo tan rápido, pero una vez le coges el truco, ya todo va saliendo fácil”.
Para que todo este ajetreo llegue a buen puerto, es muy importante el compañerismo. Las personas nuevas que han entrado se apoyan en los veteranos para que les indiquen y les ayuden: “Si en un momento en que yo estoy libre, algún compañero o compañero me necesita para vestirles o llevarles su utilería, pues lo hago porque sin esos apoyos esto sería imposible” afirma la actriz.
Como en la corte, siempre se ha hablado de la rivalidad y las envidias en el mundo artístico, pero lo que realmente hace que un espectáculo funcione, es la confianza y el buen ambiente: “Un espectáculo se va a pique si sus participantes no disfrutan los unos con los otros”.
Pero Roma no se hizo en un día, ni los reinos de Aragón y Castilla se unieron de forma sencilla. Alba ensaya unas nueve horas diarias parando una para comer. Además, ahora a las vicisitudes del guion, hay que añadirle las acotaciones que no están en la obra. La Covid-19 no impide que “el espectáculo pueda continuar” pero sí que le pone limitaciones.
Al entrar a los ensayos, a los actores de se les toma la temperatura y durante los mismos, van siempre con mascarilla y se lavan continuamente con gel hidroalcohólico. Asimismo, Alba revela que para los actores que no pueden guardar la distancia de seguridad, en vestuario están haciendo unas mascarillas que simulan unos labios o un maquillaje: “Es muy original y al estar tan lejos, en el espectáculo no se va a notar que ese actor lleva mascarilla”.
Aunque la actriz sabe que con el calor que hace es difícil actuar sin problemas, cuenta que en todas las situaciones en que no se pueda respetar la distancia de seguridad se van usar estas mascarillas.
Gracias a Alba, podemos decir que una pequeña parte de Cuenca va dentro de Isabel la Católica y viceversa: » Me enorgullece mucho poder representar a toda la ciudad de Cuenca en un papel tan importante». La actriz lleva con orgullo el nombre de su ciudad allá donde va: «Me gusta mucho ir a diferentes ciudades y poner la semilla conquense para que crezca y que a la gente con la que me relaciono les apetezca conocer Cuenca» afirma.
Tanto monta Isabel como Alba. Una es historia de España, otra es semblanza de Cuenca. Isabel de Castilla, la reina, encarnada por Alba de Cuenca, la actriz.