El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, anunciaba el pasado jueves que Cuenca es la ciudad que va a acoger definitivamente el Centro de Estudios Penitenciarios. Las reacciones no se hicieron esperar y rápidamente se sucedieron los mensajes de alegría y felicitación entre los representantes públicos y los ciudadanos.
Como todo anuncio, tiene una ‘cara B’ que en esta ocasión tocó vivir a las ciudades que también se habían postulado para albergar el Centro de Estudios Penitenciarios. León, Burgos, Segovia y Santander son las otras localidades que habían presentado sus proyectos y credenciales para poner en macha este recurso, cuya actividad se cifra en torno a un centenar de puestos de trabajo directos y cerca de un millar de alumnos todos los años.
Ortiz destacaba los “magníficos proyectos” presentados por estas cuatro ciudades, pero sería Cuenca la ciudad de destino de este centro de formación de funcionarios de prisiones, elegida tras “una decisión muy difícil y muy meditada” y un “minucioso” estudio técnico. Al contrario que en la capital conquense, los periódicos y redes sociales de ciudadanos se inundaron de mensajes de decepción.
En León, el diario Leonoticias.com recogía las distintas reacciones de los ciudadanos. Entre otras, el senador popular Antonio Silván calificaba de “jarro de agua fría” una noticia que definía como “otro nuevo palo para León tras la marcha de FlybySchool a Burgos y el Centro de Europeo de Ciberseguridad a Bucares”.
En la capital leonesa el presidente local de Vox, Carlos Pollán, marcaba como objeto de sus críticas la “pésima gestión socialista”, afirmando que se trata de “otro fracaso más de nuestra clase política y de nuestros representantes”, y calificaba la decisión de “vergüenza y tomadura de pelo”. La indignación destaca entre los comentarios de los leoneses en redes sociales, que criticaban que “el Gobierno había fijado León como destino de esta academia la primera vez que la proyectó hace 20 años, proyecto que fue aparcado en 2008 por la crisis”.
La noticia tampoco ha caído bien recibida en Burgos. Su alcalde, el socialista Daniel de la Rosa, calificaba la decisión de “vergonzosa” y el rector lamentaba que el “buen proyecto” burgalés quedara sin premio. Tal y como recoge el Diario de Burgos, los responsables políticos tanto locales como nacionales indicaron que la decisión de elegir Cuenca era “una vergüenza, un jarro de agua fría, una tomadura de pelo o una decepción”.
Daniel de la Rosa, criticaba que la decisión no se hubiera comunicado a la ciudad antes de la rueda de prensa en la que Ángel Luis Ortiz hizo el anuncio. Además, lamentaba que los técnicos de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado tan sólo hubieran ido a revisar las instalaciones ofertadas una vez a la capital burgalesa y hubieran hecho tres visitas en Cuenca capital. «Lo hicieron casi obligados ya que si no estaba claro que jugaban con las cartas marcadas», sentenció el primer edil burgalés tras conocer la noticia.
Si en Burgos era el alcalde socialista el más crítico con la decisión, en Segovia era el Partido Popular de la localidad quien mostraba su rechazo. Los parlamentarios populares mostraban su “preocupación” porque a su juicio están siendo blanco “del aislamiento del gobierno socialista y del presidente Pedro Sánchez”. “Para nosotros es una muy mala noticia que el Centro de Estudios Penitenciarios tampoco se vaya a instalar en Segovia”, indicaban pidiendo medidas para los segovianos.
Así, se preguntaban los populares de Segovia “por qué los socialistas segovianos no se enfrentan a sus compañeros y rechazan esta decisión; sobre todo tras abocar al cierre la Estación de Esquí de Navacerrada y cerrar la Base Mixta para llevarse fuera el Centro Logístico”. A juicio de los populares segovianos, estas decisiones “están limitando el futuro de la provincia”.