Vecinos del barrio de La Paz de Cuenca capital piden celeridad al Ayuntamiento de Cuenca en la limpieza del solar y la reparación del muro junto al colegio homónimo. Así lo ha trasladado en declaraciones a Voces de Cuenca el presidente de la asociación vecinal, Tino Muñoz, que ha aseverado que es “un foco de suciedad e inseguridad junto a un centro educativo”.
En este sentido, indica que hay “una colonia de gatos que es culpa de los vecinos que los alimentan. Los gatos nos están machacando los coches, desde la asociación hemos llamado a la protectora porque hubo un momento que entre dos bloques podía haber perfectamente 30 gatos. Había dos kilos de comida diarios en ese solar para alimentar a todos los gatos que había”. Además, recuerda que “aunque ya está solucionado, hace poco tuvimos una infección de cucarachas en el barrio, que viene de este tipo de solares con arboledas”.
El presidente de la asociación vecinal indica que “derruir el edificio del colegio viejo ha provocado una serie de vibraciones que ha fomentado que el muro se abra”. “Es un muro muy viejo que se ha rajado bastante, cada vez los árboles y sus raíces que hay en el solar son más grandes. Porque no está lloviendo, que si no, duraría muy poco”, sentencia respecto a la situación del muro.
“Creo que ese solar hay que dejarlo limpio para contribuir a que no sea un foco de infección que está pegado a un colegio. La solución de las vallas por el peligro de caída es la ideal, pero no podemos dejarlas años y años como le pasó a la casa del Paseo de San Antonio”, recalca.
Muñoz propone para ese solar que se construya un edificio que bien podría tener dos plantas, con una entrada en cada uno de los lados por la pendiente que tiene la calle, y que se destine a sede de la asociación del barrio contando con una sala de usos múltiples. El terreno tiene una superficie aproximada de 382 metros cuadrados.
El presidente vecinal hace esta petición porque a su juicio “el edificio del antiguo colegio Primo de Rivera, que ha vuelto a ser utilizado por Educación con la pandemia, es posible que continúe haciendo las funciones educativas, porque ha habido un gran aumento de niños en el barrio”, y que por tanto no se pueda cumplir el objetivo de cambiar su uso respecto al que tenía anteriormente.