‘Nazarenos’, una de las publicaciones más destacadas a nivel nacional sobre Semana Santa y ganadora del Premio a la Innovación Periodística 2024 del Club Abierto de Editores, ha dedicado su último número a la celebración religiosa conquense. En su extenso artículo titulado Semana Santa de Cuenca. Nazarenos de Castilla, la historiadora y escritora Ana Belén Rodríguez Patiño realiza un recorrido conciso y divulgativo por la historia y las tradiciones de la Pasión en Cuenca, poniendo en valor la riqueza y singularidad de la celebración.
El artículo, que va acompañado por las impresionantes imágenes del fotógrafo Julio Palencia y los dibujos a tinta del artista Santos de Cuenca, resalta la importancia de la Semana Santa de Cuenca, que, como las de otras ciudades de renombre como Sevilla, Málaga y Valladolid, comparte el título de Interés Turístico Internacional. Rodríguez Patiño destaca cómo esta celebración tiene sus raíces en el siglo XVI y ha sabido mantener su esencia a lo largo de los siglos, con una estética y un sentimiento de religiosidad popular únicos.
La autora ofrece una cronología de los ritos y características de la Semana Santa conquense, con especial énfasis en la importancia del entorno histórico de la ciudad. La belleza de las procesiones, desarrolladas en el casco antiguo, y la escenografía ordenada de los Pasos, hacen de esta celebración un evento de profunda emoción para propios y extraños.
El artículo también aborda los avatares históricos que ha sufrido la Semana Santa de Cuenca, desde la destrucción de sus imágenes durante la Guerra Civil hasta la reconstrucción en los años 40, «lo que no solo devolvió a la ciudad su tradición, sino que también aumentó su valor artístico y estético».
Un aspecto particularmente destacado en el artículo es la singularidad de las Turbas, «una de las manifestaciones más emocionantes y características de la Pasión conquense. Este ritual, que tiene lugar en la madrugada del Viernes Santo, simboliza la hostilidad hacia Cristo en su camino hacia la crucifixión y es capaz de conmover tanto a locales como a visitantes».
Además, Rodríguez Patiño resalta la evolución de la Semana Santa de Cuenca, haciendo especial mención al creciente papel de la mujer en las cofradías, un cambio social que ha transformado la celebración sin perder su esencia tradicional. También subraya el creciente interés turístico que despierta fuera de la provincia, consolidándose como uno de los principales atractivos de Cuenca, cuya Semana Santa es una de las máximas expresiones de su identidad como Ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1996.
El artículo concluye con un significativo reconocimiento a la Semana Santa de Cuenca, destacando el vínculo que une a esta celebración con otras grandes festividades religiosas como la de Sevilla. Esta mirada de la prestigiosa revista sevillana refuerza la importancia de la Pascua conquense en el panorama cofrade nacional e internacional, subrayando la necesidad de seguir protegiendo y difundiendo este legado centenario. Como bien concluye Rodríguez Patiño, «Cuenca respira Semana Santa por todos sus poros, y así seguirá siendo con el crédito que ofrece el haber sobrevivido con salud a los avatares de la historia».
